The Constructed Moment

This blog discusses the way in which we design, make, select, evaluate and publish fashion and advertisement photographies as a sub-genre. This is a place of reflection. We have no unveiled truths, yet we are seeking answers.


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sábado, 9 de abril de 2016

Moda, fotografía y marcas.




Publicado en la revista Infashion en marzo del 2016




Cuando hablamos de fotografía de moda, abordamos su historia editorial. No conozco una obra que hable de la fotografía de moda desde la evolución de sus imágenes con fines comerciales. Desde los 80 tenemos suficientes ejemplos de cómo los fotógrafos han influido en la estética de las marcas: Richard Avedon para Versace, Terry Richardson para Sisley, Oliviero Toscani para Benetton y más reciente Jürgen Teller para Marc Jacobs o Céline.

Es claro que las empresas buscan fotógrafos que sepan encarnar en sus imágenes la personalidad de marca que quieren comunicar, pero no están pendientes de revisar que estos fotógrafos no terminen realizando imágenes similares para su competencia o produciéndolas de igual manera que un producto de moda fabricado en una gran bodega sin diferenciación de alguna clase. Un asunto que muchos excusarían en que el estilo del fotógrafo está por encima del lenguaje de marca, pero un argumento que no creo válido en imágenes creadas con un objetivo comercial.

Lo común sería decir qué la imagen de moda se encuentra en un momento saludable debido a la gran cantidad de fotógrafos y estilos que trabajan para una amplia cantidad de marcas que orientadas a diversos públicos, pero la realidad es otra. Hay una fuerte tendencia a las estéticas sectoriales, para citar un ejemplo: pregúntele a google por las imágenes de “Vestidos de baño, Medellín”.

Estas estéticas sectoriales, definidas como la similitud de las imágenes de varias compañías orientadas a un sector de la moda, son un asunto que necesita atención no solo para determinar las causas de este fenómeno, sino también son una reflexión que deben hacerse los departamentos de mercadeo que quieren hacer que sus imágenes se diferencien de la competencia. Aún está pendiente una gran discusión sobre la manera como las marcas diseñan y realizan sus imágenes. En la medida que desconozcamos cómo funcionan, las validamos por parecerse a las fotos que hemos visto antes. Si imitan a las marcas exitosas del sector, más confianza nos producen.

Con frecuencia todas estas imágenes son aprobadas por el personal de mercadeo, luego de su realización por el equipo de diseño. ¿Dónde se ha capacitado el personal de mercadeo para decidir si una imagen es buena o mala? Ojalá pudiéramos hacer un balance de las campañas que aprueban los gerentes de mercadeo vs las campañas que aprueban aquellos que tienen carreras de diseño. Sería un ejercicio interesante al interior de las empresas poder medir qué equipos hacen campañas más exitosas.

No estoy demeritando lo importante del trabajo de mercadeo, pero es claro que en muchos casos por su posición jerárquica terminan tomando decisiones acerca de la realización de la imagen para las cuales no han sido capacitados. Dicho de otro modo, ¿cuáles materias en los pénsum de la administración o mercadeo permiten desarrollar una sensibilidad estética para definir cuáles imágenes comerciales son las más convenientes?

La imagen es un asunto serio, ¡y en la moda lo es más! La moda sin imagen es un imposible, la fotografía y su divulgación en las revistas y el cine, son responsables de la manera como hoy la vemos y entendemos. Comercializamos la moda a través de imágenes que tienen una tradición innovadora para vendernos un futuro en el que los productos ofrecidos cumplirán nuestros sueños. Pero hoy, en aras de los resultados financieros de las compañías, tenemos empresas de moda orientadas a la venta de productos y no de sueños.


En la búsqueda de utilidades, que parece estar matando la moda, debemos evitar que los hombres de números sigan aprobando las imágenes. 





jueves, 24 de septiembre de 2015

Mientras Ruven Afanador trabaja.



“... todas esas fotos. Yo las veía y decía: “Quiero hacer eso”. Es algo que parece fácil, pero el acto de conseguir esas imágenes, de llevar a un personaje a esa desenvoltura, es casi milagroso.”
Ruven Afanador





Vino Ruven Afanador, o mejor dicho fue traído, para realizar 50 retratos en la inauguración de un evento de moda en la capital.

Mientras escribo esta entrada, Afanador realiza los 50 retratos, y luego de unos tuits, prometo escribir sobre lo que allí sucede.

