The Constructed Moment

This blog discusses the way in which we design, make, select, evaluate and publish fashion and advertisement photographies as a sub-genre. This is a place of reflection. We have no unveiled truths, yet we are seeking answers.


Mostrando entradas con la etiqueta Educación fotografica. Mostrar todas las entradas
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miércoles, 26 de febrero de 2014

Superficial no es la moda, son los políticos.





 “Una ciudad de moda no es una entidad económica”
— VALERIE STEEL —





Frecuentemente oímos hablar de lo superficial de la moda, pudiendo decir que en realidad lo es, ya que esta habla de lo que hacemos para alterar la superficie de nuestros cuerpos y no del interior de ellos. Pero nuestro interior complejo se refleja en la moda. Es por eso que ese calificativo de superficial, de la moda, en ningún momento es sinónimo de lo simple. Superficiales podemos llamar a los políticos que se cubren de discursos pero en su actuar son vacíos.

Veo la convocatoria publica 2014 Arte y Cultura para la Vida antes Becas para la Creación Artística y Cultural y no hablaré aquí de los cambios, no es el espacio, pero si reiteraré la falta de estímulos para la creación artística en el área de moda. En el pasado hemos encontrado estímulos en fotografía relacionados con la arquitectura para estar acorde con algún evento mundial del tema que sucedería en los meses siguientes, así mismo este año encuentro una” Beca de creación artística enfocada a la prevención del embarazo adolescente” tema de gran importancia debido a sus graves repercusiones sociales.

Entonces sí se pueden enfocar en temas específicos: ¿Por qué la moda que recibe visitantes dos veces al año no tiene espacio para una beca de creación? más aún si la administración de la ciudad, en sus discursos, dice apoyar la vocación de Medellín como ciudad de moda.

Así mismo en días pasados confirmé lo difícil que puede ser acceder a algunos espacios públicos, en algunos casos manejados por fundaciones, por ejemplo la estación del Ferrocarril de Antioquia, la cual maneja y controla la Fundación Ferrocarril de Antioquia de la cual “Un año después de su creación se vinculó en calidad de fundador adherente, el Municipio de Medellín.” (La cita corresponde a la página de la Fundación) así mismo más adelante en la página manifiestan que “trabajamos en la difusión de nuestra cultura patrimonial“.  Si facilitar un espacio para hacer un editorial de moda para una revista no clasifica como un medio de la difusión de la cultura patrimonial, y más una revista con amplio tiraje y circulación. Me queda difícil entender como dan cumplimiento a dicha tarea.

Creo que cuando hablan de divulgación no está circunscrita al ámbito arquitectónico, sino a diferentes medios que permitan llegar a otros públicos. Ese espacio no creo sea exclusivo para la arquitectura, y en ese sentido creo muestra la falta de una cultura de moda, y editorial, más arraigada en la ciudad. Lo cual resulta siendo el tema de fondo de esta entrada.

Creo que los espacios públicos, y aquellas organizaciones que reciben fondos del municipio deberían tener unas políticas claras desde la Alcaldía, que ayuda a su subsistencia como organizaciones, al respecto de cuando se presta una locación sabiendo que se tendrá como contraprestación la divulgación de algunos de los valores con los que esta comprometida la ciudad, así mismo en cuales momentos se cobra ya que el fin de la imagen será mucho más comercial. He de aclarar que en el pasado usé y se pagó por el uso de la estación del Ferrocarril de Antioquia para la elaboración de un catálogo y para tal fin me parece que pagar una locación es totalmente válido, al fin de cuentas esas imágenes se están utilizando para vender el producto en concreto que aparece en las imágenes.

Por otro lado en las fotos editoriales aunque se muestran muchas cosas, no está en el negocio de vender lo que aparece en la imagen; está comunicando una idea sobre la que desarrollan las fotos. Tengo claro que se vende una revista, pero en la revista más que productos se venden ideas y en este caso la materialización de un vestido, que es tan importante como la materialización de una locación. En una publicación de novias, la novia que la ve, no solo se antoja de vestidos y peinados, se antoja de la locación y toda una serie de productos afines.

Es tan importante mostrar lo nuestro que hay varias organizaciones haciendo lobby para que las publicaciones internacionales saquen una sola página donde se hable bien de Colombia, así mismo muchas organizaciones nacionales hacen lo propio como un método de apoyar el turismo y posicionar las diferentes regiones.  Al final puedo afirmar que se perdió un espacio para mostrar una de nuestras joyas arquitectónicas, además que podía haber desembocado en un nuevo uso para ese bello espacio de la ciudad. Porque si hablamos de dinero para la fundación, es mejor fuente de ingresos alquilarlo para bodas con cierta regularidad que para editoriales en los cuales los espacios tienen ciclos de uso determinados por varios fenómenos.


