The Constructed Moment

This blog discusses the way in which we design, make, select, evaluate and publish fashion and advertisement photographies as a sub-genre. This is a place of reflection. We have no unveiled truths, yet we are seeking answers.


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jueves, 24 de septiembre de 2015

Mientras Ruven Afanador trabaja.



“... todas esas fotos. Yo las veía y decía: “Quiero hacer eso”. Es algo que parece fácil, pero el acto de conseguir esas imágenes, de llevar a un personaje a esa desenvoltura, es casi milagroso.”
Ruven Afanador





Vino Ruven Afanador, o mejor dicho fue traído, para realizar 50 retratos en la inauguración de un evento de moda en la capital.

Mientras escribo esta entrada, Afanador realiza los 50 retratos, y luego de unos tuits, prometo escribir sobre lo que allí sucede.

No hablare de Afanador o su estilo, hablare de los contrastes de lo que es nuestro trabajo y de la manera en que lo ven. Su reputación de gran fotógrafo lo ubica en el nivel de artista, nivel que han tenido muchos fotógrafos que antes que él han logrado tal reconocimiento en base a su trabajo para la industria editorial de moda, tradición que se remonta hasta el primer fotógrafo artista que fue contratado para Vogue por Conde Nast: El Barón Adolf de Meyer.

Esa categoría de artista no es solo un título, es una definición de un estilo de trabajo. A los artistas hay que darles las condiciones para crear. Y por lo que entiendo Afanador es un tipo, no solo tímido, sino pausado, reflexivo, que llega más que a una sesión de 50 retratos a una foto-maratón.

Creo necesario decirlo: ahí estamos pintados. Creemos que se pueden hacer tantas fotos como elementos puedan pasar frente a una cámara en un lapso de tiempo determinado. La idea de los 50 personajes en una banda trasportadora pasando frente al lente del gran fotógrafo viene a mi mente. Se nos olvida no solo el estatus de creador sino también que las condiciones laborales aquí y allá son muy distintas así las fotos muchas veces sean muy parecidas.

Matemáticamente estamos hablando de 5 horas de trabajo ininterrumpido para evacuar 10 retratados por hora, eso lo hacemos los fotógrafos del montón, pero no creo sean los tiempos de un creador como Afanador.

No sé cómo terminara esta historia, seguramente realizara una gran cantidad de retratos, donde la mayoría serán divulgados y elogiados como el gran acontecimiento que se dijo que era. La cámara del emperador vestirá y engalanara esa larga lista de lo que alguien llamo: nuestros iconos de moda.

Los iconos de moda de una industria que aún no entiende que es lo que diferencia a un creador de imágenes de un fotomatón* y que verán todas las fotos como un acontecimientos espectacular.

Yo esperare a ver que llega a la página web del artista y desde allí descubriré que fue lo que el realmente decidió rescatar como el producto artístico de esta noche.

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* Fotomaton es el nombre de la cabina fotográfica en la que uno se encierra y ella automáticamente te realiza unas cuantas imágenes.







jueves, 27 de noviembre de 2014

A mí que me expliquen





“¡Plop!”

“¡Exijo una explicación!”
— Condorito —






Esta entrada no podrá llamarse “fue Gol de James II” ya que en realidad califica más en la categoría de Autogol y no precisamente de James sino de sus empleadores, en este caso: el Grupo Éxito.

En la entrada anterior sobre la primera campaña de James para Bronzini (link) decía que las fotos eran buenas, pero no estaban a la altura —en términos de imagen— de otras campañas que se han realizado con futbolistas para grandes marcas, y en la comparación presentaba diferencias en campañas teniendo en cuenta culturas y segmentos de público. Además es necesario aclarar que cuando hablaba de lo que considero los errores de esa primera campaña, hacía notar que la responsabilidad cae en quienes manejan la imagen de la marca más que en el fotógrafo. La aclaración es necesaria pues en muchos casos como fotógrafos cargamos con la responsabilidad de hacer malas fotos y el público no alcanza a percibir las dificultades que encontramos, no solo por lo material (modelos, espacios, equipo físico y de trabajo ajustados a un presupuesto) sino por la capacidad de entendimiento de la imagen y sus códigos de comunicación de parte del cliente.

A veces notamos imágenes más exitosas de pequeñas marcas que trabajan con las uñas, pero que son capaces de realizar fotografías mas evocadoras. Perdonen lo simplista, pero la siguiente frase es ideal para entender el punto: “imágenes que parecen más internacionales” que las imágenes con participación internacional que construye el Grupo Éxito. No solo las campañas con James sino también algunas de Alessandra Ambrosio, de las cuales escribí en este blog hasta que me cansé.

Ahora llega la segunda campaña de James para la marca Bronzini del grupo éxito y mantengo mi opinión. Algo falla al interior del Éxito en el manejo de la imagen de sus marcas más grandes, no sé si sea mucha gente opinando o la convicción de que, por ser un producto de orientación popular, las imágenes deben ser de orientación popular. Esta última afirmación no la comparto para todos los casos y menos para Arkitect y Bronzini.