No hablare de Afanador o su estilo, hablare de los contrastes de lo que es nuestro trabajo y de la manera en que lo ven. Su reputación de gran fotógrafo lo ubica en el nivel de artista, nivel que han tenido muchos fotógrafos que antes que él han logrado tal reconocimiento en base a su trabajo para la industria editorial de moda, tradición que se remonta hasta el primer fotógrafo artista que fue contratado para Vogue por Conde Nast: El Barón Adolf de Meyer.

Esa categoría de artista no es solo un título, es una definición de un estilo de trabajo. A los artistas hay que darles las condiciones para crear. Y por lo que entiendo Afanador es un tipo, no solo tímido, sino pausado, reflexivo, que llega más que a una sesión de 50 retratos a una foto-maratón.

Creo necesario decirlo: ahí estamos pintados. Creemos que se pueden hacer tantas fotos como elementos puedan pasar frente a una cámara en un lapso de tiempo determinado. La idea de los 50 personajes en una banda trasportadora pasando frente al lente del gran fotógrafo viene a mi mente. Se nos olvida no solo el estatus de creador sino también que las condiciones laborales aquí y allá son muy distintas así las fotos muchas veces sean muy parecidas.

Matemáticamente estamos hablando de 5 horas de trabajo ininterrumpido para evacuar 10 retratados por hora, eso lo hacemos los fotógrafos del montón, pero no creo sean los tiempos de un creador como Afanador.

No sé cómo terminara esta historia, seguramente realizara una gran cantidad de retratos, donde la mayoría serán divulgados y elogiados como el gran acontecimiento que se dijo que era. La cámara del emperador vestirá y engalanara esa larga lista de lo que alguien llamo: nuestros iconos de moda.

Los iconos de moda de una industria que aún no entiende que es lo que diferencia a un creador de imágenes de un fotomatón* y que verán todas las fotos como un acontecimientos espectacular.

Yo esperare a ver que llega a la página web del artista y desde allí descubriré que fue lo que el realmente decidió rescatar como el producto artístico de esta noche.

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* Fotomaton es el nombre de la cabina fotográfica en la que uno se encierra y ella automáticamente te realiza unas cuantas imágenes.







jueves, 26 de junio de 2014

Sobre los estilistas.




Text in english, here




Básicamente lo que estas haciendo es colaborar con el fotógrafo para crear una imagen que refleje la moda que tratas de capturar y también atrapar el reflejo del espíritu del momento

— Hamish Bowles





Históricamente, el proceso de consolidación de la fotografía de moda y su profesionalización, han tenido como una de sus manifestaciones la especialización de los integrantes del equipo de trabajo, que asumen las diferentes tareas involucradas en la construcción de la imagen de moda en los términos que este blog enuncia en su encabezado.

Algunos autores documentan que en las primeras sesiones las modelos se maquillaban a sí mismas y organizaban el vestuario, por lo que podemos asumir que los primeros miembros de una producción de moda fueron el fotógrafo y la modelo.

Aún no he podido documentar con precisión como se fueron incorporando las nuevas piezas de este ensamblaje (se agradece cualquier información que los lectores me puedan aportar al respecto). Indagando para esta entrada me cuentan[1] que los peinadores tenían cierto reconocimiento por encima de los maquilladores (y seguramente algo de participación desde épocas tempranas). Con respecto a los maquilladores, creo, la imagen en color tuvo que generar la necesidad cada vez más apremiante de incorporar un profesional, alguien responsable de hacer que las pieles de las modelos dieran un registro perfecto en las publicaciones.

Por lo que entiendo, los estilistas se vinculan como responsables del vestuario de manera simultánea a los maquilladores. El reconocimiento de esta tarea se consolida con la publicación de los créditos por parte de la Vogue americana (en cabeza de Anna Wintour), aunque en realidad estuvo precedido por los movimientos a finales de los 80 y consolidado en los 90 gracias a publicaciones como i-D y Dazed and Confused, que reseñaban el nombre del estilista como parte de los colectivos que elaboraban el contenido fotográfico.

Hoy en día podemos decir que una producción mínima tiene un fotógrafo, una modelo, un maquillador y/o peinador y, por último, pero cada vez más frecuente e imprescindible, un estilista.
Digo ‘una producción mínima’ porque una producción seria hoy en día sin un estilista es muy difícil de encontrar. En términos de moda, el estilista es como el director de orquesta, es el que da una interpretación a la partitura que tiene en frente (entiéndase como el concepto de moda). Otra manera de confirmar la importancia de este rol es observando la importancia dentro de la industria de personajes como: Polly Mellen, Grace Coddington, Giovanna Battaglia, Nicola Formichetti, Emmanuelle Alt, Anna Dello Russo y Edward Enninful, entre muchos otros. Estos estilistas comparten igual nivel de reconocimiento dentro de la industria que los más afamados fotógrafos, directores de revista, diseñadores, etc.