Señor alcalde, ya lo dice la señora Valerie Steel, una autoridad en el tema de moda, de pronto poniéndolo en sus palabras la idea genera al interior de su administración una reflexión mas profunda: “una ciudad de moda no es una entidad económica” construir una ciudad de moda no es solo apoyar las industrias que manufacturan productos de moda para exportar; es entender la moda como un fenómeno aún más complejo, no solo de actividad económica, sino también cultural; apoyar no solo la manufactura, y el diseño, sino también fenómenos mas abstractos relacionados con la creación de imaginarios de moda, que no tienen que ver directamente con la creación de empleos, sino con la creación de ideas; ideas que se transforman y logran que las ciudades tengan algo que contar. Porque si es por la manufactura de productos de moda, Asia tendría ya muchas capitales de moda.


A usted que tanto le gustan los calificativos para Medellín tales como ciudad innovadora o ciudad iluminada, para lograr el “Medellín ciudad de moda” es necesario que los discursos se apoyan con hechos en todos los frentes. De otra manera se puede terminar pareciendo superficial, asunto para el que la gente de la moda, ya tenemos calibrado el ojo. 




                                                   â

domingo, 8 de septiembre de 2013

Colaborar con la causa



“Perder es ganar un poco”
—   FRANCISCO MATURANA —

Un arreglo tiene el juego para siempre ganar: no jugar.” 
— ANÓNIMO —



Leía ya hace varias semanas unos contratos de cesión de derechos para una institución educativa y creo es necesario escribir al respecto, no solo como catarsis sino también, porque es necesario hablar de los derechos de todos los involucrados en la realización de la imagen y sopesarlo con el ejercicio académico incluyendo la divulgación de estos trabajos, ambos ítems de fundamental importancia.

Antes de profundizar, como en otros temas, creo en necesario aclarar las posturas para que al desglosar mis opiniones no queden asuntos de importancia por fuera del marco de referencia de la entrada.

Primero que todo creo que es fundamental publicar, no solo desde las revistas de moda, sino también todo tipo de proyectos editoriales, lo he dicho mil veces, va la 1001: no podemos llamarnos una ciudad de moda sin un ejercicio completo al respecto y este no termina en la confección o elaboración de los diferentes productos y su comercialización con el apoyo de la imagen fotográfica. La reelaboración o reinterpretación estética de estos objetos y productos en publicaciones es fundamental como dinamizador no solo del componente económico de la industria de la moda sino también de su componente estético. Es necesario ver de todas las maneras posibles aquellas cosas que estamos haciendo.

Segundo la actividad de la moda no solo es económica para los diseñadores o fabricantes de productos, hay un grupo importante de personas e instituciones que de alguna manera generan lucro a partir de actividades relacionadas, léase: fotógrafos, estilistas, maquilladores, productores y otros que no menciono para terminar en modelos e instituciones educativas para todos los antes mencionados.

Tercero. Aunque los contratos mencionados al comienzo de eta entrada existen, su uso en estos momentos es limitado a un grupo de imágenes en particular, más de registro pero que seguramente más adelante se exigirá a todos los que participamos en los diferentes ejercicios académicos no solo en esta institución sino en otras ya que la cesión de derechos por escrito es una necesidad que coge fuerza ya que no solo las instituciones sino también para los fotógrafos que mal hacemos cuando entregamos una imagen a un tercero, ejemplo una publicación, desconociendo a todos los que colaboraron en su realización.

El asunto es como sigue, revisando la cesión de derechos para fotógrafo y modelo encontré que el primero cede en exclusividad el uso de sus imágenes, sin renunciar a sus derechos morales. En otras palabras aunque sea un trabajo pagado o no, por cederlo en exclusiva ya no tiene derecho a usar las imágenes, desapareciendo la posibilidad para el fotógrafo de publicarlas en cualquier medio, léase un libro de su autoría, su sitio web o alguna tarjeta de promoción. Aclarando que luego de negociar los derechos de los terceros que apareen en la imagen.

Respecto a las modelos, encontré que seden su derecho a que esa imagen sea usada en cualquier uso posible.

Es en los alcances de ambas cesiones de derechos que no estoy de acuerdo. Entiendo y comparto la necesidad de las instituciones de capacitación de mostrar los resultados académicos de las diferentes materias, recopilarlos en libros catálogos y todo tipo de publicaciones con fin académico e incluso comercial. En este país no creo que se vayan a hacer ricos haciendo un libro, seguramente por eso se llaman fondos editoriales, seguramente viven raspando el fondo de la olla. Y cualquier cosa que desarrolle una industria editorial paralela a la industria de la moda debe ser estimulada y apoyada. También entiendo que es necesario para las instituciones de educación blindarse frente a una demanda por usar una imagen en una actividad de divulgación sin un fin económico concreto. Aun entendiendo que cuando mostramos nuestro trabajo en una imagen hay en ello una tarea de comercialización o publicidad y que el éxito de esta se incremente en la medida que la fotografía, la modelo o los artículos que en ella aparecen se destacan respecto a la media.

