The Constructed Moment

This blog discusses the way in which we design, make, select, evaluate and publish fashion and advertisement photographies as a sub-genre. This is a place of reflection. We have no unveiled truths, yet we are seeking answers.


jueves, 13 de diciembre de 2012

La técnica y la imagen





“Si veía algo a través de mi visor que me resultaba familiar, hacía algo para cambiarlo.”
 – GARRY WINOGRAND –


Uno se convierte en fotógrafo cuando ha superado las preocupaciones del aprendizaje y en sus manos la cámara se convierte una extensión de uno mismo. Entonces comienza la creatividad.”
– CARL MYDANS –


 


Veía hace una semana unas fotos que llame horrendas vía twitter, y los que me conocen saben que aunque crítico, pocas veces uso ese tipo de calificativos para describir las imágenes de otros. Así no parezca trato de respetar el trabajo de mis colegas y así mismo el de mis alumnos en el cual se corrige o critica lo que a mi consideración se puede mejorar, pero en lo posible tratando de destacar lo positivo.

Pero un fondo arrugado, unos trípodes amarillos en las esquinas y unas cabezas cortadas por el cuello son demasiados errores juntos.

Pero la intención no es hablar de las fotos arriba mencionadas, ellas son solo el pretexto para ordenar varias ideas que tengo hace días en la cabeza, y que arrancan con una reflexión sobre lo técnico. En días pasados ayude a juzgar el concurso de un grupo de amantes de la fotografía. Uso el término porque hacen la fotografía con pasión, es su hobby y lo realizan con una excelente calidad técnica.

Efectivamente,  eso vi en la mayoría de las imágenes: fotos muy bien realizadas pero con contenidos muy tradicionales, no había muchas cosas novedosas y entendí a alguien que hablaba de las “fotos de organizaciones fotográficas” aunque siempre con excepciones, se repiten las mismas imágenes los mismos temas y se eternizan un tipo de fotografías con una muy buena realización pero con una evolución estética menor. El grupo, y creo aquí podemos hablar de cualquier grupo fotográfico incluido los grupos que trabajamos diferentes temas comerciales, definen que es lo que es correcto y lo terminan defendiendo a cabalidad, los nuevos que llegan a estos grupos lo hacen con la intención de mejorar su fotografía, enfocandose principalmente en lo técnico ya que siempre será más fácil explicar lo erróneo de un ángulo torcido, un desenfoque, una foto movida o algún otro problema de este tipo, que un asunto de discrepancia estética el cual puede ser más difícil de analizar y socializar con el grupo ya que las apreciaciones sobre la imagen son más heterogéneas. Lo anterior también se cumple en las organizaciones educativas aunque con una mejor fundamentación en lo estético pero casi siempre con una preponderancia de lo primero sobre lo segundo. No solamente enseñamos como se debe hacer la imagen, sino también como se deben ver.

Pero en ocasiones encontramos cosas que consideramos técnicamente mal hechas, usadas como exitosos recursos comunicativos para la imagen, y es esa comunicación la validación de dichos recursos. Llegando algunos de ellos a popularizarse de tal manera que empezamos a verlos repetidos convirtiéndose en clichés de la imagen: algunos en forma de filtro fotográfico (muchos de los de instragram son prueba de ello ya que recopilan errores ópticos, de exposición y/o revelado) , pero también puede ser una solución al interior de la imagen como un ángulo torcido, una tela arrugada o unos trípodes al interior de la imagen.

Y es por lo anterior por lo que a veces nos es tan difícil explicar a nuestros estudiantes cuando nos preguntan: ¿Por qué a nosotros nos dicen que esto no se puede hacer y mire a tal fotógrafo como lo hace?

Y al final mi conclusión es contundencia, en estos fotógrafos primero vemos lo que hay en la imagen que los errores que pueda tener, estos ayudan a reforzar lo que la imagen quiere contar, o el contenido de la imagen es tan destacable que el error pasa a un segundo plano.