Un buen estilista es capaz de dar una nueva visión a las prendas.

Más allá de los imaginarios de las marcas que las producen, es un problema común en el oficio que las marcas cuestionen el nuevo significado de sus productos bajo el enfoque editorial de la fotografía. El choque nace de un temor a que se tergiverse el mensaje de la marca y, personalmente, considero que no hay razones para este recelo. Siendo estratégicos, marca y publicación, solo se vincularán cuando exista un público en común: comparten la misma audiencia, por lo que deben compartir ciertos rasgos. Cuando el público de la revista no es el mismo de la marca, también podría interpretarse como una oportunidad de acceso a un público nuevo. Otro detalle importante: el editorial deja poco espacio a ser interpretado como un lenguaje de las marcas presentes, ya que suele apoyarse en la diversidad de los productos presentados bajo un concepto claro que se enuncia en su titulo.

La marca debe ser consciente de que un préstamo de vestuario implica un reconocimiento (la reseña de sus productos). En algunas ocasiones puede ser conveniente, en otras tal vez es más astuto no figurar.

Frente a este tema, reflexionaba también acerca de los créditos en nuestras publicaciones. Revisaba  hace un par de meses una revista y al ver un estilismo que me impactó, busque el crédito, para descubrir que no había tal. Figuraba el nombre del maquillador, más no el del estilista.

A las publicaciones que aún no hacen reconocimiento de sus estilistas, les digo que es momento de reconocer esta evolución en la industria, es fundamental dar el respectivo crédito a este personaje que interpreta la moda y es capaz –en el caso de los mejores- de leer la sensibilidad estética del consumidor final, el espectador de las imágenes que se construyen.






[1] En conversaciones con William Cruz y Laura Echavarria



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lunes, 7 de abril de 2014

Muchos, no es mejor.


Texto en ingles, aqui

“Menos es mas”
— Ludwig Mies Van Der Rohe —


 "Una máquina puede hacer el trabajo de 50 hombres corrientes. Pero no existe ninguna máquina que pueda hacer el trabajo de un hombre extraordinario."
— Elbertt Hubbard

"Nuestro trabajo debería hacer soñar a la gente."
Gianni Versace




Cada día hay más fotógrafos, su cantidad aumenta considerablemente, lo que no necesariamente hace que la calidad de las fotografías que vemos día a día sea mejor. Con esta cantidad de fotógrafos que tratan de abrirse camino, aparece una baja de la calidad de la imagen fotográfica en casi todos los medios patrocinada por una muy deficiente capacidad de evaluar lo fotográfico por parte de aquellos que a la hora final deciden que material publicar: empezando por los propios autores para terminar en muchos autodenominados editores.

Atrás ha quedado el famoso menos es mas, que aplicado a lo fotográfico hablaba de la foto final, aquella que sobrevivía a un riguroso proceso de selección y se erigía como la imagen triunfante de una sesión fotográfica, sinónimo de la comunicación mas eficiente y contundente. Imagen única también como consecuencia de los costos de su publicación. Hoy queremos muchas fotos, su calidad no importa, queremos mil tomas distintas del mismo sujeto para compartirla en otras mil redes distintas gracias a un bajísimo costo de publicación donde en muchos casos como imagen no marcara la diferencia; pero ayudaran al ego a manifestarse como presente en una producción fotográfica, yo estuve allí‼

Digo lo anterior ya con cada vez mas frecuencia ve uno a los clientes, los directos beneficiarios de la imagen, y en pocos casos a otros responsables de la imagen mas preocupados por hacer una foto con su celular que por estar pendientes de la imagen final que se esta produciendo, surgiendo la duda de si saben que en realidad que esta en juego la imagen de su marca, su producto, la imagen como proyección de su trabajo y no una foto para el recuerdo.

Viene a mi memoria la anécdota de un fotógrafo al que el cliente le mando a pedir que si tenia X foto, refiriéndose no a la prenda que aparecía en la imagen sino como si él la hubiera tomado desde la misma posición y ángulo en el que el cliente estaba. Su celular era el centro de la producción fotográfica.

Por otro lado veo cada vez a mas de nuestros fotógrafos hablando que lo profesional es la manera de usar la cámara, no la de construir la imagen. Que describen como profesional que el fotógrafo ofrece sus equipos dispone de lugares para la toma y archiva y edita el resultado del trabajo, asuntos que no se reflejan directamente en la imagen final y que en otras latitudes, son atributos del profesionalismo del fotógrafo ya que los clientes a través del productor de la imagen son los que pagan directamente las locaciones, alquilan los equipos necesarios y consiguen como servicios adicionales el guardado y retoque de las imágenes. Latitudes donde el fotógrafo ofrece un sencillo y fundamental servicio: hacer una imagen que sea contundente a la hora de comunicar.