Pero en ese acto de blindarse no pueden llegar al límite de desconocer los derechos de otros. Mas cuando queda abierta la posibilidad de que una imagen llegue a una valla, a un aviso o a algún impreso con carácter publicitario, ya no estoy hablando de libros o exposiciones con una intención primordial de divulgar el trabajo sino de usos de la imagen con una intención clara de vender algún producto o servicio incluido la institución educativa o peor aún; algún tercero y es que queda abierta, para la institución, la posibilidad de ganar dinero con esa imagen, en la cual han participado estudiantes, fotógrafo y modelo. Entonces si la imagen es buena y pertinente para para un fin publicitario, creo es necesario reconocer el trabajo de sus realizadores. Para que quede muy claro, no es lo mismo un libro o una exposición de fotos en las calles de la ciudad que una valla o una pauta en algún medio, conocido o por conocer, para usar esa figura tan odiosa que aparece en los contratos donde los despojos se plantean a futuro.

Pero por todos los involucrados ceder todos sus derechos a la institución esta quede con la posibilidad de endosarlos a un tercero, eso establece a la institución como un banco o comercializador de imágenes, lo que excede la intención de creación y divulgación del trabajo y por lo tanto debería quedar expresamente prohibido en las diferentes sesiones de derechos.

Lo último puede tener tintes de exageración, pero en los términos actuales de los contratos está permitido y es por eso que creo es necesario replantear los alcances de estos contratos no solo en cuanto a la exclusividad manifiesta del uso de las imágenes por la institución, lo cual en mi buena fe puede ser entendido como un exceso de celo del que redacta la primera versión de este contrato pero sin lugar a dudas excluir la posibilidad de uso por parte de terceros, con el aval de esta. El cual debería quedar manifiestamente prohibido a todas las partes y para ser francos no es la función de la institución de educación siéndolo más de la modelo, el fotógrafo y los demás participantes de la creación de la imagen

Agrego a modo de ejemplo el que le presento a mis estudiantes en los respectivos enunciados de los ejercicios los cuales yo realizo las imágenes.

Marco legal de uso de la imagen
Al ser un ejercicio académico, la modelo, los estudiantes y el fotógrafo están informados y aprueban que la foto pueda ser publicada por la universidad, los integrantes del equipo, la modelo y el fotógrafo como muestra de sus respectivos trabajos. En ningún caso alguno de los anteriormente descritos la facilitaran para un uso comercial de esta imagen en beneficio de un tercero. Se entiende entonces que ninguno de los participantes de esta foto está autorizado por los otros a publicarla en un contexto diferente a la exhibición de su trabajo.

Ya para terminar agreguemos que los trabajos académicos no son bien pagos, son colaboraciones con algunas ideas geniales y otras por amistad. Siendo desalentador el no poder mostrar la foto a la que le trabajaste con desinterés cuando el resultado es satisfactorio y en algunos casos excelente mientras la institución la puede publicar en cualquier medio y contexto. En esas condiciones creo que buenas modelos y buenos fotógrafos no desearan participar con su trabajo en el ambiente académico, lo que al final producirá imágenes regulares que nadie querrá divulgar.


En esas condiciones será difícil colaborar con la causa.



                              §

miércoles, 15 de mayo de 2013

La foto en la que queremos estar




“La moda es el negocio de la envidia”
— MARCO RAMIREZ —



En días pasados mientras realizaba las tomas de un ejercicio con mis estudiantes de fotografía de moda de UPB, iba cavilando el discurso de la siguiente clase, nada que no se haya escrito en este blog.

La modelo es fundamental, irreemplazable  inevitable si quiere; para el éxito de una fotografía de moda.

Que todos los elementos hablan en la foto: Habla su manufactura como elemento de calidad que se aprecia en la foto, habla de abundancia o escases, hablan de lujo cuando de una manera adecuada incorporan el exceso como una manifestación estética, lo que hay no es necesario pero se manifiesta como si lo fuera. Recordaba a Lipovetsky cuando dice que el lujo es una manifestación de lo que nos sobra. Adicionalmente nos habla la carga simbólica de algunos objetos la cual es fundamental en la imagen. Hablan lo espacios, las texturas las locaciones, los elementos en las paredes comunican, cuentan cosas, nos llenan de significados.