Iniciemos con las fotos que hasta el momento se conocen de esta segunda campaña. 


Ahora mencionemos que el fotógrafo de estas imágenes es Greg Lotus, (Link) y cuando miro su trabajo es evidente que estamos hablando de un fotógrafo de primer nivel y, para no alargarme en explicaciones, lo diré así: ningún pelagatos llegaría a las páginas de Vogue Italia. (Suficiente información sobre su nivel como fotógrafo.)

Pero el nivel de un fotógrafo no es todo, porque hay fotógrafos del mismo nivel con estéticas diferentes, en otras palabras: no se debe seleccionar a un fotógrafo porque es famoso, sino porque su trabajo es acorde a las necesidades de la imagen a realizar. En ese orden de ideas, veamos el material de Mr. Lotus y cómo realiza sus trabajos en la categoría que nos ocupa hoy.


Y para complementar la idea, demos una mirada general a su trabajo.


Y una mirada, también general, a la lo que hace en moda masculina.


Además, para evitar que crean que la selección puede estar sesgada comparto un tablero de su trabajo en Pinterest (Link)

Después de esta evidencia, saco tres conclusiones que deben ser evidentes más allá de la obvia excelencia del trabajo del fotógrafo:

1 Generalmente, el trabajo del fotógrafo con hombres en categorías similares y con orientación editorial (más en vestidos de baño que en ropa interior) es en exteriores, trata de usar la luz natural y recurre con frecuencia al agua como complemento para sus imágenes, además de que se nota una ligera predilección por el blanco y negro.

2. Cuando ampliamos la revisión, percibimos que es un fotógrafo que nos presenta imágenes donde describe elegancia, glamour y sofisticación[i] con una realización impecable y con iluminaciones tradicionales que puede llegar a ser dramáticas. Podemos también percibir que hay un componente importante de trabajo en color, estudio e interiores, a diferencia de lo observado en lo masculino.

3 Revisando su trabajo con hombres en otros universos de vestuario, lo elegante se mantiene aunque aparecen características más casuales y otras con manejo de estudio, en ambos casos perfectamente realizadas.
Luego de estas conclusiones y viendo el resultado, llegan las preguntas inevitables:

¿Qué fue lo que llamó la atención del trabajo de Greg Lotus para que se le asignara este proyecto? y ¿por qué terminan haciendo las fotos de campaña en lo que parece un apartamento vacío, si en su trabajo no hay nada que indique que este es su fuerte?

En caso de que su respuesta al leer estos cuestionamientos sea “es que se buscaba una espacio más popular, acorde al público de la marca”, traigo otra pregunta: ¿Por qué seleccionar a un fotógrafo que muestra una predisposición a la fotografía glamurosa y elegante, si la intención estética es lo popular?

Y si el lector agrega que Lotus ha trabajado para marcas populares como Papi, añadiría una pregunta más: ¿Notan que esas imágenes tienen un componente sexual (homo y hétero) asociado que no es factible realizar con James Rodríguez por ser posicionado como un hombre de familia? Agregaría más como comentario extra: ¿Notaron que el espacio usado en la campaña de Papi es mejor que el usado para Bronzini ?



Aceptando finalmente que Greg Lotus fue el fotógrafo a cargo de esta campaña, continuaré mis cuestionamientos.

¿Cuál era la idea inicial para la realización de las imágenes?
¿Tuvieron en cuenta la opinión del fotógrafo para decidir el mejor rumbo de la campaña?
¿La producción suministró el tiempo, espacio y condiciones adecuadas para que el fotógrafo pudiera realizar su trabajo?
¿Cómo llegaron a ese espacio y qué esperaban que este aportara a la imagen?
¿Consideraron hacer unas fotos en estudio como una continuación de la campaña anterior y así permitir que el fotógrafo imprimiera su sello a la campaña?  

Llego a este cuestionamiento porque la campaña es pobre y las fotos parecen tomadas por un fotógrafo emergente en un apartamento en Madrid. No alcanzan el nivel del fotógrafo, del modelo o del impacto económico y mediático que tiene una marca del Éxito. El grupo que respalda esta campaña es fuerte en plaza, precio y producto, pero en promoción aún muestra falencias, al menos con respecto a recursos fotográficos. Mi conclusión en este caso es similar a la emitida anteriormente sobre las primeras imágenes de la campaña.

Seria ideal que esto se subsanara para que cuando hablemos de la ultima campaña de almacenes Éxito, la mencionemos con el asombro de que producen los grandes grupos económicos cuando se aplican en crear imágenes impactantes y no con la incredulidad que produce un contenido que, a pesar de tener nombres de primer nivel, deja mucho qué desear.







[i] Las tres palabras aunque similares, presentan diferencias, la elegancia se entiende más sencilla y natural sin las afectaciones o elaboraciones que puede tener la sofisticación o la sensualidad del glamour






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lunes, 7 de abril de 2014

Muchos, no es mejor.