El resto son simple palabras.







sábado, 15 de febrero de 2014

Una pagina de revista.




“Trabajo duramente y valgo cada céntimo de lo que se me paga.”
— NAOMI CAMPBELL —




Empiezo a escribir esta entrada, luego de abandonar otro escrito sobre las modelos al cual no le encuentro ni pies ni cabeza. Es un tema demasiado importante para haber realizado un escrito tan malo y desordenado.  Los escritores de verdad hablan de perseverar en la escritura como la única manera de volverse bueno en esto. Entonces decido cambiar de escrito pero no de tema. No por disciplina, el tema para esta entrada estaba dado, ya tenía claro que necesito hablar de lo que hacen las modelos que las hace ver poco profesionales.

Esta es una entrada con historia: en la pasada Colombiatex fui contactado a través de un diseñador con el director de una revista de esas que se imprimen en papel para mas señas, una revista boliviana que se distribuye en su país y algo más al sur del continente. Para ser muy honesto una revista normal; en realidad el ideal de Vogue siempre nos hace comparar las publicaciones con ella o alguna de sus hermanas en el rango superior, y siendo más honesto hay publicaciones de muy bajo nivel en las que las modelos se matan por salir.

En esta época donde todos los medios son web con unos pocos seguidores, una revista que tiene una circulación certificada en muchos casos es mejor que varios portales juntos. Espero algunos amigos me perdonen por el comentario pero una realidad de esta época de la híper-comunicación es que todos peleamos por los mismos visitantes certificar la lecturabilidad es un asunto fundamental.

La idea era hacer un editorial para publicar en la revista al finalizar el desfile del diseñador el cual era el Ultimo Fash-Mob de la feria. Ya verán ustedes si atan cabos. Era claro que había poco tiempo, pero teníamos las modelos listas luego del evento, alguien de la agencia nos las había facilitado y se decidió un esquema sencillo y efectivo, el famoso flash frontal y la modelo recostada a una superficie interesante, lo que nos permitió en realidad hacer tomas con cada modelo que no superaron los 5 minutos. (Acabo de revisar las horas de los archivos para escribir esto y me demoré 18 minutos fotografiando 5 modelos.)

La historia para abreviar es que un grupo de modelos nos abandonó en la mitad de la sesión y no pudimos terminar el editorial. Realizamos solo 5 imágenes, con 5 modelos. El editorial quedó por la mitad.

Para que se hagan una idea de lo que se estaba haciendo.
Les dejo esta imagen de muestra, no tiene retoque.

No se si es falta de profesionalismo de las modelos o de educación por parte de su agencia. ¿No saben estas niñas lo que puede hacer una página de revista por sus carreras?. Creo menospreciaron el origen de la revista, sin entender que cuando una modelo gusta, pagarle un tiquete de avión es el menor de los gastos, tal ves no saben que el sur es un buen mercado para su trabajo, por ejemplo Ecuador es una excelente plaza para las modelos Colombianas.

No solo dejaron una mala imagen de nuestras modelos y su falta de profesionalismo, léase compromiso con el trabajo, en el director general de la revista, también perjudicaron a las compañeras que ya había fotografiado ya que al estar incompleto el editorial no podrá ser publicado como tal. Mas aun si tenemos en cuenta que hay modelos que invierten un día o dos de su tiempo par un editorial de una revista, pedir 40 minutos no era ninguna exageración. Que falta de visión, profesionalismo y entendimiento del poder de una revista el de unas pocas modelos de stock Models.

Creo es necesario por parte de la agencia explicarles lo que puede hacer una publicación por sus carreras y más si es una publicación que está por fuera de nuestras fronteras.

Porque sí no serán unas aficionadas al modelaje, así como yo soy un aficionado a las letras.








sábado, 27 de julio de 2013

Notas a Colombiamoda 2013



Celebración
Celebramos los 25 años de Inexmoda, sin el aporte del Instituto para la exportación y la moda, la historia sería distinta, principalmente gracias a las ferias sin duda su aporte más notable y tal vez el más importante, lo escribo sin conocer en detalle otras actividades más discretas, cuyo impacto no puedo o podemos medir.
Sea entonces el momento de destacar el trabajo del equipo de personas que integran o integraron Inexmoda y que con su trabajo nos han sabido traer hasta este momento para nuestra industria, a ellos mis más sinceras felicitaciones.