Y en ese orden de ideas recordé cuando en días pasados hablando acerca de la calidad de una producción, con la gente de Alado, le achacábamos a esta parte fundamental del éxito o fracaso de la imagen y mientras cavilaba y re-elaboraba ideas llegue a la conclusión que una buena foto de moda es aquella en la que uno hubiera querido estar.

Ya sea como modelo, fotógrafo, productor, estilista, editor, etc. Creo que cuando vemos una buen foto de moda nos hubiera encantado que nuestro trabajo fuera parte de ella. ¿Cuantas fotos que vemos en los libros hubiéramos querido tomar? ¿Cuantas modelos desean ser las imágenes de ciertas campañas que nos trasmiten fotos maravillosas? ¿Cuantos desearían que fueran suyas ciertas imágenes que tiene la competencia? 
Creo hoy que eso es lo que nos produce una buena foto de moda a los que estamos en la industria, el deseo de ser parte de algo, el mismo deseo que produce la moda como fenómeno de identificación social, en nuestro caso laboral.

Claro que viendo las de Arquitect para almacenes éxito, esas no las hubiera querido tomar, me parecen aburridas, me siguen indignando cada que veo las vallas, no por la supermodelo que en ella aparece, sino por lo poco que con ella hacen.

Definitivamente la indignación es el otro lado de la envidia.

viernes, 5 de abril de 2013

Educar clientes.





“¿Cómo se establece el código? Esencialmente a través de la producción de imágenes, la sucesión de imágenes que establecen así su propia teoría.”

“El triunfo de cualquier código es el de hacerse olvidar como tal, y dar la ilusión de que el mismo está determinado por imperativos “naturales.”  
   
“No se pasa de un código a otro, por la sola gracia de la sensibilidad.”

— GAY GAUTHIER —





Escribía hace días sobre los clientes, me refiero a las empresas o personas que contratan la realización de sus imágenes. El tema me parece fundamental pero hoy lo abordo de otra manera. ¿Qué debería contener un curso de apreciación de la fotografía publicitaria, sea esta moda, producto, alimentos, orientada a los clientes? Porque mis observaciones de la semana pasada no se deberían quedar en eso, es necesario siempre que se pueda, plantear soluciones.

Un curso para los clientes debería iniciar con la constitución de un glosario para hablar de la imagen: iniciarlos en el vocabulario común que nos permite hablar de la imagen y describirla. Luego se debería pasar a una revisión de la funcionalidad y características de la fotografía publicitaria: para que sirve, y que diferencia a la fotografía publicitaria de los otros géneros fotográficos.  

Por lo anterior es necesario entrar a reconocer los diferentes géneros fotográficos para poder diferenciarlos con claridad, ya que la fotografía publicitaria es transversal a los géneros fotográficos; en otras palabras se alimenta de ellos en la constante búsqueda de lo novedoso y como elemento de atracción al espectador, lo que le permite cumplir con su funcionalidad principal: vender.  

Expliquémoslo distinto: los géneros tradicionales que son retrato, bodegón, paisaje, y otros más recientes como el desnudo y el reporterismo, etc. Pueden ser usados dentro de la fotografía publicitaria sin ninguna motivación mas que la de permitir constituir un mensaje para poder publicitar un producto o servicio. A partir de lo anterior entendemos que lo publicitario no funciona como un género en sí, pero si como una imagen codificada, por un recorrido histórico, que permite al espectador entender que se le está comunicado y diferenciar de ese mensaje el producto o servicios que se están promocionando.

Lo siguiente seria entender la fotografía publicitaria, como una imagen construida, cosa que la mayoría puede saber, pero concentrándonos en que esa imagen no responde a una sola construcción, hay múltiples construcciones de esa imagen, algunas más acertadas que otras, y a partir de este tema entender las funciones de cada uno de los integrantes del equipo de trabajo que se constituye para la elaboración de la imagen publicitaria.  

Para terminar es importante una reflexión sobre el papel del fotógrafo dentro del equipo que realiza la imagen, como este al concretar la imagen se constituye como propiciador del dialogo del equipo de trabajo. Asi mismo una reflexión sobre lo que llamaríamos los elementos de estilo de un fotógrafo y la necesidad o no de adoptar estos elementos de estilo dependiendo del mensaje que se está constituyendo.  

Y por último, así como hablamos del estilo de los fotógrafos, es necesario hacer una reflexión sobre otros ejercicios de estilos que se constituyen a partir de imágenes, que serían por ejemplo las revistas y las marcas.  

Porque si hablamos de estilos, al final hablamos de códigos, y el objetivo del curso seria que los clientes tengan claridad de cómo, porque y para que se construyen códigos para comunicar.

