The Constructed Moment

This blog discusses the way in which we design, make, select, evaluate and publish fashion and advertisement photographies as a sub-genre. This is a place of reflection. We have no unveiled truths, yet we are seeking answers.


miércoles, 20 de agosto de 2014

De aquí para allá.

Text in english, here





“Al mismo tiempo, lo europeo no es natural en nosotros. Somos seres frustrados. Todo el que aprende a leer en Suramérica, se avergüenza de ésta y de sí mismo y de sus padres; si es rico y viaja por Europa, gasta demasiado y simula vicios y lujos para hacerse perdonar su origen; si político, extrema las prácticas europeas. …
Todo lo imitamos y nada es natural en nosotros. Un francés me decía: “¡Pero deme suramericanismo! Sería un triunfo si presentáramos en París lo suramericano...”.
 Le contesté que lo suramericano era lo parisiense, pero prostituido.”
 —Fernando González




En los últimos días he estado mirando la versión latinoamericana de Vogue con mayor detenimiento. Siendo sincero, es la versión de Vogue que miro con menos entusiasmo: siempre la veo con la sensación de que es menos que sus hermanas europeas y la norteamericana (incluso las asiáticas). Fernando González seguramente diría que es una manifestación de nuestro complejo de hijo de puta[1] y creo que dicho complejo no es ajeno a la publicación.

Así mismo, aparece frecuentemente en las tertulias con amigos del sector  el tema de la visión de la moda desde Latinoamérica, este para-occidente donde vivimos, soñamos y laboramos. Hablamos de cuál seria el enfoque adecuado para el desarrollo de nuestra industria dentro de esa intención arraigada que tenemos de conquistar o ser reconocidos por el viejo mundo.

Al final desde lo industrial hasta lo editorial siempre termino llegando a la misma conclusión: nosotros no podemos arrancar nuestros procesos en pos de los procesos americanos y europeos, es una utopía pensar que de esa manera y con nuestros recursos podremos darles alcance. No estoy diciendo que tiremos la toalla, mi punto es que sí se puede, pero no es solo un asunto de reconocer fortalezas y debilidades, es de pensar un poco al revés y tomar ejemplos de lo que funciona en otras áreas para usarlos de guía.

Es evidente que tenemos mucho que mostrar, no solo en términos de talento, sino también de recursividad. En lo fotográfico, por ejemplo, es asombroso lo que hacemos en el campo editorial y comercial con presupuestos que seguramente son una fracción de los acostumbrados por las grandes publicaciones y marcas.

Volviendo al ejemplo de Vogue Latinoamérica, llegué a una conclusión que quiero compartir con ustedes: creo que el enfoque de esta revista como líder en nuestra región –y de muchas otras que van tras sus pasos- es equivocado. Existiendo las maravillosas revistas americanas y europeas, muchas están condenadas a ser simples seguidoras. Dicen en mercadeo que cuando un nicho esta saturado se debe buscar uno nuevo. En este momento, a los ojos de europeos, asiáticos y también los nuestros, Latinoamérica se ha convertido en una fuente de inspiración, además de ser un universo creciente de consumidores.

Por lo anterior creo que algunas de las revistas líderes deberían ocuparse aun más de lo nuestro y menos de la moda europea y americana que hoy en dia está a un clic de distancia en portales y puestos de revistas donde encuentro de primera mano las novedades de los líderes mundiales de la industria.

Lo que nos deja la tarea de mostrarles de la misma forma lo que sucede en nuestro rincón del mundo. Revistas como Vogue Latinoamérica no deberían seguir el planteamiento  desde México  para el resto del continente, sino ser la verdadera fuente de información de lo que sucede en la región, para nosotros y para el resto de el mundo.

Una revista que muestre Latinoamérica en Europa, es una descabellada forma de mostrar lo que hacemos.




[1]“Hijo de puta es aquél que se avergüenza de lo suyo. Por aquí me han llamado grosero porque uso esta palabra, pero la causa está en que mis compatriotas son como el rey negro que se enojó porque no lo habían pintado blanco.”
Los negroides (Ensayo sobre La Gran Colombia) - Fernando González, 1936.



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martes, 5 de agosto de 2014

El cubo, otro formato.


O Notas a Colombiamoda 2014. 
Segunda parte



“La moda padece del fenómeno avestruz: cree que con esconder la cabeza se resuelven todos los problemas. Hay que enfrentar, aceptar y corregir.”
— Anna Fusoni —





Continuando con mis reflexiones sobre la pasada Colombiamoda, comparto con ustedes otro tema que considero de gran importancia. Aunque me alejo de los linderos de lo fotográfico, sigue en continuidad con la primera parte de mi análisis a los formatos de Colombiamoda.