Eso es lo que hay que entender al fotografiar muchos objetos o vestidos ya sea con una intención artística y/o comercial. El sujeto de la imagen es importante para el que la realiza, pero no siempre lo es para aquel que la aprecia. Para venderle el sujeto, a este observador, hay que venderle la imagen; hay que seducirlo.

Es necesario pasar sobre lo técnico para comunicar el contenido de la imagen, y recuerdo una lección ya compartida en este blog, que aprendí hace muchos años de esta organización a la que en días pasados les juzgué sus fotografías: “La técnica debe pasar desapercibida.”



viernes, 30 de noviembre de 2012

Un tema recurrente




“La fotografía publicitaria … le exige una adaptabilidad a los intereses comerciales que tienen por finalidad el aumento de las ventas o servicios.”
— JOSÉ MANUEL SUSPERREGUI —


“Se trata de un trabajo en equipo donde confluyen multitud de seres sensibles, hacer que se cree un lugar de diálogo es tarea del fotógrafo.”
— JUAN L. SANTA-CRUZ. —




Hay temas que son recurrentes, y uno de ellos es el de los diferentes roles y nuestro desempeño como equipo de trabajo en una sesión de fotografía de moda. 

Aunque inicio esta entrada con la idea que hay clientes de los cuales no comprendo el criterio con el que escogen a la modelo y como permiten que ella con sus caprichos acerca de su presencia desdibujen la imagen de las  compañías para las que trabajan, lo cual creo un tema ya tratado.

En entradas pasadas hemos hablado del papel de las modelos de su importancia para concretar la imagen. Que en realidad el valor de la modelo radica en su capacidad de identificarse con el grupo social al cual va dirigida la imagen y/o poder encarnar el rol que de ella se requiere para la elaboración de la fotografía.  Que no necesitamos divas/modelos sino modelos comprometidas con la imagen.

De los fotógrafos hemos dicho que en muchos momentos deben poner su conocimiento técnico y estético en función de la estética de la marca para la que trabajan.  Y similar podemos decir de estilistas, maquilladores y peinadores. Todos están reunidos en función de la imagen que se ha de realizar para un cliente, y dependiendo de este cliente y los consumidores finales, los clientes del cliente,  la libertad creativa pude ser mayor o menor,  pero a eso hemos de atenernos cuando realizamos un trabajo comercial.
Asi mismo cuando hablamos de los clientes y fotógrafos a veces es difícil entender los criterios con los que estos nos seleccionan, por ejemplo: como clientes que supuestamente tienen una imagen diferenciada la contratan como si fuera una fotografía de volumen.

Porque si nosotros reflexionamos sobre nuestra responsabilidad como integrantes del equipo de trabajo, debemos hablar también de la responsabilidad de los clientes, ellos están obligados a saber lo que quieren y como lo deben lograr, así mismo evitar que la sesión se desvié de sus intereses comerciales pero entendiendo que se trabaja con un  equipo creativo al cual hay que comunicarle claramente sus necesidades como forma de encausar esa creatividad. Un cliente no debería permitir que los egos u otro intereses de aquellos que trabajan para el entorpezcan la materialización de su labor comercial que se da en una sesión fotográfica. Pero para eso deben entender mejor la imagen y su construcción o comunicar claramente sus necesidades y entregar su confianza en su construcción al equipo que eligió para la realización del trabajo.  Es claro que el conoce el cliente final mejor que nadie, pero que el equipo de trabajo puede conocer de la realización de la imagen mejor que él, por más catálogos y producciones que haga al año seguramente uno hará muchas más.

Necesitamos de reflexionar sobre la profesionalización del sector, como una manera de todos podamos disponer de mejores condiciones para la realización de nuestras respectivas actividades.  Porque fuera de una manera de ganar dinero con nuestro trabajo, este sector es, para muchos, también un medio de crecimiento personal. 

Pero esa reflexión no es solo para nosotros y nuestros equipos de trabajo, es también para los clientes. Porque si nosotros nos preguntamos ¿qué es lo que estamos haciendo?, saben ellos ¿qué es lo que están comprando?