Tal vez, debería haber empezado por ahí.  




jueves, 13 de diciembre de 2012

La técnica y la imagen





“Si veía algo a través de mi visor que me resultaba familiar, hacía algo para cambiarlo.”
 – GARRY WINOGRAND –


Uno se convierte en fotógrafo cuando ha superado las preocupaciones del aprendizaje y en sus manos la cámara se convierte una extensión de uno mismo. Entonces comienza la creatividad.”
– CARL MYDANS –


 


Veía hace una semana unas fotos que llame horrendas vía twitter, y los que me conocen saben que aunque crítico, pocas veces uso ese tipo de calificativos para describir las imágenes de otros. Así no parezca trato de respetar el trabajo de mis colegas y así mismo el de mis alumnos en el cual se corrige o critica lo que a mi consideración se puede mejorar, pero en lo posible tratando de destacar lo positivo.

Pero un fondo arrugado, unos trípodes amarillos en las esquinas y unas cabezas cortadas por el cuello son demasiados errores juntos.

Pero la intención no es hablar de las fotos arriba mencionadas, ellas son solo el pretexto para ordenar varias ideas que tengo hace días en la cabeza, y que arrancan con una reflexión sobre lo técnico. En días pasados ayude a juzgar el concurso de un grupo de amantes de la fotografía. Uso el término porque hacen la fotografía con pasión, es su hobby y lo realizan con una excelente calidad técnica.

Efectivamente,  eso vi en la mayoría de las imágenes: fotos muy bien realizadas pero con contenidos muy tradicionales, no había muchas cosas novedosas y entendí a alguien que hablaba de las “fotos de organizaciones fotográficas” aunque siempre con excepciones, se repiten las mismas imágenes los mismos temas y se eternizan un tipo de fotografías con una muy buena realización pero con una evolución estética menor. El grupo, y creo aquí podemos hablar de cualquier grupo fotográfico incluido los grupos que trabajamos diferentes temas comerciales, definen que es lo que es correcto y lo terminan defendiendo a cabalidad, los nuevos que llegan a estos grupos lo hacen con la intención de mejorar su fotografía, enfocandose principalmente en lo técnico ya que siempre será más fácil explicar lo erróneo de un ángulo torcido, un desenfoque, una foto movida o algún otro problema de este tipo, que un asunto de discrepancia estética el cual puede ser más difícil de analizar y socializar con el grupo ya que las apreciaciones sobre la imagen son más heterogéneas. Lo anterior también se cumple en las organizaciones educativas aunque con una mejor fundamentación en lo estético pero casi siempre con una preponderancia de lo primero sobre lo segundo. No solamente enseñamos como se debe hacer la imagen, sino también como se deben ver.

Pero en ocasiones encontramos cosas que consideramos técnicamente mal hechas, usadas como exitosos recursos comunicativos para la imagen, y es esa comunicación la validación de dichos recursos. Llegando algunos de ellos a popularizarse de tal manera que empezamos a verlos repetidos convirtiéndose en clichés de la imagen: algunos en forma de filtro fotográfico (muchos de los de instragram son prueba de ello ya que recopilan errores ópticos, de exposición y/o revelado) , pero también puede ser una solución al interior de la imagen como un ángulo torcido, una tela arrugada o unos trípodes al interior de la imagen.

Y es por lo anterior por lo que a veces nos es tan difícil explicar a nuestros estudiantes cuando nos preguntan: ¿Por qué a nosotros nos dicen que esto no se puede hacer y mire a tal fotógrafo como lo hace?

Y al final mi conclusión es contundencia, en estos fotógrafos primero vemos lo que hay en la imagen que los errores que pueda tener, estos ayudan a reforzar lo que la imagen quiere contar, o el contenido de la imagen es tan destacable que el error pasa a un segundo plano.

Eso es lo que hay que entender al fotografiar muchos objetos o vestidos ya sea con una intención artística y/o comercial. El sujeto de la imagen es importante para el que la realiza, pero no siempre lo es para aquel que la aprecia. Para venderle el sujeto, a este observador, hay que venderle la imagen; hay que seducirlo.

Es necesario pasar sobre lo técnico para comunicar el contenido de la imagen, y recuerdo una lección ya compartida en este blog, que aprendí hace muchos años de esta organización a la que en días pasados les juzgué sus fotografías: “La técnica debe pasar desapercibida.”



jueves, 16 de agosto de 2012

Fotógrafos de un semestre.




