The Constructed Moment

This blog discusses the way in which we design, make, select, evaluate and publish fashion and advertisement photographies as a sub-genre. This is a place of reflection. We have no unveiled truths, yet we are seeking answers.


martes, 27 de septiembre de 2011

El efecto Zoolander



“Tengo problemas bidireccionales, no sé girar a la izquierda”.
    DEREK ZOOLANDER —


"A mí me importa muchísimo lo que hago,
¿acaso sé qué producto vendo? ¡no!
¿sé lo que estoy haciendo hoy?  ¡no!
Pero aquí estoy y voy a dar lo mejor de mí".
 — HANSEL—  En Zoolander




Sin duda una de las películas que más cito en mis cursos de fotografía de moda es Zoolander, generalmente asociado a un comentario sobre los modelos y el manejo que hacen de la pose. Pongo en contexto a los que no la han visto: Se dice que Zoolander tiene unas miradas especiales como modelo: La mirada tigre, la magnum o la Steel; que lo diferencian de los demás, y las hace siempre de la misma manera; es más, algunos dicen que todas sus miradas son exactamente la misma. Al inicio de la película en una escena de premios nos muestran el calendario  de Zoolander y vemos que su pose es exactamente igual en todas las fotos.

¿Y lo anterior es solo del mundo de la comedia?, ¡no señor!  Sucede en la vida real, y de ahí mi referencia frecuente a la película. Lo que puede verse como el chiste fácil es el producto de una aguda observación, característica indispensable de los buenos humoristas. Muchos modelos repiten unas cuantas poses, o solo son capaces de presentar  una misma sonrisa. Algunos, por más que se muevan siempre terminan haciendo lo mismo, o sólo hay una pose que les queda bien,  y es que, como el traje del emperador que todos decían que lo veían para ocultar su incapacidad, con la pose Zoolander pasa algo similar todos la ven diferente porque no se dan cuenta de que es exactamente la misma.

Muchos de nuestros modelos han sucumbido al efecto Zoolander. No sabemos si es una enfermedad profesional, una incapacidad actoral, o simplemente el exceso de catálogos en los cuales se les piden las mismas poses. Tampoco sabemos si es falta de dirección. Ellos las ofrecen y nosotros no nos damos cuenta que se están repitiendo. Podríamos definirla como  un estado de rigidez que se genera en el sistema nervioso central del modelo cuando percibe la cámara orientada hacia su humanidad. El solo hecho de dirigir el artefacto captura-espíritus hacia otro lado, permite una rápida -y sin efectos secundarios- recuperación de la totalidad de las actividades motoras. Lo último es fundamental. Sabrán mis amigos fotógrafos que las mejores poses de las modelos, generalmente resultan cuando la cámara apunta hacia otro lado y ellos se encuentran relajados. Hay un segundo estado que no es una rigidez total sino una suerte de semi-rigidez: ¡el modelo está mascando chicle!

Ya en serio, podríamos  decir que la pronta moda, y el catalogo como su medio  para ilustrarla, exige de los modelos la pronta pose. Cada vez veo más en catálogos, como los modelos repiten las mismas poses y nadie parece darse cuenta durante las tomas, ni durante la selección del material o antes de su publicación. Creo es por eso que dentro de lo que se ha dado en llamar  el look book, que en realidad es un catálogo en el sentido más estricto de la palabra, al fin  lo que hace es catalogar la colección  Los modelos repiten la pose de  manera intencional sin ninguna variación.

Necesitamos reflexionar sobre las poses de los modelos. La pose es un resumen del lenguaje corporal (por algo le dirán así). El fotógrafo no es solo quien dirige la iluminación, la cámara y la escenografía; es también el director actoral de sus modelos. Debemos estar pendientes de lo que comunican esos cuerpos, así como estamos pendientes de lo que comunica el estilismo que el modelo porta. Los otros elementos de la imagen hoy no vienen al caso.

Señoras y señores, unos cuantos ejemplos del “efecto Zoolander”



Nota: cada grupo de imágenes correspondes al mismo catálogo. 













miércoles, 21 de septiembre de 2011

Lo que las marcas pueden aprender de Lady Gaga






        Crea tu propio estilo visual… que sea exclusivo para ti y a la vez identificable para los demás.
     ORSON WELLES —



Hablaba hace días con un par de amigos, diseñadores de vestuario y directores de arte, formados en artes plásticas para más pistas y por lo que citare de su comentario.