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jueves, 15 de noviembre de 2012

Moda, cine y fotografia


continuación el texto de memorias de mi conferencia en al pabellón del conocimiento en Colombiamoda 2012.  





El mundo desde la lente de la moda. 

Moda, cine y fotografía





"La fotografía alimentaba la moda y la moda alimentaba la fotografía y todo estaba influido por la música, el cine y todo que estaba pasando. "

    HERB RITTS —




Hablar de moda, cine y fotografía, supone explicar los vínculos entre ellos. Más que definiciones es un ejercicio de determinar relaciones: como cada uno ha alimentado a los otros, lo que inicialmente supone hablar del cine y fotografía, moda y fotografía, y moda y cine. Y aunque mi perspectiva en esta disertación es precisamente la de un fotógrafo de moda, es necesario analizar las relaciones de la fotografía y el cine con la moda, no solo por el entorno en el que se desarrolla esta conferencia, sino también para luego de despejar el tema, adentrarnos en los terrenos de la imagen.

Relacionar la moda y el cine, es referirse principalmente al vestuario. Uno de los elementos que permite caracterizar a los personajes y que en determinados momentos puede ser un factor de primer orden en la imagen. Iniciamos con diez famosos vestidos del cine de todos los tiempos; algunos de ellos reflejo del momento que se dice representar. Otros iconos de la moda y el cine como el vestido blanco de la escena del metro que uso Marilyn Monroe en la película The Seven Year Itch de 1955 diseñado por William Travilla. Vendido hace un año por más de 4 millones de dólares. Sin embargo, la relación moda cine no es exclusivamente dada en ese sentido; la moda y su mundo se constituyen en inspiración temática del cine, no sólo desde la vida de sus diseñadores sino también desde la representación de otros actores de la industria por ejemplo los editores de revistas.

Acerca de la fotografía y la moda, podemos decir inicialmente que hay una especialidad llamada fotografía de moda, que abarca, concreta y hace manifiesta esta relación. Si hablamos de fotografía y moda, entonces hablamos de fotografía de moda.

A lo largo de los últimos cien años, la fotografía de moda se ha desarrollado en las revistas de moda, pero se ha diversificado en diferentes tipos de publicaciones como los catálogos y las piezas publicitarias por lo que podemos decir que hay lenguajes específicos para hablar sobre la tendencia, el producto y la marca respectivamente, sin dejar de mencionar algunos que podremos llamar más recientes, por ejemplo las imágenes de belleza o los portafolios de modelos que siguen siendo lenguajes dentro de lo que llamamos la fotografía de moda.

La fotografía de moda tiene su origen en un género no solo fotográfico sino pictórico que es el retrato: Las primeras fotografías de moda eso son; retratos de mujeres que lucen algunas de sus posesiones más preciadas: los vestidos y los complementos que las acompañan en un momento casi ceremonial como es el de los primeros retratos. Estos retratos donde es clara la identidad del personaje; esta última característica cambia de retrato a fotografía de moda cuando con la aparición de las modelos ya no hablamos de ellas como individuos sino como mujeres que representan un grupo social al cual deseamos llegar.

Aparte de las revistas con sus fotografías, otro comunicador de la moda ha sido el cine, que no solo utiliza el vestuario para la recreación artística de la historia que nos presenta, sino también ha sido el otro gran difusor, más que de tendencias, de ideales de mujer. Fenómeno que se consolida con el llamado star system lo que nos permite llamar al cine, la fábrica de iconos.
Luego pasamos a la relación de la fotografía y el cine, dejaremos enunciada la discusión de si el cine es fotografía en movimiento, para explicar su origen. Pero hoy sería más sensato llamarlo imagen en movimiento. De la misma manera que la fotografía pierde su carta de naturaleza ante los nuevos fenómenos tecnológicos, el cine usa otro tipo de imágenes que le permiten explorar sus fronteras y encontrar nuevos caminos como arte que es.
La relación entre cine y la fotografía es profunda y no queda alterada por la discusión anterior. Como toda relación, necesita parámetros para ser estudiada y es a partir de dos preguntas que nos concentraremos en esta conferencia: ¿Qué podemos llamar “lo fotográfico” en el cine? Y ¿Qué podemos llamar “lo cinematográfico” en la fotografía? específicamente en el campo de la de moda.