Usted aprieta el botón; nosotros hacemos el resto.
Anuncio de Kodak



Siempre he pensado que si la fotografía fuese más difícil de hacer, su producción, en líneas generales, mejoraría notablemente. La misma facilidad con la que puede tomarse una imagen trivial conduce con frecuencia a un vacío creativo desastroso.
— ANSEL ADAMS—


Uno se convierte en fotógrafo cuando ha superado las preocupaciones del aprendizaje y en sus manos la cámara se convierte una extensión de uno mismo. Entonces comienza la creatividad.
— CARL MYDANS—



Hay presunciones de la docencia universitaria que son erradas. Una de ellas es que a un profesional en formación de cualquier área entra a una materia de fotografía y sale como fotógrafo, es casi lo mismo que decir que si uno entra a una materia de derecho constitucional, ya es un constitucionalista o si entra a una materia de algún diseño ya puedo ejercer como diseñador. Es ignorar que un fotógrafo puede estudiar y practicar durante varios años antes de lograr lo que llamamos un nivel de profesionalismo. El que todos podamos hacer fotografías, no significa que todos seamos fotógrafos. Desde el famoso “Usted aprieta el botón; nosotros hacemos el resto.” de Kodak, hasta nuestros días, los desarrollos tecnológicos de la fotografía, al menos en parte considerable, están orientados a hacer más fácil la realización de las imágenes por parte de todos los usuarios de los equipos fotográficos.

Esa fuerza de evolución, casi Darwiniana, llamada dinero, aunada a las estrategias de mercadeo que llaman profesional o semi-profesional cualquier equipo de costo elevado o semi-elevado, no hace otra cosa que perpetuar esa idea. Los equipos no son suficiente clasificador del nivel de profesionalismo de un fotógrafo. Claro que pueden ayudar a realizar las imágenes más complejas. Pero son más  o igual de validos aquellos fotógrafos que realizan imágenes increíbles con equipos sencillos, dejando en evidencia nuestra incapacidad de comprender la imagen y su realización a el nivel que ellos la practican. Los equipos en muchos casos son ayudas de la productividad fotográfica, un autofocus, un exposímetro incorporado, un objetivo zoom y otras más que no menciono son herramientas que nos permiten hacer más rápido nuestro trabajo, nos hacen más productivos, mas no por eso mejores fotógrafos, al menos en términos de imagen, pero seguramente en términos del negocio.

Volviendo a lo académico, por alguna razón las materias de lo fotográfico en las universidades pasan por lo técnico, más que por establecer algunos principios de alfabeticidad visual que permitan a los estudiantes entender la imagen de mejor manera, así como ven materias de derecho, diseño y otras que lo que hacen es complementar su visón holística del ambiente en el que se desenvuelven.

Me parece fundamental la revisión de los programas en ese sentido, esta semana revisando contenidos de materia  con mi coordinador, me sorprendió positivamente con que tiene claro que no formamos fotógrafos, sino personas que entienden la imagen de diferentes tipos, hay en el pensum otras materias de dibujo y modelado. Y aunque buscamos que los estudiantes hagan mejores fotos, nos interesa más que entiendan la imagen orientada a su desempeño profesional. Son futuros clientes que entenderán mejor el uso de la imagen, y por ende comunicaran mejor con ella las necesidades de sus diferentes organizaciones.

La base técnica de lo fotográfico establece una relación de doble filo con lo técnico, somos dependientes de ello para la realización de la imagen; cualquier imagen fotográfica lleva detrás una realización técnica de algún grado de complejidad. mas no podemos por ese origen técnico de la imagen fotográfica, ponderar la técnica por encima del resultado que ella produce.

Porque si el asunto es de técnica,  hoy puede ser más compleja técnicamente una fotocopiadora, mas no por eso su operario tiene un estatus superior al del fotógrafo. 

                                                                      

                                                                      ↔

viernes, 22 de junio de 2012

Creando un seminario




“Todo código es a la vez arbitrario y racional y recurrir a un código es para el hombre un modo de comprobarse, de probarse a través de una razón y una libertad. En este sentido, es posible que el análisis de los códigos permita definir históricamente una sociedad con mayor seguridad y facilidad que el análisis de sus significados, pues éstos pueden aparecer a menudo como trans-históricos, pertenecientes a un fondo antropológico más que a una historia verdadera”
— ROLAND BARTHES —




¿De qué debemos hablar cuando lo hacemos acerca de la fotografía de moda? Esa es la pregunta a la que me enfrento cada que reviso el contenido de los diferentes cursos de fotografía de moda que dicto actualmente, ya sea a fotógrafos o estudiantes de otras disciplinas (diseñadores, publicistas) ¿Qué es lo importante? ¿Qué es lo que alguien que quiera hacer fotografía de moda debe saber?

¿De que debe tratar un curso de fotografía de moda de lo técnico, de lo temático? Personalmente me he decidido mas por lo segundo que por lo primero, considero hoy que los asuntos de técnica fotográfica son asuntos trasversales a los diferentes géneros, disciplinas o especialidades de la fotografía. Y como asuntos trasversales necesitan un marco teórico-técnico propio. A un curso de fotografía de moda creo no debe irse a aprender iluminación o manejo de cámara, etc. Son estos asuntos tangenciales, y de esa manera deben tratarse al interior del curso, y aunque pertinentes no hacen parte de la fotografía de moda como tal. Y menos para una disciplina que está en búsqueda constante de lo nuevo. Mal hemos hecho perpetuando una fotografía de moda a partir de la repetición de sus formas sin el entendimiento completo de su significado.