En mi opinión, les decía, Lady Gaga es el triunfo de la estética: en mi limitado conocimiento de la música no la considero la mejor voz, creo que hay mejores voces como Christina Aguilera, Joss Stone, Amy Winehouse entre otras; definitivamente no es la más bella, creo que en este punto es suficiente ilustración y por ultimo sus canciones no son las más exitosas, explico: no han sido el éxito que catapulta a una estrella, es ella quién catapulta sus canciones.

Pero lo que si tiene es que se ha apropiado de elementos estéticos hasta crear una estética propia, tan propia que todos la reconocen y algunas han decidido imitarla. He de agregar que la mayoría sin éxito ya que se ven recargadas es por eso que usamos el término “apropiado” al inicio de este párrafo, ya que el uso no significa siempre una apropiación.

A lo que mis amigos agregaron que desde los 90’s la moda estaba centrada en el cuerpo y este era cada vez más destapado, hasta el punto de que un gran grupo de estrellas aparecían casi desnudas en su video y presentaciones, el planteamiento de Lady Gaga es ir al otro extremo centrándose más en el vestuario, de alguna manera similar al destape de los 70’s y la estética en la moda de vestuario de los 80’s, para los jóvenes descubrir hoy el poder de unas estéticas más llenas de elementos, más ricas visualmente debe ser asombroso.

Lady Gaga ha logrado que todos sepamos quien es, como se viste y podamos reconocerla sin problemas aun sin haber escuchado su música. Es más mis amigos la llamaron una devoradora de estéticas y temáticas para su proyecto. Casi cualquier tema que usa queda vetado por el buen desarrollo que hace de él y por ser un personaje que llamaremos sobre comunicado por lo que usar temáticas similares podría verse no como una apropiación estética del tema sino como una imitación a Lady Gaga.

En unos cuantos años un personaje como ella, bien conectado, ha logrado escalar posiciones en le mundo de la música básicamente lo que en mercadeo llaman la diferenciación, presentando un producto coherente, musicalmente hablando, pero principalmente centrado en su propuesta estética. Pensando en lo anterior no puede dejar de hacer la analogía con las marcas de moda, porque la moda está presente en Lady Gaga y a mi modo de ver el salto para la analogía es solo un pequeño paso y por eso  me pregunto:  

¿ Por qué si tenemos tan buenos fotógrafos las campañas de nuestras marcas no despiertan la misma pasión que algunas campañas extranjeras?

Y mi respuesta luego de pensar en lo anterior es que  con pocas excepciones, nuestras campanas son más de lo mismo, una manera de estar presentes, sin sorpresa, novedad y propuesta estética, de alguna manera como en el reciente mundo de la música antes de Lady Gaga.




martes, 13 de septiembre de 2011

El fotógrafo/divo o El fotógrafo héroe.





"La gente dice que las fotografías no mienten. Las mías sí."
— David LaChapelle  —








Al hablar de la modelo/diva, aparecieron un par de comentarios acerca del fotógrafo/divo: Si las marcas contratan a los fotógrafos por su estética o si estos deben re-producir una estética referida. Hace un par de meses en el seminario de fotografía de moda de Yurupary, me hicieron la pregunta.

En realidad creo que son dos asuntos independientes que pueden confluir.
El primer asunto sería plantear que hay fotógrafos con estilo y fotógrafos que son capaces de adoptar múltiples estilos. Como ejemplo de esto último, estaría Patrick Demarchelier y con alguna reserva incluiría a Steven Meisel, quien tiene la facilidad para adoptar diversas estéticas en el desarrollo de su trabajo.

Enunciado lo anterior, sigamos hablando de aquellos fotógrafos que podríamos clasificar entre los que poseen un estilo
Coincido con otro comentarista de esa entrada en que en realidad en nuestro medio es difícil distinguir un fotógrafo de otro. Para tal afirmación habría que dar razones suficientes. Aquí van:

1.     En algunos casos no es claro observar cuales de nuestros fotógrafos tienen un estilo y cuales una fórmula que los diferencia, creyendo yo que hay más de los segundos que de los primeros. Creo que los puntos siguientes definen elementos que develan la formula ante el estilo. (ver entrada)

2.     La falta de madurez de nuestro mercado para reconocer fotógrafos con un estilo definido. En general las nuevas marcas de diseñador están haciendo algo de este ejercicio, pero ellas no tienen, en la mayoría de los casos, el poder económico para divulgar su imagen de manera masiva, tal como lo hacen las marcas reconocidas con una imagen estandarizada que les ha funcionado para llegar hasta el lugar donde están, sin que vean las razones para moverse de esa zona de confort. Esto nos deja con poca posibilidad de evolución estética.