De lo fotográfico en el cine encontramos relaciones en lo técnico, lo temático y lo estético. En lo técnico hablamos del signo o huella de lo fotográfico en el cine, manifiesto en las interacciones de las películas, la óptica y la luz. En lo temático nos referimos a la fotografía y los fotógrafos como inspiración para el cine siendo un perfecto ejemplo de esta reflexión la película Blow-Up de Michelangelo Antonioni inspirada en el fotógrafo de moda londinense David Bailey quien vivió en el Londres de los 60, entre fiestas con famosos y amores con las modelos (Jean Shrimpton) adicionalmente a su matrimonio con la famosa Catherine Deneuve. Por último tenemos lo estético, manifiesto en la percepción popular de lo que llamamos la fotografía en el cine lo que nos refiere a la imagen, su solución formal y en la mayoría de los casos a su belleza.

De lo cinematográfico en la fotografía de moda, podemos hablar de: lo escenográfico[1], que es retomado por la fotografía contemporánea como manera de crear espacios fantásticos registrados desde lo fotográfico como evidencia de su realización, lo que permite contextualizar situaciones por fuera de cualquier estrato socioeconómico ubicando la ficción en una escala superior. La luz justificada, que trata de que la luz corresponda a esquemas reales. La mirada subjetiva o furtiva, que se traduce en encuadres con objetos desenfocados en el primer plano. La actuación en los modelos, llevándolos más allá de la pose a situaciones dramáticas con lo que se puede aumentar la intensidad de la imagen. Y por último la narración fotográfica, expresada por ejemplo, en las series de imágenes que cuentan historias buscando lograr el efecto narrativo del cine. Pero también podemos enunciar la relación de enfoque y desenfoque en la imagen que se da con reducidas profundidades de campo, que aunque fotográfica, se distingue por ser una solución particular de la imagen apropiada por el cine. Me refiero a la óptica de 50 mm con aberturas máximas de f/1.2 que se percibe como parte del lenguaje cinematográfico.

Y para terminar presentamos los no tan nuevos pero si muy actuales géneros que unen cine, moda y fotografía como el fashion film, y los cortometrajes publicitarios. Lugares donde confluyen moda, fotografía e imagen en movimiento. Herramientas no solo de comercialización de la moda sino también herramientas de exploración de un medio en permanente búsqueda del cambio.



Fe de erratas
Cuando hablo refiriéndome al vestido de Lo que el viento se llevó, 1939  de la no existencia del Oscar, me refiero que no existía el Oscar de categoría de vestuario. Esta categoría se creara en 1948.
En el minuto 18 hablo del Baron de Meyer que ve las fotos de Munkacsi, me refería a Conde Nast.




[1] Los orígenes de la escenografía se remontan al teatro de la Antigua Grecia. Los griegos incluso desarrollaron un artefacto capaz de cambiar las decoraciones de acuerdo a las distintas escenas, denominado periacto.

miércoles, 7 de noviembre de 2012

Son 150







"El espíritu de descubrimiento y la celebración de lo singular y nuevo es lo que hace a una gran editora."
    MARC JACOBS —
Sobre Diana Vreeland




“Mi papel en una revista consiste en concebir la mezcla adecuada de los diferentes temas y estilos de los fotógrafos”
— DONAL SCHNEIDER —
Director artístico de Vogue Francia 1994- 2002






A punto de dejar de circular su edición 150, y ya en línea, no podía dejar de pasar la oportunidad de escribir nuevamente acerca de Soho. Si se preguntan porque la menciono permanentemente en el blog, es básicamente por dos razones: la primera es una de las revistas más vistas en el país donde frecuentemente se habla de la calidad de sus fotografías. La segunda es que creo que al estar en esa posición mucho de lo que en ella se hace termina siendo legitimado. Tanto lo bueno como lo malo, y es eso ultimo lo que a veces me preocupa consiente de la importancia de los medios impresos para el desarrollo de la fotográfica como arte y/o medio comercial.
Aclarado lo anterior lo diré cortamente: me gustó mucho la Soho 150, en su contenido más no en su forma.