Texto en ingles, aqui

“Menos es mas”
— Ludwig Mies Van Der Rohe —


 "Una máquina puede hacer el trabajo de 50 hombres corrientes. Pero no existe ninguna máquina que pueda hacer el trabajo de un hombre extraordinario."
— Elbertt Hubbard

"Nuestro trabajo debería hacer soñar a la gente."
Gianni Versace




Cada día hay más fotógrafos, su cantidad aumenta considerablemente, lo que no necesariamente hace que la calidad de las fotografías que vemos día a día sea mejor. Con esta cantidad de fotógrafos que tratan de abrirse camino, aparece una baja de la calidad de la imagen fotográfica en casi todos los medios patrocinada por una muy deficiente capacidad de evaluar lo fotográfico por parte de aquellos que a la hora final deciden que material publicar: empezando por los propios autores para terminar en muchos autodenominados editores.

Atrás ha quedado el famoso menos es mas, que aplicado a lo fotográfico hablaba de la foto final, aquella que sobrevivía a un riguroso proceso de selección y se erigía como la imagen triunfante de una sesión fotográfica, sinónimo de la comunicación mas eficiente y contundente. Imagen única también como consecuencia de los costos de su publicación. Hoy queremos muchas fotos, su calidad no importa, queremos mil tomas distintas del mismo sujeto para compartirla en otras mil redes distintas gracias a un bajísimo costo de publicación donde en muchos casos como imagen no marcara la diferencia; pero ayudaran al ego a manifestarse como presente en una producción fotográfica, yo estuve allí‼

Digo lo anterior ya con cada vez mas frecuencia ve uno a los clientes, los directos beneficiarios de la imagen, y en pocos casos a otros responsables de la imagen mas preocupados por hacer una foto con su celular que por estar pendientes de la imagen final que se esta produciendo, surgiendo la duda de si saben que en realidad que esta en juego la imagen de su marca, su producto, la imagen como proyección de su trabajo y no una foto para el recuerdo.

Viene a mi memoria la anécdota de un fotógrafo al que el cliente le mando a pedir que si tenia X foto, refiriéndose no a la prenda que aparecía en la imagen sino como si él la hubiera tomado desde la misma posición y ángulo en el que el cliente estaba. Su celular era el centro de la producción fotográfica.

Por otro lado veo cada vez a mas de nuestros fotógrafos hablando que lo profesional es la manera de usar la cámara, no la de construir la imagen. Que describen como profesional que el fotógrafo ofrece sus equipos dispone de lugares para la toma y archiva y edita el resultado del trabajo, asuntos que no se reflejan directamente en la imagen final y que en otras latitudes, son atributos del profesionalismo del fotógrafo ya que los clientes a través del productor de la imagen son los que pagan directamente las locaciones, alquilan los equipos necesarios y consiguen como servicios adicionales el guardado y retoque de las imágenes. Latitudes donde el fotógrafo ofrece un sencillo y fundamental servicio: hacer una imagen que sea contundente a la hora de comunicar.

El resto son simple palabras.







sábado, 15 de febrero de 2014

Una pagina de revista.




“Trabajo duramente y valgo cada céntimo de lo que se me paga.”
— NAOMI CAMPBELL —




Empiezo a escribir esta entrada, luego de abandonar otro escrito sobre las modelos al cual no le encuentro ni pies ni cabeza. Es un tema demasiado importante para haber realizado un escrito tan malo y desordenado.  Los escritores de verdad hablan de perseverar en la escritura como la única manera de volverse bueno en esto. Entonces decido cambiar de escrito pero no de tema. No por disciplina, el tema para esta entrada estaba dado, ya tenía claro que necesito hablar de lo que hacen las modelos que las hace ver poco profesionales.

Esta es una entrada con historia: en la pasada Colombiatex fui contactado a través de un diseñador con el director de una revista de esas que se imprimen en papel para mas señas, una revista boliviana que se distribuye en su país y algo más al sur del continente. Para ser muy honesto una revista normal; en realidad el ideal de Vogue siempre nos hace comparar las publicaciones con ella o alguna de sus hermanas en el rango superior, y siendo más honesto hay publicaciones de muy bajo nivel en las que las modelos se matan por salir.

En esta época donde todos los medios son web con unos pocos seguidores, una revista que tiene una circulación certificada en muchos casos es mejor que varios portales juntos. Espero algunos amigos me perdonen por el comentario pero una realidad de esta época de la híper-comunicación es que todos peleamos por los mismos visitantes certificar la lecturabilidad es un asunto fundamental.

La idea era hacer un editorial para publicar en la revista al finalizar el desfile del diseñador el cual era el Ultimo Fash-Mob de la feria. Ya verán ustedes si atan cabos. Era claro que había poco tiempo, pero teníamos las modelos listas luego del evento, alguien de la agencia nos las había facilitado y se decidió un esquema sencillo y efectivo, el famoso flash frontal y la modelo recostada a una superficie interesante, lo que nos permitió en realidad hacer tomas con cada modelo que no superaron los 5 minutos. (Acabo de revisar las horas de los archivos para escribir esto y me demoré 18 minutos fotografiando 5 modelos.)

La historia para abreviar es que un grupo de modelos nos abandonó en la mitad de la sesión y no pudimos terminar el editorial. Realizamos solo 5 imágenes, con 5 modelos. El editorial quedó por la mitad.