La regla número uno
Hay momentos que es necesario aclarar las cosas, no solo para, los amables lectores sino para el que esto escribe. Hay ciertas frases que al leerlas se quedan con nosotros, para mí una que hace muchos años leí en el colombiano: la regla número uno de las relaciones publicas es decir lo que uno hace, porque la gente generalmente dice lo que uno no hace. En vista de eso he de aclarar dos cosas: primera, este blog no es contra las personas e instituciones, es contra las decisiones que a mi parecer no son prácticas, dificultan o no nos permiten realizar buenas imágenes, supongo que todos evaluamos nuestro desempeño aciertos y desaciertos principalmente como miembros de organizaciones, pero también como personas.
Segunda, este no es un blog de moda como tal, mi interés es la imagen comercial, incluida la de moda, y su creación. Pero en estos días de feria me amplio un poco, pero tratando de mantener la fotografía de moda y su realización como asunto final.
Enfatizo. Obviamente detrás de cada decisión hay personas pero en ningún momento quiero ser ofensivo con ellos, ni soy poseedor de la verdad final, simplemente presento mi opinión y trato de fundamentarla como una manera de iniciar el dialogo para que cada vez podamos lograr mejores resultados de nuestro trabajo. Tal como diría el padrino, en una frase que algún amigo mío defino como la frase filosófica de nuestra generación.” No es personal, solo son negocios”


La acreditación.
Nuevamente se me complico la acreditación, la tenía por dos medios y la escarapela parecía entregada. El año pasado, mi doble acreditación se dio ya que además de registro fotográfico, dicté una conferencia en el pabellón del conocimiento; asunto que noté mientras esperaba para solucionar mi problema aún persiste. Creo no he sido el único que ha tenido dos roles al interior de la feria, seguramente hay modelos/diseñadoras, invitado/expositor, etc/etc. Los encargados de la logística del proceso de acreditación deben encontrar una solución a los que desempeñan varios roles dentro de la feria y a las personas que trabajan para varios medios. Lo que sería un problema menos a solucionar por el amable personal en el área de acreditaciones en la feria.


La pasarela de Ackermann.
Luego de todos los impases, relacionados con la acreditación, al desfile accedí con la invitación que amablemente me llegó, dos veces, tal vez relacionado con mi doble acreditación, pude realzar las imágenes del desfile de Haider Ackermann, excelente la iluminación, un contraluz fuerte, lo que la define como una iluminación no muy convencional. Muy bien el trabajo de Mr Overcamp ya que el espacio no estaba fácil. Y aunque muy fresco, no sé si al interior del edificio había lugares más espectaculares que hubieran servido como un marco visual que le diera imponencia a este desfile de celebración.
Que gran desfile‼ Geniales las imágenes que se lograron.


No repitamos, ni escribamos, lo que se ha dicho antes.
Persistieron algunos inconvenientes sobre los que se ha escrito antes: modelos caminando bajo el área de transición de la luz, (Link) asuntos de la puesta en escena de los diferentes desfiles, el trayecto entre pasarelas, el diseño de la tarima de prensa, la falta de información cuando cambiaban los esquemas tradicionales de pasarela para que los fotógrafos y camarógrafos estuviéramos listos para poder hacer buenas imágenes desde la primera salida y no nos cogieran por sorpresa (a excepción del desfile de Maaji, lo cual todos aplaudimos) Y otras más de las que se ha escrito en las notas a Colombiamoda 2012 (link) y si quieren ir mas lejos notas a Colombiamoda 2011. (link) En otras palabras hay cosas en las que no mejoramos, o estamos estancados, cada cual hará su lectura y evaluara la pertinencia del comentario.


El desfile de Silvia Tcherassi.
Muy caliente el sitio, me recordó un desfile de Leonisa, que se realizó en un lugar bastante cercano al MAMM y por fuera de la feria, hay que prestar más atención a esa selección de lugares. En cuanto a su presentación, que bello desfile.


Una última reflexión.
Es claro que desde ya hace varias ediciones se solucionó lo de la iluminación. ¿Porque cambiar lo que funciona bien? Generalmente los cambios que pidieron algunas marcas de la iluminación desmejoraron la calidad de esta. Es claro que cuando algo se soluciona otro asunto empieza a pedir atención y se establece como el siguiente paso a mejorar: hablando con alguien que tiene más recorrido que yo me manifestó que tenemos problemas con la escenografía de las pasarelas, comentario que me pareció muy acertado, generalmente las intervenciones que se realizaron a esta fueron pueriles y poco afortunadas. Tengo claro que ésta es una pasarela para varias marcas y no una pasarela propia como sucede en otras semanas de la moda por lo que la solución de la escenografía en este caso tiene unas limitaciones importantes. Pero áun así considero que es una nueva categoría de decisiones que debemos aprender a tomar además de integrarla a asuntos como su relación con la puesta en escena y el registro del evento. Claro que esta la opción de no intervenir el espacio. Particularmente añoré cuando hicimos las pasarelas LAF en un par de versiones de Colombiamoda. La pasarela no se intervenía, se llenaba de lo que es realmente importante: diseño.