Es de destacar y aplaudir que este número promociona la variedad en la estética femenina, belleza cotidiana lo llaman ellos, y de alguna manera mitiga el constante bombardeo de cuerpos perfectos,  aunque creo se puede decir, el mismo cuerpo puesto en diferentes rostros. Aclaro también que eso de cuerpos perfectos  es altamente discutible y es una posición que no lo defenderé.  (Para aclarar mi posición acerca de este punto pueden ver una entrada anterior.)

Íbamos entonces en que la variedad de cuerpos presentados en este número se convierte en un mensaje positivo, no se necesita el llamado cuerpo prototipo para ser bella, como diría el refrán , “ en la variedad está el placer” y este número trata de llenarnos de variedad, al menos en cuanto a modelos se refiere.

Pero la forma fotográfica me deja un sinsabor, parece que los fotógrafos colombianos, o al menos los de Soho, solo son capaces de hacer esta imagen cotidiana de rincón de casa con recursos técnicos pocamente elaborados?  A lo largo de sus 150 números la revista nos había presentado diferentes estéticas, pero estas cada vez se ven menos y parece empieza a predominar esta solución de la imagen. Si la revista habla de variedad ¿porque las diferentes estéticas para la elaboración la imagen no están representadas en este número?  Y aclaro que no tengo nada contra estas imágenes domésticas, lo que discuto aquí es una receta que resulta muy repetitiva, que ofrece muy poca variedad y más si tenemos en cuenta que es un numero demasiado grande.

Desde la portada se ve cómo será el postre diría Chespirito confundiendo un par de refranes, pero no la idea central que quiero expresar. Pongo en colación una serie de fotos de varios fotógrafos para que ustedes juzguen mi punto, me encanta la modelo de portada, odie el acabado chapucero de la imagen. ¿Porque no hacer una foto altamente seductora?  ¿es que ella no lo merecía?, ¿es que era difícil de hacer? ¿Es que no queríamos comunicar que la diversidad puede ser seductora? 



Porque a veces creo que en ese exceso de cotidianidad se está escondiendo una falta de elaboración técnica y conceptual, la cual puede ser util en algunos casos y del gusto de muchos pero no de todos y menos para un número tan extenso. Pareciera que una gran parte de las imágenes fueran de la categoría amateur de cualquier sitio erótico y no de la revista erótica mejor posicionada en este país. Miro por ejemplo la modelo 107 Ana Maria Cano, por cierto imágenes sin crédito, algo se destaca de esas imágenes, son una pausa en el camino, el negro y la luz frontal las hacen algo diferentes. Esa es la sensación de sorpresa, la que creo debió haber tenido todo el número,  no solo una sorpresa en la mujer presentada en cada imagen  sino en la estética fotográfica que se seleccionaba para acompañarla. 

Así hubiéramos tenido una verdadera celebración de la diversidad.



Pd
Les dejo este link para que miren variedad estética para el tema del desnudo.


miércoles, 31 de octubre de 2012

El Tesoro Magazine, una revista en proceso.






“Mi papel en una revista consiste en concebir la mezcla adecuada de los diferentes temas y estilos de los fotógrafos”
– DONAL SCHNEIDER —
Director artístico de Vogue Francia 1994- 2002




“Yo creo que la fotografía y lo que se ve en la revistas eleva el nivel de la moda y de esta manera la gente es más consiente de la moda.”
— HERB RITTS —





En el pasado Ixelmoda me entregaron la revista del parque comercial El Tesoro con un comunicado de prensa, donde si mi interpretación no me falla, es clara la intención de posicionar a la publicación Del Tesoro como la tercera revista de moda del país, según mis cálculos detrás de Infashion y Fucsia respectivamente. 