3.     La falta de un ejercicio editorial o personal por parte de los fotógrafos, aportando pocas propuestas estéticas nuevas a lo que ya se hace, terminan siendo casi siempre copias de la evolución estética del exterior. Como prueba de esto podemos decir que algunos –claro que no todos- los que han publicado varios trabajos en un periodo reciente en las revistas especializadas, han terminado desarrollando un estilo, como es el caso de Raúl Higuera, aunque sin duda podemos decir que todos los que han publicado, han mejorado notoriamente. Hagan el ejercicio de buscar los primeros editoriales de cualquiera de nuestros fotógrafos publicados en las revistas y compárenlos con su trabajo reciente para ver a que me refiero. La exigencia del trabajo editorial obliga al mejoramiento permanente del fotógrafo. Digamos también que haciendo trabajos comerciales no se desarrolla un estilo, pues en este campo no hay la libertad suficiente; si mucho se desarrollan fórmulas para diferenciar el trabajo. Repito lo que dije ese día en el seminario: Si un fotógrafo no tiene manera de publicar editorialmente, es indispensable que desarrolle ejercicios personales como una manera de definir su estilo con la libertad suficiente en todos los aspectos no sólo técnicos sino conceptuales.

4.     En nuestro medio falta un personaje fundamental que ayude a la definición del estilo de los fotógrafos. Estoy hablando de editores fotográficos o en su defecto directores de arte, pero   verdaderos directores de arte, con los cuales el fotógrafo pueda confrontar su realización. Estos personajes actúan, igual que el curador para un fotógrafo artístico, llamando la atención sobre aspectos importantes del trabajo (algunos tal vez inconscientes), los cuales el fotógrafo puede tener en cuenta y potenciar más adelante. Es una característica propia de estos personajes, la amplia cantidad de información que revisan constantemente, definiendo también caminos por los cuales el fotógrafo puede transitar sin tornarse repetitivo.

Creo que la época en la cual los fotógrafos aportaban su estilo a las marcas ha pasado. En mi opinión las marcas hoy en día deben tener un estilo definido y buscar fotógrafos cuyos estilos coincidan con lo que están proponiendo o que puedan adoptar la postura de la marca de manera temporal.

El término fotógrafo-héroe[i], se refiere a ese momento de la historia de la fotografía, después de la segunda guerra mundial, cuando el fotógrafo consolida su imagen como artista y se convierte en celebridad. El inglés David Bailey es uno de los más reconocidos tal vez también por inspirar la película Blow-up de Antonioni. La época se consolidó con talentos de la talla de Richard Avedon, Irving Penn Helmut Newton, David Lachapelle, y Terry Richardson entre otros. Encomendar hoy una a campaña a uno de estos fotógrafos, podría generar un impacto mediático que de entrada libraría la inversión y haría gran publicidad a la marca.
Acudir a un fotógrafo como medio de generar free-press, es algo que no se da en nuestro medio. Recuerdo las épocas en que Fashion TV presentaba backstages (o publirreportajes), en los cuales el lugar común era la modelo hablando de la gran producción de la marca X, en realidad una producción normal para catálogo, y ante falta de argumentos visuales había que acudir al discurso hablado para hacerla ver grandiosa.

Reitero lo anterior: El momento del fotógrafo-héroe ha pasado; hoy en día las grandes marcas saben que este intangible bien manejado, genera valor a los propietarios de la compañía y permite comercializar con mayor facilidad los productos. Por esto la propuesta de comunicación debe ser coordinada en todos los ámbitos para general valor a la marca. ¿No han notado el aumento de cursos de comunicación estratégica de marca, moda y similares, en los cuales se refuerza todo lo que tiene que ver con la marca? Sigo con la sensación de que en lo fotográfico nos quedamos en un momento histórico de la fotografía, centrado más en la tradición editorial que en la de imagen de marca, sin entender la función del del fotógrafo de moda en el momento actual y cómo los diferentes lenguajes y tendencias pueden reforzar dicha comunicación.