Para que se hagan una idea de lo que se estaba haciendo.
Les dejo esta imagen de muestra, no tiene retoque.

No se si es falta de profesionalismo de las modelos o de educación por parte de su agencia. ¿No saben estas niñas lo que puede hacer una página de revista por sus carreras?. Creo menospreciaron el origen de la revista, sin entender que cuando una modelo gusta, pagarle un tiquete de avión es el menor de los gastos, tal ves no saben que el sur es un buen mercado para su trabajo, por ejemplo Ecuador es una excelente plaza para las modelos Colombianas.

No solo dejaron una mala imagen de nuestras modelos y su falta de profesionalismo, léase compromiso con el trabajo, en el director general de la revista, también perjudicaron a las compañeras que ya había fotografiado ya que al estar incompleto el editorial no podrá ser publicado como tal. Mas aun si tenemos en cuenta que hay modelos que invierten un día o dos de su tiempo par un editorial de una revista, pedir 40 minutos no era ninguna exageración. Que falta de visión, profesionalismo y entendimiento del poder de una revista el de unas pocas modelos de stock Models.

Creo es necesario por parte de la agencia explicarles lo que puede hacer una publicación por sus carreras y más si es una publicación que está por fuera de nuestras fronteras.

Porque sí no serán unas aficionadas al modelaje, así como yo soy un aficionado a las letras.








jueves, 14 de marzo de 2013

Sobre los clientes.






“La calidad es nuestra mejor garantía de la fidelidad de los clientes, nuestra más fuerte defensa contra la competencia extranjera y el único camino para el crecimiento y los beneficios.”
—     JACK WELCH —



 "El arte de dirigir consiste en saber cuándo hay que abandonar la batuta para no molestar a la orquesta." 
—     HERBERT VON KARAJAN —
    


Hay entradas que son más difíciles que otras, algunas salen de una sentada, otras hay que trabajar en ellas para encontrar el tono adecuado de lo que se quiere decir; inicié con una carta a los clientes, luego traté con un Manual para el cliente perfecto en donde trataba de contarlo de una manera jocosa y entretenida. Mas no funcionó, y seguramente se hubiera oído pedante cuando en realidad lo que quiero es poder hacer mejor mi trabajo, para lo que es fundamental contar con buenos clientes. 

He aquí otro intento que espero sea el definitivo. Perdonen, pero el tema no es fácil y espero el lector perdone el tono y reflexione sobre el mensaje.

Iniciemos con las verdades de peso: la principal función de la fotografía publicitaria y de moda es su misión comercial, la sangre que corre por sus venas es vender algo, en nuestro caso el producto que en ella aparece, las marcas que lo fabrican y de alguna manera el trabajo de todos los involucrados, modelos, fotógrafos, estilistas, maquilladores etc. Así mismo las revistas, las grandes dinamizadoras de la industria de la moda, están por lo mismo: son un negocio que hoy en día generalmente corresponde a grandes grupos editoriales donde la publicación de moda es una más en las diferentes temas que manejan. Y nosotros les vendemos a ellas nuestro trabajo. Es claro que en este negocio, todos vendemos algo.

Pero centrémonos nuevamente en el tema, porque cuando hablo de clientes no hablo de las revistas, en realidad son mis mejores clientes, el trabajo con ellos generalmente es fluido, quizás es la frecuencia con la que contratan fotografía la razón por la que intervienen tan poco en la realización luego de que una idea se concreta, son casi el cliente perfecto, solo faltaría que me dieran más trabajo para serlo. En ese orden de ideas los clientes de los que quiero hablar hoy son los clientes comerciales. Los que generalmente hacen dos o tres producciones al año Los que su interés principal de la imagen es que venda sus productos. En términos prácticos su imagen es la más fácil de realizar pero son el cliente más difícil, con magnificas excepciones.

¿Y Porque son el cliente más difícil?

Porque no saben exactamente lo que quieren y lo que deben exigir de cada uno de los integrantes del equipo de trabajo. Saben con claridad para que necesitan la imagen, mas desconocen el poder de esta para comunicar; la ven como una herramienta de registro de sus productos, mas no como una herramienta de comunicación de sus marcas. Su principal preocupación en la foto es que la prenda no este arrugada, no que la modelo comunique adecuadamente los valores de su marca. Pueden parar una sesión por lo primero, pero pocas veces por lo segundo.

Sobre esto último se sabe de sesiones de fotos donde la modelo va a promocionar su imagen no la de la marca que la está contratando, ella dirige el maquillaje, la iluminación y la puesta en escena; y los clientes “ahí”, como si nada estuviera pasando. Modelos que se empoderan del manejo de la imagen; no de la del cliente, sino la suya, con una experiencia que este debería envidiarle. Son clientes que no defienden su marca, solo les interesa fotos de su producto. En otros palabras no tienen una visión clara de lo que la imagen puede comunicar, tienen claro que tipo de modelo usar, mas no saben que se requiere de ella, cuáles son sus obligaciones con la modelo, y cuales las de la modelo con el equipo de trabajo.