En algunas de las apreciaciones del comunicado, el cual no conservo, concuerdo. El magazín es bien hecho con editoriales de calidad. Y si es válido el comentario con muy buen gusto, es evidente que es una publicación que mejora con los años. Como interesado en la fotografía y la moda creo que a la publicación del tesoro aún le falta afinar algunas cosas para poder llamarla revista en propiedad. (Ver una entrada anterior) Porque si los paisas declaran que las publicaciones bogotanas son muy centralistas y no miran la provincia, las publicaciones de centro comercial pecan también de centralistas ya que no miran más allá del centro comercial.

Para mi es claro que en Medellín faltan publicaciones impresas de moda, es un asunto que he mencionado varias veces en este blog. Asunto en el que creo todos los interesados desde el aparato gubernamental hacia abajo se hacen los bobos. ¿Cómo hablar de un sistema moda sin revistas de moda? Porque más allá de la proliferación de blogs y portales como nuevo lenguaje, los impresos siguen siendo vigentes y necesarios. Las publicaciones de moda no solo registraron los sucesos históricos del mundo de la moda, algunas fueron actores de primer orden como herramientas para la divulgación de estilos y tendencias, así mismo son ellas en parte las promotoras del ideal de belleza imperante hoy en día. Una ciudad de moda, si así quiere llamarse, debe tener publicaciones que registren, analicen, eduquen y tengan una posición clara acerca del fenómeno de moda.

Es esa falta de publicaciones impresas de moda donde la revista del tesoro ha llenado y puede llenar aún más un espacio importante. Considero que se han movido en el sentido correcto en muchas de sus decisiones, por ejemplo su reciente variedad de fotógrafos ha aportado un aire fresco a la publicación, sin embargo no me parece suficiente, deben mejorar la mezcla de los diferentes estilos fotográficos ya que tienden a ser uniformes, y oscila en lo que llamaríamos el estilo clásico y el romántico. ¿Han contado la cantidad de papel tapiz que aparece en los editoriales de las últimas ediciones? Hay otras tendencias o estilos dentro de la fotografía de moda que permiten llegar a otros públicos que en mi pensar también son de la revista y le aportarían una variedad estética a esta. A modo de ejemplo miren la mezcla editorial, nivel de conceptualización fotográfica y propuesta gráfica de la revista de Bergdorf Goodman, la famosa tienda Neoyorquina del mes de mayo (link) Notaran una variedad de estilos fotográficos en los editoriales presentados. Para que quede claro, creo que el asunto no es de calidad de lo fotográfico, el asunto es de la mezcla editorial, lo que corresponde al trabajo del editor creativo.

Si la intención es competir con revistas como Infashion o Fucsia, que plantean una visión más profunda o de variedad sobre la moda respectivamente, el magazín del tesoro debe pasar de ser una publicación de centro comercial a una publicación de moda en su totalidad. Debe ir más allá del centro comercial y asumir el compromiso de ser la principal publicación de moda de la ciudad; patrocinada por un centro comercial, que es diferente a que promociona un centro comercial. Aun así en las producciones fotográficas muchos de los elementos seguirán siendo del centro comercial como un lugar donde hay una oferta importante de productos de moda, porque no solo es mirarse hacia adentro y hablar de lo que pasa en la moda en esta ciudad, es asumir el rol de actor dentro de nuestro incipiente sistema moda, es promocionar, patrocinar y dar a conocer los diferentes talentos que en esta ciudad ocurren.

Porque yo no veo problema con que la revista sea de un centro comercial, este a al final puede ser un mecenas más generoso para la moda, que cualquier grupo económico que ve la revista como un simple negocio.


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