Otro personaje es el fotógrafo-divo. Es el que llega con su formula o estilo a una marca a realizar algo contrario a los intereses de ella. Estamos hablando de que la fotografía comercial, al final está sometida al ejercicio de comunicar. Así como una modelo con la forma de llevar la ropa o el maquillaje puede desvirtuar una marca, un fotógrafo con un estilo no siempre está construyendo marca. Así es que si hay fotógrafos divos, muchas marcas y aun los mismos clientes aún no se han dado cuenta.





[i] Termino de Fotógrafo héroe es de CONCHA CASAJUS QIJIROS para referirse a los fotógrafos de la década de los sesenta en su tesis HISTORIA DE LA FOTOGRAFÍA DE MODA (Aproximación estética a unas nuevas imágenes) UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID - 1993

miércoles, 7 de septiembre de 2011

El ejemplo





“La excitación es el fundamento del erotismo, su enigma más profundo, su palabra clave.”
—     MILAN KUNDERA —


"SoHo rompió un molde pero impuso otro: cuando ya todas las modelos que se iban a desnudar se desnudaron, fue necesario pensar para qué se desnudaban. Si la desnudez, que antes llamaba la atención, se vuelve un fin, acaba siendo obvia; si no se toma como un fin sino como un medio, aún puede causar asombro."
— DANIEL SAMPER OSPINA —



Esta entrada comienza como la de la semana anterior, leyendo Semana, esta vez la respuesta de Daniel Samper Ospina a la columna de la semana pasada de Maria Jimena Duzán, (link) ambas inspiran las entradas de las respectivas semanas. Primero he de aclarar que entiendo que la columna de Daniel Samper es una caricaturización de los hechos en otras palabras no trata de ser una columna seria. ¿O sí?

Evitare opinar sobre esta columna tal como lo hice acerca de la de la semana pasada, pero  he de citar dos frases con las que podría, de haberlo sabido, completar mi entrada anterior: la primera “Yo pensé que se habían desnudado porque les parecía divertido hacerlo” habría que agregar a las fotos que no parecen divertidas a la frase “no parecen de revista, no parecen eróticas, no parecen artísticas, no parecen bellas, no parecen profesionales, no parecen caseras” Otra intención que se pierde.

Porque al final parece que estamos hablando de erotismo, y para eso Daniel pone un ejemplo de una foto de Maria Jimena publicada en la revista Cambio la cual califica de erótica: (link)

“Estamos ante una joya de la fotografía erótica. María Jimena aparece desabrigada sobre un sofá blanco, cubierta apenas por un baby doll de ensueño del que asoman, coquetos, unos muslos que se pierden en los confines mismos del misterio. La modelo mira a lontananza con una malvada sonrisilla con la que parece preguntarse, ¡ay!, si alguien reportó un fuego. El hombro desnudo invita a la fantasía. Las velas erotizan la escena y consiguen que quien la observe caiga pulverizado por un fulminante corrientazo de deseo.”

Aunque la calificación de lo erótico, así como lo sensual, y hasta lo pornográfico tienen elementos personales, Por lo tanto nunca serán objetivas, la anterior descripción es erótica, tanto más que la imagen que se dice describir, particularmente me gusta lo del “hombro desnudo que invita la fantasía”, y lo del “fulminante corrientazo del deseo”. Esto último es lo que las fotografías eróticas deberían tener, ese fulminante corrientazo del deseo le faltó a las fotos de la chicas W y a otras en la revista Soho, si conceptualmente el director de la revista tiene tan claro lo que es erótico, ¿qué es lo que pasa para que las imágenes no lo tengan? Tal vez estamos ante el desnudo como un fin y no como un medio, uno de los 50 puntos básicos que se enunciaban en la edición 100 de la revista. y no sabría decir si estamos hablado de contenidos o de estéticas porque lo erótico las tiene diferentes para cumplir el mismo objetivo “que quien la observe caiga pulverizado por un fulminante corrientazo de deseo”.

