O Notas a Colombiamoda 2014.
Segunda parte
“La moda padece del fenómeno
avestruz: cree que con esconder la cabeza se resuelven todos los problemas. Hay
que enfrentar, aceptar y corregir.”
— Anna Fusoni —
Continuando con mis reflexiones sobre la pasada
Colombiamoda, comparto con ustedes otro tema que considero de gran importancia.
Aunque me alejo de los linderos de lo fotográfico, sigue en continuidad con la
primera parte de mi análisis a los formatos de Colombiamoda.
En este caso el tema es el Cubo
de El Colombiano, los espacios para los nuevos diseñadores y la cantidad de
información que se genera en un evento de esta magnitud.
Por mi labor académica y profesional
conozco de primera mano el trabajo y esfuerzo con el que los jóvenes diseñadores
realizan sus colecciones, y la frecuente necesidad en este medio del soporte de
un tercero para salir adelante. En eso,
el apoyo de los editores de los medios es fundamental, ya que ellos no solo
están en la posición de difundir a diferentes públicos, sino que pueden
convertirse en validadores y reales patrocinadores de pasarelas al interior de
los diferentes eventos, tal es el caso de Infashion y Fucsia o Caracol con Non Stop.
Non Stop tuvo más aciertos que deficiencias, sin dirigirme en mis
comentarios a las propuestas de diseño. Este desfile diario abría la
programacion en la pasarela 2, cuyos inconvenientes se analizaron en la entrada
anterior. Pero adicionalmente, Non
Stop pecó en su duración ¿Qué cadena
de sucesos llevó a un evento de 4 pasarelas de más de hora y media el último
día de la feria? Debemos recordar además que cada hora había una nueva pasarela
por cubrir.
¿Cómo se controlaron los tiempos?
Sumémosle a eso el remate musical del rapero, donde observamos fallas en el
protocolo de las pasarelas de moda, no solo de asistentes –como yo- deseosos de
salir, sino de los organizadores, faltos de atención a los tiempos estipulados
del evento.
Presentar a varios diseñadores en
un mismo formato es posible, lo demostró la pasarela rosa con una cantidad de
diseñadores y una noción clara de los tiempos. En el pasado, las pasarelas LAF
también demostraron que creadores con amplia trayectoria son capaces de encajar
en estos formatos breves, teniendo claro que lo importante es la exhibición de
la colección y que los tiempos largos y los performances complicados son un
asunto mejor llevado en pasarelas individuales que en pasarelas colectivas (Tema
al que nos hemos referido anteriormente).
Es claro que el Non Stop es el espacio para los nuevos
talentos, y eso hay que aplaudirlo, apoyarlo y desear más alternativas
similares. Pero este no era el único. El Colombiano presentó también El Cubo, del
cual mis observaciones no solo son fotográficas: la iluminación era irregular
por la filtración del sol de la tarde, dificultando el registro, además de una
cuestionable ubicación en la plazoleta y diseño interno del espacio, temas
adicionales que solo mencionaré en esta línea.
Imagen enconrada en internet, Lamentablemente no tenia créditos del fotografo. |
Durante la feria indagué con
varios editores y blogueros si habían pasado por el Cubo y la respuesta fue
negativa. Mientras escribía esta entrada repetí la pregunta por twitter, con
más afirmativos pero a asuntos muy puntuales.
No es culpa de los editores.
Suponer que podrán asistir a un desfile cada media hora, paseando entre pasarela
1, Cubo, pasarela 2, Cubo y así sucesivamente, es mucho pedir. Incluso si la
programación fuera puntual (que tampoco fue el caso).
Vivimos tiempos de saturación de
información, donde generar contenido es obligatorio. Asistir, editar y redactar
todo eso es muy complejo. Los medios de mayor divulgación no pueden aumentar
sus parrillas impresas o el tiempo al aire para dar abasto a una mayor cantidad
de sucesos. Las publicaciones digitales tampoco son capaces, ya que la mayoría
son organizaciones unipersonales, superados por esta maratónica jornada de más
de 8 horas de desfiles cada media hora, limitándolos para subir contenido de
calidad.
Queda entonces un incremento en
el ruido virtual: más eventos y más participantes significa más tweets, uso de Hashtags y otras interacciones en red que dan la sensación virtual
de que se vive la feria, pero en términos reales es difícil medir si ese
aumento del ruido significa un aumento de calidad de información dentro del
evento.
Más desfiles no significan
necesariamente una mayor divulgación de la moda. Hay espacio para más talentos
y mejores números para los balances, pero no debe solo evaluarse el impacto en
cantidades sino en trascendencia para los involucrados.
La misma lógica con la que se
construye Textiles2 en el marco de Colombiamoda podría dar para un Moda2 o
semillero de diseño en Colombiatex, con espacios como el Cubo, Non Stop o formatos similares no tan
desarticulados como los Fash Mob (del
que también se escribió
en su respectivo momento). Creo entonces
que el espacio para estos nuevos talentos debe incluir a la prensa y nada mejor
que el primer semestre del año, pues ofrece mejores oportunidades de
visualización y establecer mejores relaciones con los editores de moda. También
es una temporada en la que muchos medios cuentan con más espacio disponible
para hablar de diseño y moda.
Creo que parte de la apuesta por hablar de un
sistema moda es entender que la información no se debe concentrar en
determinados momentos sino, por el contrario, manejarse con un buen flujo para
proyectar todos los temas.
La próxima semana, una entrega
mas, creo que la ultima.
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