Del fotógrafo creen que hacemos magia; es claro que la función de un fotógrafo publicitario, la moda entra en esa categoría, es la de presentar los productos de la mejor manera posible. Pero la mayoría de las fotos necesitan de elementos que complementen y hagan más llamativa la imagen, el resultado de nuestro trabajo depende directamente de los insumos con los que trabajamos, con la mejor modelo y el mejor maquillador etc. lograremos la mejor foto. Dirán que somos exigentes pero la exigencia es la manera de garantizar nuestro trabajo, debemos exigir para poder producir resultados. Desconfié del fotógrafo que no exige, de la misma manera que del fabricante que no exige calidad en los insumos con los que trabaja. Un fotógrafo que no exige registrara con su cámara todo lo que se le presente por delante sin reflexionar si esta bien o mal, no le entregara una imagen que este más allá de sus expectativas, por lo que luego usted pedirá ver todas las fotos esperando ve un milagro que no se realizó.

Tenga claro también que las jornadas de trabajo tienen un límite, no solo en tiempo, también en la cantidad de productos pactados. Lo primero se distribuye en función de lo segundo, y no empiece a llegar con referencias adicionales “que acaban de salir de diseño” o el “hagamos una tomita de cada uno de estos” o “Es para la otra marca que no tiene presupuesto” Si tiene más producto del que dijo inicialmente, negocie un paquete extra, seguramente puede lograr un descuento, nosotros también hacemos negocios. Aclaro que problema no es hacer una referencia más, sino que terminamos haciendo una producción dentro de otra producción. Si le parece que eso no tiene importancia sería bueno ver cuantas referencias extras envía usted al entregar sus pedidos.

Hablemos de la negociación: que haría usted con un comprador que le dice: Deme descuento en esta entrega que el segundo se la pago mejor” o “véndame a mi bien barato, que tener su producto en mi almacén lo va a volver famoso” frases similares a las que algunos clientes utilizan y les funcionan con algunos fotógrafos. Pero olvidan que esto es un negocio: se obtiene lo que se paga.

Seguramente usted responderá que tiene mucha experiencia en hacer fotografías porque maneja X producciones al año. Nosotros manejamos varios clientes. Ósea X por la cantidad de clientes que manejamos da el número de producciones que nosotros hacemos al año. Generalmente un número significativamente más grande y con una experiencia más variada.

Crea en nuestro ojo, lo hemos entrenado de la misma manera que el suyo para ver un producto defectuoso, aunque entendemos que usted puede ver en su producto algunas diferencias, pedir todas las fotos aun las que uno sabe que están desenfocadas o mal expuestas por ejemplo no tiene sentido, es como si uno le pidiera todo el lote de una referencia para comprar uno de sus productos

Si quiere ver lo que sucede con la imagen, hágase detrás del fotógrafo, ese es el único punto de vista valido. No envié una foto tomada con su celular indicando que quiere esa foto en alta si usted no estaba detrás del fotógrafo, mejor aún si usted no le dijo al fotógrafo que hiciera esa toma, o le mostro la foto y le dijo, “hagamos algo así”. Porque lo que usted toma con su celular, es recuerdo; lo único válido es lo que toma el fotógrafo, por algo nos está pagando.

No cambie de idea en mitad de la sesión de fotos, es como si yo le dijera que el vestido rojo que me está haciendo lo quiero verde. Hay un momento para planear y otro para ejecutar. Uno entiende que se enamore de las fotos de las revistas que ve en el estudio y llegue emocionado diciendo “quiero algo así” pero toda foto debe ser producida y corresponder a un concepto. Si la foto que trae está dentro del concepto que se está realizando seguramente será bienvenida. Pero primero pregúntese: ¿porque en realidad la quiere cambiar? ¿En que está equivocada su producción actual? Con esas respuestas claras todo, en la medida de lo posible y los recursos, puede ser cambiado para hacer un mejor trabajo.

Y es esto último lo más importante, un buen cliente sabe que quiere, sabe cómo lo quiere, sabe que pude comunicar una imagen, sabe que contratando en buen equipo de trabajo, en el cual cada cual conoce su rol y está en función de comunicar con fotos lo que su marca necesita, ese es el compromiso de un buen equipo de trabajo. Comunique bien, comunique mucho, comuníquelo varias veces si es necesario y revise si lo comunico bien. Reúna a todos los integrantes incluido el diseñador gráfico al que muchas veces le entregan el material finalizado sin dejar que aporte a la presentación del trabajo. Tenga en cuenta que usted es el director de orquesta y deje a cada uno tocar su instrumento.

Si quiere ser un buen cliente, y en general un buen empresario de su marca la conclusión es muy sencilla, conserve el norte y crea en su equipo de trabajo.

Un cliente así es la excepción maravillosa con la que todos queremos trabajar. Recuerde que todos estamos buscando buenos clientes, con los que podamos crecer, ser más productivos y en nuestro caso más creativos.

