The Constructed Moment

This blog discusses the way in which we design, make, select, evaluate and publish fashion and advertisement photographies as a sub-genre. This is a place of reflection. We have no unveiled truths, yet we are seeking answers.


jueves, 24 de septiembre de 2015

Mientras Ruven Afanador trabaja.



“... todas esas fotos. Yo las veía y decía: “Quiero hacer eso”. Es algo que parece fácil, pero el acto de conseguir esas imágenes, de llevar a un personaje a esa desenvoltura, es casi milagroso.”
Ruven Afanador





Vino Ruven Afanador, o mejor dicho fue traído, para realizar 50 retratos en la inauguración de un evento de moda en la capital.

Mientras escribo esta entrada, Afanador realiza los 50 retratos, y luego de unos tuits, prometo escribir sobre lo que allí sucede.

No hablare de Afanador o su estilo, hablare de los contrastes de lo que es nuestro trabajo y de la manera en que lo ven. Su reputación de gran fotógrafo lo ubica en el nivel de artista, nivel que han tenido muchos fotógrafos que antes que él han logrado tal reconocimiento en base a su trabajo para la industria editorial de moda, tradición que se remonta hasta el primer fotógrafo artista que fue contratado para Vogue por Conde Nast: El Barón Adolf de Meyer.

Esa categoría de artista no es solo un título, es una definición de un estilo de trabajo. A los artistas hay que darles las condiciones para crear. Y por lo que entiendo Afanador es un tipo, no solo tímido, sino pausado, reflexivo, que llega más que a una sesión de 50 retratos a una foto-maratón.

Creo necesario decirlo: ahí estamos pintados. Creemos que se pueden hacer tantas fotos como elementos puedan pasar frente a una cámara en un lapso de tiempo determinado. La idea de los 50 personajes en una banda trasportadora pasando frente al lente del gran fotógrafo viene a mi mente. Se nos olvida no solo el estatus de creador sino también que las condiciones laborales aquí y allá son muy distintas así las fotos muchas veces sean muy parecidas.

Matemáticamente estamos hablando de 5 horas de trabajo ininterrumpido para evacuar 10 retratados por hora, eso lo hacemos los fotógrafos del montón, pero no creo sean los tiempos de un creador como Afanador.

No sé cómo terminara esta historia, seguramente realizara una gran cantidad de retratos, donde la mayoría serán divulgados y elogiados como el gran acontecimiento que se dijo que era. La cámara del emperador vestirá y engalanara esa larga lista de lo que alguien llamo: nuestros iconos de moda.

Los iconos de moda de una industria que aún no entiende que es lo que diferencia a un creador de imágenes de un fotomatón* y que verán todas las fotos como un acontecimientos espectacular.

Yo esperare a ver que llega a la página web del artista y desde allí descubriré que fue lo que el realmente decidió rescatar como el producto artístico de esta noche.

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* Fotomaton es el nombre de la cabina fotográfica en la que uno se encierra y ella automáticamente te realiza unas cuantas imágenes.







viernes, 29 de mayo de 2015

De editores y editoriales de moda.





Nuestro problema básico radica no en la imitación de las apariencias,
sino en la falta  de conocimiento de los procesos que las logran




Las palabras editar, editor y editorial inicialmente se refieren a la acciones relacionadas con los medios impresos.

La palabra editorial se refiere al artículo de fondo de un medio impreso, una de las versiones mas populares de los editoriales son aquellas en las que los medios defienden una postura y aunque la RAE diga que no es firmado, con el paso del tiempo la definición de orientaciones de los medios pasa de ser un asunto de sus tendencias políticas y en aras de la independencia de estos queda a cargo del director general y empieza a aparecer firmada generalmente bajo el titulo de carta del director o algún nombre similar.

Cuando pensamos en los editores, aunque con funciones diferentes de acuerdo al editor que nos ocupe: cinematográficos, de televisión, literarios y los de moda, encontramos que todos ellos tienen en común su tarea de seleccionar y agrupar,  para su presentación final un material disponible: léase material fílmico, escritos y productos de moda respectivamente. El editor de moda por ejemplo selecciona entre los diferentes eventos de moda o desfiles cuales deben ser reseñados en su publicación y para tal fin, por razones de espacio de impresión debe seleccionar los vestidos, accesorios, complementos entre otros que considere aparecerán impresos.