Casi todos los autores hablan de que la fotografía publicitaria, la fotografía de moda cabe ahí, tiene un mensaje denotativo y uno connotativo. Claro que el uso de la fotografía de moda como medio para describir las prendas a veces nos deja solo en ese primer mensaje descuidando o ignorando el segundo. Mas en ese mensaje connotativo es donde esta gran parte del valor, importancia y evolución de la fotografía de moda contemporánea, es en ese donde debemos centrar gran parte de la atención de los cursos de fotografía de moda y es donde siento a veces menos se hace. El mensaje denotativo es la foto en sí, se da obligatoriamente y toda nuestra laboriosidad y técnica se reflejan en esa parte del mensaje; es la reproducción de la realidad, es el mensaje sin código, su cambio es más la responsabilidad de un tercero que nuestra, el cambio del mensaje denotativo es el cambio del vestuario, el cambio del estilismo. Es el cambio de la moda. Es la ilustración de la tendencia.

Si entendemos la fotografía publicitaria y de moda como la emisora de un mensaje, es lo denotativo donde debemos centrar nuestra atención y debemos responder a la pregunta: ¿Qué comunican nuestras fotos? No solo es la descripción histórica de los diferentes momentos de la fotografía de moda, a veces llenos de anécdotas y descripción de soluciones técnicas pero, carentes de la interpretación de lo que comunicaban esas fotos.

En los dos párrafos anteriores ya hay contenido para un par de cursos, no centrados en lo técnico, sino centrados en al fotografía de moda como una herramienta de comunicación que sirve a diferentes intereses, y que lleva diferentes tipos de mensajes no solo dependiendo del emisor del mensaje y de su receptor. La modelo, es ella el comienzo y final de todo, de eso hay varias entradas en este blog y no seré repetitivo y luego los diferentes lenguajes y tendencias al interior de la fotografía de moda, son los ejes principales de esos cursos al menos en lo que estamos construyendo en UPB y Yurupary[i]

Pero adicionalmente un fotógrafo de moda debe entender mejor el entorno en el que se mueve. No solo debe ser un artista, al menos ese ha sido el requerimiento constante a lo largo de la historia de la fotografía de moda, y no hay razón para que deje de serlo. Es también parte del engranaje comercial de la moda, y en un medio donde la edición de nuestro trabajo no siempre es la ideal, es necesario asumir entonces la autoedición como un componente más en el desarrollo de nuestro trabajo. Para tal fin debe entonces entender la moda como fenómeno y sus diferentes productos y estrategias de comercialización.

Es lo anterior el eje del próximo seminario de fotografía de moda de Yurupary, bajo el eje conceptual de “Todos vendemos algo” daremos una revisión a los diferentes tópicos de las relaciones entre la moda, la fotografía y el mercadeo. Desde las revistas que nos venden una tendencia. Hasta el equipo de realizadores de la imagen de moda: productores, modelos, estilistas, maquilladores, y fotógrafos que nos venden su capacidad como realizadores, pasando por los fabricantes de complementos de vestuario y la industria cosmética. Todos ellos y algunos más que omitimos están involucrados en la actividad económica de la industria de moda.

La moda, arte y comercio, no solo es el lugar donde confluyen diseñadores, fotógrafos, editores, etc. Con la intensión de plasmar de la manera más lúdica posible la forma de presentarse del ser humano ante los otros, sino también como engranajes de un negocio mueve grandes cantidades de dinero.

Quedan invitados entonces, si es de su interés, a participar en este diplomado. Es claro que en estas líneas le estoy haciendo promoción, porque como lo dije anteriormente: “Todos vendemos algo”





[i] Universidad Pontificia Bolivariana, y Academia Cultural Yurupary www.upb.edu.co & www.yurupary.edu.co


martes, 24 de abril de 2012

Las buenas fotos son exigentes





“O sabes de moda o no!”
—     ANNA WINTOUR —

“Cuando el fotógrafo principiante que comienza a tomar fotos, lleva su cámara y dispara sobre todo lo que le interesa. Llega un momento en el que debe cristalizar sus ideas y partir en una dirección particular. Debe aprender  que disparar por disparar es aburrido y poco rentable.
— ALEXEY BRODOVITCH —

“Sé audaz, ser diferente, ser impráctico, ser cualquier cosa que haga valer la integridad de propósito y visión imaginativa en contra de los que juegan seguro, las criaturas de los lugares comunes, los esclavos de lo ordinario.
— PETER LINDBERGH—


Reflexiones de la clase de ayer:
Explicaba a mis estudiantes que suponer que un curso de un semestre te forma como fotógrafo de moda es equivocado, el curso es un compendio de lo que se debe saber para hacer fotografía de moda pero por lo demás son unas indicaciones a futuro de lo que deben hacer para poder consolidarse en la materia.

