The Constructed Moment

This blog discusses the way in which we design, make, select, evaluate and publish fashion and advertisement photographies as a sub-genre. This is a place of reflection. We have no unveiled truths, yet we are seeking answers.


miércoles, 18 de enero de 2012

Catálogos disfrazados de revistas




 
 “El bruto se cubre; el rico se adorna; el fatuo se disfraza; el elegante se viste.”
— HONORÉ DE BALZAC —


  “A algunos hombres los disfraces no los disfrazan, sino los revelan. Cada uno se disfraza de aquello que es por dentro.”
— GILBERT KEITH CHESTERTON —



El gran dinamizador de la fotografía de moda son sin lugar a dudas las revistas, así mismo son un medio importante para la divulgación de la existencia, inicialmente de los productos y hoy en día para la promoción y recordación de las marcas. Por eso no es de extrañar que cadenas de almacenes, centros comerciales y muchas otras organizaciones editen, o contraten la edición de revistas para envíalas en la mayoría de los casos gratuitamente a sus clientes.

En nuestro espectro local, Medellín, generalmente nos llegan revistas de alguna entidad de salud, las que generalmente no abro, las de los centros comerciales que generalmente abro luego de verla varios días rodando por la casa y encontramos nuestras revistas nacionales y alguna que otra revista extranjera que las abro y devoro con hambre, casi como si me la fueran a quitar. Pero no me centrare ni en las primeras ni en las últimas, me quedare en las del centro, comercial. Básicamente estamos hablando de dos publicaciones: la del Centro Comercial el Tesoro y categoría Oviedo.

Al final del día, siempre que las veo, llego a la conclusión que son catálogos disfrazados de revistas, se hace evidente que su principal función es catalogar los productos del centro comercial, no ser revistas, la revista es la forma que se adopta para ofrecernos los productos, marcas y servicios que el centro comercial ofrece.
Las revistas, al menos las de moda que es el disfraz que usan, se caracterizan por su propuesta creativa, por la variedad de los colaboradores que en ellas aparecen. Al respecto ha sido una buena decisión la del tesoro de ampliar la base de fotógrafos, creo le dio dinamismo a la publicación, una revista de un solo fotógrafo tiende más a monografía que a una multiplicidad de visiones, que es lo que el director de arte de una publicación coordina numero a numero para hacer más entretenido el recorrido por esta. Aparece entonces el problema de la falta de estilos definidos en nuestro medio para hacer una mejor dirección en ese sentido. Y una manera sencilla de probarlo es hacer el siguiente ejercicio: trate de adivinar de quien son las fotos.

Pero en la revista del tesoro el acierto anterior se desluce en la diagramación; el terminar el editorial en página izquierda para dar la derecha a una publicidad es una de esas novedades que he ido viendo ganar terreno pero desmerecen la publicación, refuerza el sentido comercial de esta, te recuerda que están ahí por o para la pauta, No creo ese un recurso valido para una revista exitosa, lo dejo más para una revista como Soho donde su ánimo comercial parece ser más importante que su espíritu editorial. Así mismo el recurso de diagramar muchas imágenes en página en algunos de los editoriales me parece un retroceso, casi histórico podría decir; inicialmente las revistas no tenían imágenes en página completa, eran un salpicón de diferentes imágenes, ilustraciones luego fotografías ya hay demasiada imagen fragmentada al mostrar los productos para llevar esto también a los editoriales. En mi conclusión contrario a la enseñanzas de Alexander Liberman, el gran director creativo de Vogue, están adaptando el material a la diagramación y no la diagramación al material, lo grafico está desluciendo lo fotográfico. 

Bueno, parece que terminamos hablando de la del magazín del tesoro, pasemos a categoría de Oviedo, en realidad la pionera, al menos en nuestra ciudad, si estoy equivocado infórmenme, pero que creo se quedó atrás, sus últimos cambios no han sido para mejorar, el retirar el editorial de moda en números pasados y remplazarlo por fotos de pasarela me pareció desacertado, la pasarela es una forma más abstracta de comunicar los cambios de tendencia, de alguna manera hay que estar más concentrado en mirar la prenda y entender los cambios que propone, el editorial en cambio en su presentación trata de aportar al entendimiento de la tendencia por parte del espectador haciéndolo más ameno. Así mismo las portadas de celebridades me parecieron una desconexión total, una celebridad mundial para pasar a los contenidos interiores y el visitante del centro comercial. El salto de lo más a lo menos era demasiado grande, uno se perdía en el medio. Parece que ambos cambios no funcionaron y retoman el camino anterior, amanecerá y veremos, en mi opinión es el momento de un rediseño total a esta revista, el disfraz esta rasgado y se ve el personaje debajo, es hora de disfrazarse nuevamente y porque no, más que disfrazarse pensar en lo impensable, transmutarse en una verdadera revista.

Un asunto no tan complejo, pero no es el objeto de este blog decir cómo se hace.

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