Esta selección de productos se publica de diferentes maneras: en algunos casos van solos reseñados muy parecido a lo que llamamos la foto de catálogo, en otros con ayuda de estilistas y/o directores de arte se realizan en la forma de Still life, como  ejemplo están las cada vez mas frecuentes ediciones de accesorios y complementos de revistas como Vogue y similares. Por último algunos productos terminan siendo reseñados en una de los apartes principales de la publicación llamado historia de moda, o editorial de moda;  sección que retoma las formas de los foto reportajes que introdujeron revistas como Vu, y Life tratando de establecer una narración visual para presentar una serie de productos seleccionados por un editor de moda para tal fin. El criterio de selección mas popular en la actualidad son las tendencias de moda, pero son válidos otros criterios que el editor considere pertinentes, por ejemplo, el hacer un homenaje a determinado diseñador o hacer una recopilación de algún tipo de prendas con alguna característica específica.

Desde los comienzos de Vogue, Conde Nast con la ayuda de el Dr Agha en los inicios y Alexander Lieberman de 1944 a 1961[i] como sus directores artísticos y del lado de Harper's Bazaar Alexey Brodovitch con igual tarea, estuvieron en la búsqueda y ayudaron a la formación del talento de fotógrafos que hoy son fundamentales para la historia de la fotografía de moda; nombres como Beaton, Munkacsi, Steichen, Avedon y Penn por citar algunos. La función de esta nueva generación de fotógrafos de moda para las revistas era desde su inicio producir imágenes llamativas que ilustraran los productos que en ellas aparecían, razón por la cual hasta nuestros días y en búsqueda de esa novedad son las revistas las que más libertad creativa otorgan a sus fotógrafos para ilustrar las imágenes de moda. 

Es por eso que el editorial de moda como tal no solo se reduce a una tradición fotográfica asociada a una cantidad de imágenes heredadas de los ensayos fotográficos del foto-reportaje. Se refiere principalmente a una selección de objetos  que hablan del estado actual de los productos de la industria, y es en ese discurso de aquello que nos presenta y no en la cantidad de fotos que esta la razón de llamarlo “de moda”.

Asi que no se confundan llamando editorial de moda a una serie de fotos de una misma prenda donde no hay un discurso de moda y tampoco un discurso fotográfico ya que en un ejercicio serio solo una de esas fotos sobreviviría para ilustrar la prenda y las otras por mas buenas que pudieran ser, no serian publicadas. También es necesario entender que la moda como industria se debe a la comercialización repetitiva de productos y que el fin de los editoriales de moda es la presentación de la ultima versión de estos,  y si la única prenda de su editorial es sacada de algún armario por favor piénselo dos veces antes de llamar a esa serie de fotos de una prenda de armario, un editorial de moda. 




editar.
(Del fr. éditer).
1. tr. Publicar por medio de la imprenta o por otros procedimientos una obra, periódico, folleto, mapa, etc.
2. tr. Pagar y administrar una publicación.
3. tr. Adaptar un texto a las normas de estilo de una publicación.
4. tr. Organizar las grabaciones originales para la emisión de un programa de radio o televisión.
5. tr. Inform. Hacer visible en pantalla un archivo.


editor, ra.
(Del lat. edĭtor, -ōris).
1. adj. Que edita.
2. adj. Inform. Dicho de un programa: Que permite redactar, corregir, archivar, etc., textos registrados en ficheros de símbolos. U. t. c. s. m.
3. m. y f. Persona que publica por medio de la imprenta u otro procedimiento una obra, ajena por lo regular, un periódico, un disco, etc., multiplicando los ejemplares.
4. m. y f. Persona que edita o adapta un texto.
~ responsable.
1. m. y f. Persona que, con arreglo a las leyes, firmaba todos los números de los periódicos políticos y respondía de su contenido, aunque estuvieran redactados por otros.
2. m. y f. coloq. Persona que se da o pasa por autor de lo que otro u otros hacen.



editorial.
1. adj. Perteneciente o relativo a editores o ediciones.
2. m. Artículo de fondo no firmado.
3. f. Casa editora.


Real Academia Española © Todos



[i] Luego del 1961 pasa a ser director editorial de publicaciones Condé Nast en Estados Unidos y Europa




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