Queda pendiente un análisis detallado de dos o tres pasarelas, que deben ser analizadas por los problemas que presentaron. Seguramente será la próxima entrada, si nada extraordinario sucede.


jueves, 14 de marzo de 2013

Sobre los clientes.






“La calidad es nuestra mejor garantía de la fidelidad de los clientes, nuestra más fuerte defensa contra la competencia extranjera y el único camino para el crecimiento y los beneficios.”
—     JACK WELCH —



 "El arte de dirigir consiste en saber cuándo hay que abandonar la batuta para no molestar a la orquesta." 
—     HERBERT VON KARAJAN —
    


Hay entradas que son más difíciles que otras, algunas salen de una sentada, otras hay que trabajar en ellas para encontrar el tono adecuado de lo que se quiere decir; inicié con una carta a los clientes, luego traté con un Manual para el cliente perfecto en donde trataba de contarlo de una manera jocosa y entretenida. Mas no funcionó, y seguramente se hubiera oído pedante cuando en realidad lo que quiero es poder hacer mejor mi trabajo, para lo que es fundamental contar con buenos clientes. 

He aquí otro intento que espero sea el definitivo. Perdonen, pero el tema no es fácil y espero el lector perdone el tono y reflexione sobre el mensaje.

Iniciemos con las verdades de peso: la principal función de la fotografía publicitaria y de moda es su misión comercial, la sangre que corre por sus venas es vender algo, en nuestro caso el producto que en ella aparece, las marcas que lo fabrican y de alguna manera el trabajo de todos los involucrados, modelos, fotógrafos, estilistas, maquilladores etc. Así mismo las revistas, las grandes dinamizadoras de la industria de la moda, están por lo mismo: son un negocio que hoy en día generalmente corresponde a grandes grupos editoriales donde la publicación de moda es una más en las diferentes temas que manejan. Y nosotros les vendemos a ellas nuestro trabajo. Es claro que en este negocio, todos vendemos algo.

Pero centrémonos nuevamente en el tema, porque cuando hablo de clientes no hablo de las revistas, en realidad son mis mejores clientes, el trabajo con ellos generalmente es fluido, quizás es la frecuencia con la que contratan fotografía la razón por la que intervienen tan poco en la realización luego de que una idea se concreta, son casi el cliente perfecto, solo faltaría que me dieran más trabajo para serlo. En ese orden de ideas los clientes de los que quiero hablar hoy son los clientes comerciales. Los que generalmente hacen dos o tres producciones al año Los que su interés principal de la imagen es que venda sus productos. En términos prácticos su imagen es la más fácil de realizar pero son el cliente más difícil, con magnificas excepciones.

¿Y Porque son el cliente más difícil?

Porque no saben exactamente lo que quieren y lo que deben exigir de cada uno de los integrantes del equipo de trabajo. Saben con claridad para que necesitan la imagen, mas desconocen el poder de esta para comunicar; la ven como una herramienta de registro de sus productos, mas no como una herramienta de comunicación de sus marcas. Su principal preocupación en la foto es que la prenda no este arrugada, no que la modelo comunique adecuadamente los valores de su marca. Pueden parar una sesión por lo primero, pero pocas veces por lo segundo.

Sobre esto último se sabe de sesiones de fotos donde la modelo va a promocionar su imagen no la de la marca que la está contratando, ella dirige el maquillaje, la iluminación y la puesta en escena; y los clientes “ahí”, como si nada estuviera pasando. Modelos que se empoderan del manejo de la imagen; no de la del cliente, sino la suya, con una experiencia que este debería envidiarle. Son clientes que no defienden su marca, solo les interesa fotos de su producto. En otros palabras no tienen una visión clara de lo que la imagen puede comunicar, tienen claro que tipo de modelo usar, mas no saben que se requiere de ella, cuáles son sus obligaciones con la modelo, y cuales las de la modelo con el equipo de trabajo.