En este caso el tema es el Cubo de El Colombiano, los espacios para los nuevos diseñadores y la cantidad de información que se genera en un evento de esta magnitud.

Por mi labor académica y profesional conozco de primera mano el trabajo y esfuerzo con el que los jóvenes diseñadores realizan sus colecciones, y la frecuente necesidad en este medio del soporte de un tercero para salir adelante.  En eso, el apoyo de los editores de los medios es fundamental, ya que ellos no solo están en la posición de difundir a diferentes públicos, sino que pueden convertirse en validadores y reales patrocinadores de pasarelas al interior de los diferentes eventos, tal es el caso de Infashion y Fucsia o Caracol con Non Stop.

Non Stop tuvo más aciertos que deficiencias, sin dirigirme en mis comentarios a las propuestas de diseño. Este desfile diario abría la programacion en la pasarela 2, cuyos inconvenientes se analizaron en la entrada anterior. Pero adicionalmente, Non Stop pecó en su duración  ¿Qué cadena de sucesos llevó a un evento de 4 pasarelas de más de hora y media el último día de la feria? Debemos recordar además que cada hora había una nueva pasarela por cubrir.

¿Cómo se controlaron los tiempos? Sumémosle a eso el remate musical del rapero, donde observamos fallas en el protocolo de las pasarelas de moda, no solo de asistentes –como yo- deseosos de salir, sino de los organizadores, faltos de atención a los tiempos estipulados del evento.

Presentar a varios diseñadores en un mismo formato es posible, lo demostró la pasarela rosa con una cantidad de diseñadores y una noción clara de los tiempos. En el pasado, las pasarelas LAF también demostraron que creadores con amplia trayectoria son capaces de encajar en estos formatos breves, teniendo claro que lo importante es la exhibición de la colección y que los tiempos largos y los performances complicados son un asunto mejor llevado en pasarelas individuales que en pasarelas colectivas (Tema al que nos hemos referido anteriormente).

Es claro que el Non Stop es el espacio para los nuevos talentos, y eso hay que aplaudirlo, apoyarlo y desear más alternativas similares. Pero este no era el único. El Colombiano presentó también El Cubo, del cual mis observaciones no solo son fotográficas: la iluminación era irregular por la filtración del sol de la tarde, dificultando el registro, además de una cuestionable ubicación en la plazoleta y diseño interno del espacio, temas adicionales que solo mencionaré en esta línea.

Imagen enconrada en internet, Lamentablemente no tenia créditos del fotografo.


Durante la feria indagué con varios editores y blogueros si habían pasado por el Cubo y la respuesta fue negativa. Mientras escribía esta entrada repetí la pregunta por twitter, con más afirmativos pero a asuntos muy puntuales.

No es culpa de los editores. Suponer que podrán asistir a un desfile cada media hora, paseando entre pasarela 1, Cubo, pasarela 2, Cubo y así sucesivamente, es mucho pedir. Incluso si la programación fuera puntual (que tampoco fue el caso).

Vivimos tiempos de saturación de información, donde generar contenido es obligatorio. Asistir, editar y redactar todo eso es muy complejo. Los medios de mayor divulgación no pueden aumentar sus parrillas impresas o el tiempo al aire para dar abasto a una mayor cantidad de sucesos. Las publicaciones digitales tampoco son capaces, ya que la mayoría son organizaciones unipersonales, superados por esta maratónica jornada de más de 8 horas de desfiles cada media hora, limitándolos para subir contenido de calidad.

Queda entonces un incremento en el ruido virtual: más eventos y más participantes significa más tweets, uso de Hashtags y otras interacciones en red que dan la sensación virtual de que se vive la feria, pero en términos reales es difícil medir si ese aumento del ruido significa un aumento de calidad de información dentro del evento.

Más desfiles no significan necesariamente una mayor divulgación de la moda. Hay espacio para más talentos y mejores números para los balances, pero no debe solo evaluarse el impacto en cantidades sino en trascendencia para los involucrados.

La misma lógica con la que se construye Textiles2 en el marco de Colombiamoda podría dar para un Moda2 o semillero de diseño en Colombiatex, con espacios como el Cubo, Non Stop o formatos similares no tan desarticulados como los Fash Mob (del que también  se escribió en su respectivo momento).  Creo entonces que el espacio para estos nuevos talentos debe incluir a la prensa y nada mejor que el primer semestre del año, pues ofrece mejores oportunidades de visualización y establecer mejores relaciones con los editores de moda. También es una temporada en la que muchos medios cuentan con más espacio disponible para hablar de diseño y moda. 

Creo que parte de la apuesta por hablar de un sistema moda es entender que la información no se debe concentrar en determinados momentos sino, por el contrario, manejarse con un buen flujo para proyectar todos los temas.


La próxima semana, una entrega mas, creo que la ultima. 





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