Luego de entender que es la fotografía de moda, y su funcionalidad más allá del vestido, es saber que hay diferentes formas de construir las imágenes de moda y diferentes usos, aunque más que usos me gusta llamarlos lenguajes: editorial, catalogo y marca entre otras.

El ejercicio de la fotografía de moda es un ejercicio de control de variables: la modelo, la primera de ellas, el relacionarse con otro ser humano dispuesto para la realización de la imagen. El poder obtener de este la actitud adecuada a los intereses fotográficos. El poder aprender con el tiempo no solo a dar las correctas indicaciones a esta, sino también a seleccionarla de acuerdo a las diferentes necesidades del proyecto, no es solo pararse frente a la cámara y el fotógrafo hace el resto, la modelo debe entregar algo a la imagen, a riesgo de que si esto no sucede, esta puede pasar desapercibida.

La siguiente variable a mi criterio es el maquillaje y el peinado, y en ese orden, lo siguiente que notaras que no funciona en una modelo es su maquillaje y luego cuando este funcione será un asunto de peinado, se aprenderá a ver que no todos los peinados son iguales, a diferenciar un peinado con volumen de un cabello alborotado y quebrado. Se entenderá que los errores de maquillaje hoy en día son corregibles los de peinado a veces no y se será exigente al respecto. Porque así algunos no lo practiquen casi siempre será mejor y más rápido solucionar las cosas en la toma, que posponer su solución en los programas de edición.

Al mismo tiempo la variable del estilismo, de manera completa, ira haciendo presencia, lo que luce la modelo es fundamental a la hora de comunicar en la fotografía de moda, Tal vez el proceso de entender las tendencias y su interpretación en la imagen es uno de los pasos donde el fotógrafo de moda se consolida como tal, empieza a entender lo que está fotografiando. Hasta no lograrlo es un fotógrafo de modelos como ejemplo diremos que de calendarios de playa y aunque en esas imágenes pueda haber elementos de moda, seguramente le pasan desapercibidos y no le son necesarios.

Al final unas preocupaciones más sutiles: el espacio y la estructura editorial, no porque no estuvieran presentes desde las primeras imágenes, sino porque se hacen consientes, al dominar algunos factores otros pasan a ser más relevantes, el aprender a apreciar como algunos fotógrafos solucionan el espacio con el mismo cuidado y exigencia que solucionan, o exigen se les solucione, la presencia de la modelo (el estilismo: maquillaje, peinado, vestuario y accesorios). 
Se aprende a apreciar los grandes editoriales de las revistas, estos cuentan historias, y no me refiero al ejercicio narrativo aunque a veces sucede. Sus historias son más sutiles, como protagonista la tendencia o la noticia, pero en el fondo encontramos también, transiciones, elementos estéticos que se repiten, dan coherencia  y ayudan a contar la historia principal, el buen uso de los formatos y del espacio propuesto. 
Se aprecia el editorial como las diversas propuestas de cada uno de los integrantes del equipo de trabajo que se reflejan en una, sino la mas, importante pieza que se realiza dentro de los lenguajes de la fotografía de moda, no solo por su tradición histórica y su influencia en los otros lenguajes, sino también por la libertad que tiene el fotógrafo y su equipo para su realización, libertad que generalmente no se tiene en los otros usos de la imagen. Porque al final, con pocas restricciones el editorial mientras más libre mejor puede ser. Y es él uno de los ganchos de la revista. Son su sorpresa visual.

Algunos me dirán que la luz, pero esta es la materia prima de la fotografía en cualquiera de sus géneros, la iluminación es un conocimiento aparte que se integra a lo arriba enunciado, de la misma manera que las habilidades de composición de la imagen, porque si llegó a aprender iluminación en un curso de moda llegó al lugar equivocado.

Y al final les decía, volverse exigentes: lo mejores resultados no llegan sino de las mejores prácticas. De escoger trabajar con los mejores y exigir en consecuencia. No convertirse en seres detestables, gritones etc, esa no es la forma de exigir. Se exige con el conocimiento de lo que se hace, con la correcta comunicación de los intereses y alcances del trabajo para enmarcar las acciones de los otros y su revisión en consecuencia. Además del entendimiento que es un trabajo en equipo y aunque para los conocedores se podrá detectar el engranaje que falló en una producción, para la mayoría de la gente el único responsable de una mala foto siempre será el fotógrafo.

Es todo lo anterior lo que está en juego.