No tome a mal lo que se dice en estas líneas, todos tenemos problemas con nuestros proveedores y la mejor manera de solucionarlo es comunicarlo.


viernes, 30 de noviembre de 2012

Un tema recurrente




“La fotografía publicitaria … le exige una adaptabilidad a los intereses comerciales que tienen por finalidad el aumento de las ventas o servicios.”
— JOSÉ MANUEL SUSPERREGUI —


“Se trata de un trabajo en equipo donde confluyen multitud de seres sensibles, hacer que se cree un lugar de diálogo es tarea del fotógrafo.”
— JUAN L. SANTA-CRUZ. —




Hay temas que son recurrentes, y uno de ellos es el de los diferentes roles y nuestro desempeño como equipo de trabajo en una sesión de fotografía de moda. 

Aunque inicio esta entrada con la idea que hay clientes de los cuales no comprendo el criterio con el que escogen a la modelo y como permiten que ella con sus caprichos acerca de su presencia desdibujen la imagen de las  compañías para las que trabajan, lo cual creo un tema ya tratado.

En entradas pasadas hemos hablado del papel de las modelos de su importancia para concretar la imagen. Que en realidad el valor de la modelo radica en su capacidad de identificarse con el grupo social al cual va dirigida la imagen y/o poder encarnar el rol que de ella se requiere para la elaboración de la fotografía.  Que no necesitamos divas/modelos sino modelos comprometidas con la imagen.

De los fotógrafos hemos dicho que en muchos momentos deben poner su conocimiento técnico y estético en función de la estética de la marca para la que trabajan.  Y similar podemos decir de estilistas, maquilladores y peinadores. Todos están reunidos en función de la imagen que se ha de realizar para un cliente, y dependiendo de este cliente y los consumidores finales, los clientes del cliente,  la libertad creativa pude ser mayor o menor,  pero a eso hemos de atenernos cuando realizamos un trabajo comercial.
Asi mismo cuando hablamos de los clientes y fotógrafos a veces es difícil entender los criterios con los que estos nos seleccionan, por ejemplo: como clientes que supuestamente tienen una imagen diferenciada la contratan como si fuera una fotografía de volumen.

Porque si nosotros reflexionamos sobre nuestra responsabilidad como integrantes del equipo de trabajo, debemos hablar también de la responsabilidad de los clientes, ellos están obligados a saber lo que quieren y como lo deben lograr, así mismo evitar que la sesión se desvié de sus intereses comerciales pero entendiendo que se trabaja con un  equipo creativo al cual hay que comunicarle claramente sus necesidades como forma de encausar esa creatividad. Un cliente no debería permitir que los egos u otro intereses de aquellos que trabajan para el entorpezcan la materialización de su labor comercial que se da en una sesión fotográfica. Pero para eso deben entender mejor la imagen y su construcción o comunicar claramente sus necesidades y entregar su confianza en su construcción al equipo que eligió para la realización del trabajo.  Es claro que el conoce el cliente final mejor que nadie, pero que el equipo de trabajo puede conocer de la realización de la imagen mejor que él, por más catálogos y producciones que haga al año seguramente uno hará muchas más.

Necesitamos de reflexionar sobre la profesionalización del sector, como una manera de todos podamos disponer de mejores condiciones para la realización de nuestras respectivas actividades.  Porque fuera de una manera de ganar dinero con nuestro trabajo, este sector es, para muchos, también un medio de crecimiento personal. 

Pero esa reflexión no es solo para nosotros y nuestros equipos de trabajo, es también para los clientes. Porque si nosotros nos preguntamos ¿qué es lo que estamos haciendo?, saben ellos ¿qué es lo que están comprando?




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miércoles, 22 de agosto de 2012

Un poco sobre las obras fotográficas y su protección





Por: Mónica Restrepo Ruiz
Especialista en Propiedad Intelectual


Curiosamente, me han preguntado recientemente varias personas sobre la protección que reciben las fotografías en materia de Derechos de autor. Me lo han preguntado porque surgen una serie de inquietudes en cuanto a la identificación de una fotografía como obra artística propiamente tal, la relación contractual que suele presentarse con los modelos y demás personas que participan en su realización, y su regulación general. En un primer momento, y siguiendo un poco la línea europea, recordé que el tema fue objeto de muchas discusiones cuando realicé el Máster en Propiedad Intelectual de la Universidad de Alicante: allí las fotografías serán meras fotografías cuando no cuenten con el elemento esencial para constituirse en obras fotográfica, esto es, la originalidad y, en consecuencia, no podrán gozar de la protección plena de los Derechos de autor.

En Colombia sucede algo similar. Las fotografías no cuentan con un concepto propiamente claro en nuestro ordenamiento, sin embargo, se encuentran cobijadas dentro de la categoría de obra protegida por la legislación de Derechos de autor cuando en estas media la originalidad. El objeto de protección de los derechos de autor es la obra, entendida ésta como toda creación originaria, de naturaleza artística, científica o literaria, susceptible de ser divulgada o reproducida en cualquier forma o medio. A efectos de la protección, se incluyen dentro de la categoría de obra todas las creaciones del intelecto humano, cualquiera que sea el modo o forma de expresión y cualquiera que sea su destinación. En este sentido, el concepto de obra supone la creación original de un ser humano y excluye, necesariamente, las obras que no deriven de aquél, como ocurre con aquellas creaciones resultantes de una máquina o un animal.