Del fotógrafo creen que hacemos magia; es claro que la función de un fotógrafo publicitario, la moda entra en esa categoría, es la de presentar los productos de la mejor manera posible. Pero la mayoría de las fotos necesitan de elementos que complementen y hagan más llamativa la imagen, el resultado de nuestro trabajo depende directamente de los insumos con los que trabajamos, con la mejor modelo y el mejor maquillador etc. lograremos la mejor foto. Dirán que somos exigentes pero la exigencia es la manera de garantizar nuestro trabajo, debemos exigir para poder producir resultados. Desconfié del fotógrafo que no exige, de la misma manera que del fabricante que no exige calidad en los insumos con los que trabaja. Un fotógrafo que no exige registrara con su cámara todo lo que se le presente por delante sin reflexionar si esta bien o mal, no le entregara una imagen que este más allá de sus expectativas, por lo que luego usted pedirá ver todas las fotos esperando ve un milagro que no se realizó.

Tenga claro también que las jornadas de trabajo tienen un límite, no solo en tiempo, también en la cantidad de productos pactados. Lo primero se distribuye en función de lo segundo, y no empiece a llegar con referencias adicionales “que acaban de salir de diseño” o el “hagamos una tomita de cada uno de estos” o “Es para la otra marca que no tiene presupuesto” Si tiene más producto del que dijo inicialmente, negocie un paquete extra, seguramente puede lograr un descuento, nosotros también hacemos negocios. Aclaro que problema no es hacer una referencia más, sino que terminamos haciendo una producción dentro de otra producción. Si le parece que eso no tiene importancia sería bueno ver cuantas referencias extras envía usted al entregar sus pedidos.

Hablemos de la negociación: que haría usted con un comprador que le dice: Deme descuento en esta entrega que el segundo se la pago mejor” o “véndame a mi bien barato, que tener su producto en mi almacén lo va a volver famoso” frases similares a las que algunos clientes utilizan y les funcionan con algunos fotógrafos. Pero olvidan que esto es un negocio: se obtiene lo que se paga.

Seguramente usted responderá que tiene mucha experiencia en hacer fotografías porque maneja X producciones al año. Nosotros manejamos varios clientes. Ósea X por la cantidad de clientes que manejamos da el número de producciones que nosotros hacemos al año. Generalmente un número significativamente más grande y con una experiencia más variada.

Crea en nuestro ojo, lo hemos entrenado de la misma manera que el suyo para ver un producto defectuoso, aunque entendemos que usted puede ver en su producto algunas diferencias, pedir todas las fotos aun las que uno sabe que están desenfocadas o mal expuestas por ejemplo no tiene sentido, es como si uno le pidiera todo el lote de una referencia para comprar uno de sus productos

Si quiere ver lo que sucede con la imagen, hágase detrás del fotógrafo, ese es el único punto de vista valido. No envié una foto tomada con su celular indicando que quiere esa foto en alta si usted no estaba detrás del fotógrafo, mejor aún si usted no le dijo al fotógrafo que hiciera esa toma, o le mostro la foto y le dijo, “hagamos algo así”. Porque lo que usted toma con su celular, es recuerdo; lo único válido es lo que toma el fotógrafo, por algo nos está pagando.

No cambie de idea en mitad de la sesión de fotos, es como si yo le dijera que el vestido rojo que me está haciendo lo quiero verde. Hay un momento para planear y otro para ejecutar. Uno entiende que se enamore de las fotos de las revistas que ve en el estudio y llegue emocionado diciendo “quiero algo así” pero toda foto debe ser producida y corresponder a un concepto. Si la foto que trae está dentro del concepto que se está realizando seguramente será bienvenida. Pero primero pregúntese: ¿porque en realidad la quiere cambiar? ¿En que está equivocada su producción actual? Con esas respuestas claras todo, en la medida de lo posible y los recursos, puede ser cambiado para hacer un mejor trabajo.

Y es esto último lo más importante, un buen cliente sabe que quiere, sabe cómo lo quiere, sabe que pude comunicar una imagen, sabe que contratando en buen equipo de trabajo, en el cual cada cual conoce su rol y está en función de comunicar con fotos lo que su marca necesita, ese es el compromiso de un buen equipo de trabajo. Comunique bien, comunique mucho, comuníquelo varias veces si es necesario y revise si lo comunico bien. Reúna a todos los integrantes incluido el diseñador gráfico al que muchas veces le entregan el material finalizado sin dejar que aporte a la presentación del trabajo. Tenga en cuenta que usted es el director de orquesta y deje a cada uno tocar su instrumento.

Si quiere ser un buen cliente, y en general un buen empresario de su marca la conclusión es muy sencilla, conserve el norte y crea en su equipo de trabajo.

Un cliente así es la excepción maravillosa con la que todos queremos trabajar. Recuerde que todos estamos buscando buenos clientes, con los que podamos crecer, ser más productivos y en nuestro caso más creativos.