El desnudo en la fotografía es casi tan viejo como la fotografía misma, y es un tema que le precede incluyendo imágenes eróticas y pornográficas.  A finales del siglo XIX en Francia e Inglaterra abundaban las tarjetas de visita con imágenes de mujeres desnudas o con escasos ropajes, estas con una intención erótica lo cual desde ese entonces era un próspero negocio. Por otra parte no todo cuerpo desnudo frente a una cámara tenia esta intención: había fotografía médica, antropológica o etnográfica y las academias, registros de cuerpos desnudos cuyo interés antropométrico era permitir a los pintores realizar con más fidelidad la representación de lo anatómico en sus obras, estos últimos géneros se realizaban sin intención erótica[i], esto no significa que no la tuvieran para algunos de los espectadores. No todo cuerpo desnudo tiene una intención erótica y no toda intensión erótica necesita de un cuerpo desnudo.  

Nuevamente esto nos invita a reflexionar sobre el papel de los editores y directores fotográficos de las publicaciones como lo hice la semana pasada. Es por eso que le he escrito una carta abierta a Daniel Samper Ospina  en este mismo blog, no sé cómo me salga este experimento, así que he decidido tratar de hacerla en el tono jocoso que él usa en sus columnas, ¿será esto copia literaria?  Espero que no, solo creí que podría ser entretenido, divertido si alguien se ríe.





Señor 

Daniel Samper Ospina
Director revista SoHo
Columnista revista Semana
Bogotá



Leí como todas las semanas, su columna en la revista semanaria en la cual publica. Esta vez con justo derecho defendía su labor de empelotar mujeres, y hasta hombres, de diversas profesiones. Es claro que lo suyo es la libertad de expresión dejando que aquellos bendecidos por Dios ventilen sus diferencias al aire a través de la revista que tan sabiamente dirige. ¿Cómo osa Maria Jimena cuestionar la razón por la que estas niñas deciden destapar sus senos en tu prestigiosa publicación? En realidad creo cuando dice que es porque a ellas les pareció divertido. Nos deberías mostrar las fotos divertidas, esas no las vimos y si había fotos eróticas sería bueno verlas también, y si en algún momento hubo un desnudo artístico que resultara de la sesión fotográfica, casi que tendría para la segunda parte y así sacar más de casillas a Maria Jimena por atreverse a pensar y cuestionar tu noble labor.

Pero Daniel, creo que te deshases en elogios con la contraparte al llamar eróticas la foto de ella en baby doll en la revista Cambio, ¿lo hacías por burlarte?, o ¿en realidad crees que es erótica?  No puedo cuestionarte, el erotismo es diferente para todos nosotros, es aquello que nos genera una pulsión interna, un sentimiento, el “corrientazo del deseo” que tan brillantemente describes, de eso hablamos cuando hablamos de erotismo. Porque para que no nos queden dudas apreciado Daniel, si lo que sientes al ver esta foto eso solo pasión animal podrías considerarla pornográfica, pero yo sé que eso no es lo tuyo.

Mi nuevo mejor amigo, comò no serlo si tienes la revista y acceso a las modelos eso es lo que cualquier fotógrafo podría desear, tienes para mí todo lo que Chaves para Santos, tu entiendes de estas metáforas políticas tal vez mas que mis lectores, ellos son solo fotógrafos que entienden más de la imagen que mis amigos que gustan de las metáforas políticas. Por eso me preocupo Daniel. Creí que nuestro pensar erótico era similar, no lo estoy viendo en la revista creo que ha perdido el “corrientazo del deseo” lo digo como fotógrafo y definitivamente no veo la joya de la fotografía erótica que dices haber encontrado, esos coquetos muslos, son algo grandes para mi te comento, y de la malvada sonrisilla me parece más bien una risa ahogada de pena de quien hace algo que sabe no saldrá bien. Tal vez de ahí saca ella su experiencia para recomendar a las periodistas no empelotarse. Si ella sin develar los “confines mismos del misterio” que parecen fascinarte tuvo tan pobre resultado, entonces cree ella con razón que con menos ropa debería ser desventurado, tal como lo fue con las chicas de la W. 

Tal vez los periodistas solo deban ventilar sus diferencias al aire y no en los impresos.


Cordialmente
Jose Luis Ruiz




[i] Aunque en algunos casos se usaban estos géneros para realizar fotografías eróticas las cuales eran perseguidas por su carácter inmoral.