Si bien el concepto de obra parece extenso, éste se encuentra limitado por el contenido original. La originalidad es un concepto que genera controversia según ésta sea comprendida en su sentido objetivo o subjetivo. En términos subjetivos, será original la obra que no reproduzca una creación ajena anterior. Por su parte, la apreciación objetiva del contenido original de la obra aludirá al grado de novedad, esto es, aquella obra de la cual se pueda predicar que no existe algo idéntico o similar. No obstante la dificultad que se puede generar al momento de apreciar la originalidad de una obra según su apreciación objetiva o subjetiva, la doctrina ha procurado delimitar este concepto con un referente mínimo de altura creativa. Esta altura creativa podrá variar conforme al mayor o menor grado de libertad que posea el autor al momento de elaborar la obra cuya protección pretenda reclamar.

En este orden de ideas, la obra fotográfica que sea original contará entonces con la protección de los derechos de autor y a ésta se asimilan las obras expresadas por procedimiento análogo a la fotografía. De acuerdo con lo dispuesto por la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), la obra fotográfica se define como una imagen de objetos de realidad, producida sobre una superficie sensible a la luz o a otra radiación que puede protegerse como obra artística siempre que su composición, selección, o modo de capacitación del objeto elegido muestre originalidad. Esta originalidad, como ya explicamos brevemente más arriba, podrá, eventualmente, generar controversia según se aprecie la obra en sentido subjetivo u objetivo, pero necesariamente deberá contar con un mínimo de altura creativa para constituirse en tal.

Ahora bien, siguiendo lo dispuesto en nuestro ordenamiento, el autor de una obra fotográfica que tenga mérito artístico y sea original tendrá el derecho en exclusiva a divulgarla, reproducirla y distribuirla, y el derecho excluyente a impedir que terceros no autorizados realicen usos de su obra sin su consentimiento o previa autorización. Lo anterior, sin perjuicio de los derechos de autor que también deban respetarse cuando se trate de fotografías de otras obras protegidas, o de los derechos de imagen de las personas retratadas o incluidas en la obra con mérito artístico y original. No podemos perder de vista que existen una serie de excepciones y limitaciones constituciones y legales que podrían eventualmente impedir la explotación normal de una obra que podría catalogarse como original. Por ello, es importante identificar muy bien qué derechos se encuentran también incluidos en la obra fotográfica y, en caso de controversia, cuál de ellos debe prevalecer según exista un interés común o particular.

Finalmente, cabe destacar que los Derechos de autor en nuestro ordenamiento se sustentan mayoritariamente en la existencia de un único derecho en el que se incluyen dos importantes contenidos: un contenido moral y un contenido patrimonial. El contenido patrimonial es la materialización del derecho exclusivo y excluyente del que hablamos anteriormente y se constituye en el derecho que tiene el autor a explotar su obra en el comercio e impedir que terceros no autorizados realicen divulgaciones y/o reproducciones de ella. Esta categoría, al ser netamente económica, tiene una limitación temporal y espacial. Asimismo, por su contenido patrimonial es susceptible de transferirse a cualquier título siempre que medie autorización por parte de su creador.

Por su parte, los llamados derechos morales se encuentran asociados al autor como una categoría de derechos inherentes a la persona. Como tales, son inalienables, inembargables, imprescriptibles e irrenunciables. Esto quiere decir que si bien los derechos patrimoniales pueden cederse, aun en estas circunstancias los derechos morales no podrán separarse de su autor y podrán invocarse en cualquier tiempo (incluso algunos de ellos por sus causahabientes). Particularmente, en nuestra legislación se identifican las siguientes facultades morales:

·         El derecho a decidir si la obra es o no divulgada.
·       El derecho a la paternidad sobre la obra, esto es, a ser reconocido como autor de la misma con su propio nombre o con un seudónimo.
·     El derecho a la integridad de la obra. Este derecho le otorga al autor la facultad de oponerse a cualquier modificación o alteración de la obra cuando dicha modificación atente contra el decoro de la obra, la demerite, o atente contra la reputación del autor.
·         El derecho a realizar modificaciones a la obra sin importar si ésta se ha publicado o no, y de retirar la obra del comercio y/o suspender actos de divulgación con independencia de que previamente se hubiesen autorizado.

Si bien cada uno de estas facultades merece especial atención, ahora cabe destacar la importancia del derecho a la paternidad de la obra: es por este derecho que toda reproducción de una fotografía original deberá llevar impreso de modo visible el nombre de su autor y el año de su realización. Por el momento, espero dejar unas inquietudes abiertas, y poco a poco, ir resolviéndolas en próximos artículos de interés.




martes, 24 de abril de 2012

Las buenas fotos son exigentes





“O sabes de moda o no!”
—     ANNA WINTOUR —

“Cuando el fotógrafo principiante que comienza a tomar fotos, lleva su cámara y dispara sobre todo lo que le interesa. Llega un momento en el que debe cristalizar sus ideas y partir en una dirección particular. Debe aprender  que disparar por disparar es aburrido y poco rentable.
— ALEXEY BRODOVITCH —

“Sé audaz, ser diferente, ser impráctico, ser cualquier cosa que haga valer la integridad de propósito y visión imaginativa en contra de los que juegan seguro, las criaturas de los lugares comunes, los esclavos de lo ordinario.
— PETER LINDBERGH—


Reflexiones de la clase de ayer:
Explicaba a mis estudiantes que suponer que un curso de un semestre te forma como fotógrafo de moda es equivocado, el curso es un compendio de lo que se debe saber para hacer fotografía de moda pero por lo demás son unas indicaciones a futuro de lo que deben hacer para poder consolidarse en la materia.