No tome a mal lo que se dice en estas líneas, todos tenemos problemas con nuestros proveedores y la mejor manera de solucionarlo es comunicarlo.


miércoles, 31 de octubre de 2012

El Tesoro Magazine, una revista en proceso.






“Mi papel en una revista consiste en concebir la mezcla adecuada de los diferentes temas y estilos de los fotógrafos”
– DONAL SCHNEIDER —
Director artístico de Vogue Francia 1994- 2002




“Yo creo que la fotografía y lo que se ve en la revistas eleva el nivel de la moda y de esta manera la gente es más consiente de la moda.”
— HERB RITTS —





En el pasado Ixelmoda me entregaron la revista del parque comercial El Tesoro con un comunicado de prensa, donde si mi interpretación no me falla, es clara la intención de posicionar a la publicación Del Tesoro como la tercera revista de moda del país, según mis cálculos detrás de Infashion y Fucsia respectivamente. 

En algunas de las apreciaciones del comunicado, el cual no conservo, concuerdo. El magazín es bien hecho con editoriales de calidad. Y si es válido el comentario con muy buen gusto, es evidente que es una publicación que mejora con los años. Como interesado en la fotografía y la moda creo que a la publicación del tesoro aún le falta afinar algunas cosas para poder llamarla revista en propiedad. (Ver una entrada anterior) Porque si los paisas declaran que las publicaciones bogotanas son muy centralistas y no miran la provincia, las publicaciones de centro comercial pecan también de centralistas ya que no miran más allá del centro comercial.

Para mi es claro que en Medellín faltan publicaciones impresas de moda, es un asunto que he mencionado varias veces en este blog. Asunto en el que creo todos los interesados desde el aparato gubernamental hacia abajo se hacen los bobos. ¿Cómo hablar de un sistema moda sin revistas de moda? Porque más allá de la proliferación de blogs y portales como nuevo lenguaje, los impresos siguen siendo vigentes y necesarios. Las publicaciones de moda no solo registraron los sucesos históricos del mundo de la moda, algunas fueron actores de primer orden como herramientas para la divulgación de estilos y tendencias, así mismo son ellas en parte las promotoras del ideal de belleza imperante hoy en día. Una ciudad de moda, si así quiere llamarse, debe tener publicaciones que registren, analicen, eduquen y tengan una posición clara acerca del fenómeno de moda.

Es esa falta de publicaciones impresas de moda donde la revista del tesoro ha llenado y puede llenar aún más un espacio importante. Considero que se han movido en el sentido correcto en muchas de sus decisiones, por ejemplo su reciente variedad de fotógrafos ha aportado un aire fresco a la publicación, sin embargo no me parece suficiente, deben mejorar la mezcla de los diferentes estilos fotográficos ya que tienden a ser uniformes, y oscila en lo que llamaríamos el estilo clásico y el romántico. ¿Han contado la cantidad de papel tapiz que aparece en los editoriales de las últimas ediciones? Hay otras tendencias o estilos dentro de la fotografía de moda que permiten llegar a otros públicos que en mi pensar también son de la revista y le aportarían una variedad estética a esta. A modo de ejemplo miren la mezcla editorial, nivel de conceptualización fotográfica y propuesta gráfica de la revista de Bergdorf Goodman, la famosa tienda Neoyorquina del mes de mayo (link) Notaran una variedad de estilos fotográficos en los editoriales presentados. Para que quede claro, creo que el asunto no es de calidad de lo fotográfico, el asunto es de la mezcla editorial, lo que corresponde al trabajo del editor creativo.

Si la intención es competir con revistas como Infashion o Fucsia, que plantean una visión más profunda o de variedad sobre la moda respectivamente, el magazín del tesoro debe pasar de ser una publicación de centro comercial a una publicación de moda en su totalidad. Debe ir más allá del centro comercial y asumir el compromiso de ser la principal publicación de moda de la ciudad; patrocinada por un centro comercial, que es diferente a que promociona un centro comercial. Aun así en las producciones fotográficas muchos de los elementos seguirán siendo del centro comercial como un lugar donde hay una oferta importante de productos de moda, porque no solo es mirarse hacia adentro y hablar de lo que pasa en la moda en esta ciudad, es asumir el rol de actor dentro de nuestro incipiente sistema moda, es promocionar, patrocinar y dar a conocer los diferentes talentos que en esta ciudad ocurren.

Porque yo no veo problema con que la revista sea de un centro comercial, este a al final puede ser un mecenas más generoso para la moda, que cualquier grupo económico que ve la revista como un simple negocio.


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