Luego de entender que es la fotografía de moda, y su funcionalidad más allá del vestido, es saber que hay diferentes formas de construir las imágenes de moda y diferentes usos, aunque más que usos me gusta llamarlos lenguajes: editorial, catalogo y marca entre otras.

El ejercicio de la fotografía de moda es un ejercicio de control de variables: la modelo, la primera de ellas, el relacionarse con otro ser humano dispuesto para la realización de la imagen. El poder obtener de este la actitud adecuada a los intereses fotográficos. El poder aprender con el tiempo no solo a dar las correctas indicaciones a esta, sino también a seleccionarla de acuerdo a las diferentes necesidades del proyecto, no es solo pararse frente a la cámara y el fotógrafo hace el resto, la modelo debe entregar algo a la imagen, a riesgo de que si esto no sucede, esta puede pasar desapercibida.

La siguiente variable a mi criterio es el maquillaje y el peinado, y en ese orden, lo siguiente que notaras que no funciona en una modelo es su maquillaje y luego cuando este funcione será un asunto de peinado, se aprenderá a ver que no todos los peinados son iguales, a diferenciar un peinado con volumen de un cabello alborotado y quebrado. Se entenderá que los errores de maquillaje hoy en día son corregibles los de peinado a veces no y se será exigente al respecto. Porque así algunos no lo practiquen casi siempre será mejor y más rápido solucionar las cosas en la toma, que posponer su solución en los programas de edición.

Al mismo tiempo la variable del estilismo, de manera completa, ira haciendo presencia, lo que luce la modelo es fundamental a la hora de comunicar en la fotografía de moda, Tal vez el proceso de entender las tendencias y su interpretación en la imagen es uno de los pasos donde el fotógrafo de moda se consolida como tal, empieza a entender lo que está fotografiando. Hasta no lograrlo es un fotógrafo de modelos como ejemplo diremos que de calendarios de playa y aunque en esas imágenes pueda haber elementos de moda, seguramente le pasan desapercibidos y no le son necesarios.

Al final unas preocupaciones más sutiles: el espacio y la estructura editorial, no porque no estuvieran presentes desde las primeras imágenes, sino porque se hacen consientes, al dominar algunos factores otros pasan a ser más relevantes, el aprender a apreciar como algunos fotógrafos solucionan el espacio con el mismo cuidado y exigencia que solucionan, o exigen se les solucione, la presencia de la modelo (el estilismo: maquillaje, peinado, vestuario y accesorios). 
Se aprende a apreciar los grandes editoriales de las revistas, estos cuentan historias, y no me refiero al ejercicio narrativo aunque a veces sucede. Sus historias son más sutiles, como protagonista la tendencia o la noticia, pero en el fondo encontramos también, transiciones, elementos estéticos que se repiten, dan coherencia  y ayudan a contar la historia principal, el buen uso de los formatos y del espacio propuesto. 
Se aprecia el editorial como las diversas propuestas de cada uno de los integrantes del equipo de trabajo que se reflejan en una, sino la mas, importante pieza que se realiza dentro de los lenguajes de la fotografía de moda, no solo por su tradición histórica y su influencia en los otros lenguajes, sino también por la libertad que tiene el fotógrafo y su equipo para su realización, libertad que generalmente no se tiene en los otros usos de la imagen. Porque al final, con pocas restricciones el editorial mientras más libre mejor puede ser. Y es él uno de los ganchos de la revista. Son su sorpresa visual.

Algunos me dirán que la luz, pero esta es la materia prima de la fotografía en cualquiera de sus géneros, la iluminación es un conocimiento aparte que se integra a lo arriba enunciado, de la misma manera que las habilidades de composición de la imagen, porque si llegó a aprender iluminación en un curso de moda llegó al lugar equivocado.

Y al final les decía, volverse exigentes: lo mejores resultados no llegan sino de las mejores prácticas. De escoger trabajar con los mejores y exigir en consecuencia. No convertirse en seres detestables, gritones etc, esa no es la forma de exigir. Se exige con el conocimiento de lo que se hace, con la correcta comunicación de los intereses y alcances del trabajo para enmarcar las acciones de los otros y su revisión en consecuencia. Además del entendimiento que es un trabajo en equipo y aunque para los conocedores se podrá detectar el engranaje que falló en una producción, para la mayoría de la gente el único responsable de una mala foto siempre será el fotógrafo.

Es todo lo anterior lo que está en juego.