“La fotografía publicitaria … le exige una adaptabilidad a los
intereses comerciales que tienen por finalidad el aumento de las ventas o servicios.”
— JOSÉ MANUEL SUSPERREGUI —
“Se trata de un trabajo en equipo donde confluyen multitud de
seres sensibles, hacer que se cree un lugar de diálogo es tarea del fotógrafo.”
— JUAN L. SANTA-CRUZ. —
Hay
temas que son recurrentes, y uno de ellos es el de los diferentes roles y nuestro
desempeño como equipo de trabajo en una sesión de fotografía de moda.
Aunque
inicio esta entrada con la idea que hay clientes de los cuales no comprendo el criterio con el que escogen a la modelo y como permiten que ella con sus caprichos acerca de su
presencia desdibujen la imagen de las
compañías para las que trabajan, lo cual creo un tema ya tratado.
En
entradas pasadas hemos hablado del papel de las modelos de su importancia para
concretar la imagen. Que en realidad el valor de la modelo radica en su capacidad
de identificarse con el grupo social al cual va dirigida la imagen y/o poder
encarnar el rol que de ella se requiere para la elaboración de la fotografía. Que no necesitamos divas/modelos sino modelos
comprometidas con la imagen.
De
los fotógrafos hemos dicho que en muchos momentos deben poner su conocimiento
técnico y estético en función de la estética de la marca para la que trabajan. Y similar podemos decir de estilistas,
maquilladores y peinadores. Todos están reunidos en función de la imagen que se
ha de realizar para un cliente, y dependiendo de este cliente y los
consumidores finales, los clientes del cliente,
la libertad creativa pude ser mayor o menor, pero a eso hemos de atenernos cuando
realizamos un trabajo comercial.
Asi
mismo cuando hablamos de los clientes y fotógrafos a veces es difícil entender los
criterios con los que estos nos seleccionan, por ejemplo: como clientes que
supuestamente tienen una imagen diferenciada la contratan como si fuera una fotografía
de volumen.
Porque
si nosotros reflexionamos sobre nuestra responsabilidad como integrantes del equipo
de trabajo, debemos hablar también de la responsabilidad de los clientes, ellos
están obligados a saber lo que quieren y como lo deben lograr, así mismo evitar
que la sesión se desvié de sus intereses comerciales pero entendiendo que se
trabaja con un equipo creativo al cual
hay que comunicarle claramente sus necesidades como forma de encausar esa
creatividad. Un cliente no debería permitir que los egos u otro intereses de
aquellos que trabajan para el entorpezcan la materialización de su labor
comercial que se da en una sesión fotográfica. Pero para eso deben entender
mejor la imagen y su construcción o comunicar claramente sus necesidades y
entregar su confianza en su construcción al equipo que eligió para la
realización del trabajo. Es claro que el
conoce el cliente final mejor que nadie, pero que el equipo de trabajo puede
conocer de la realización de la imagen mejor que él, por más catálogos y
producciones que haga al año seguramente uno hará muchas más.
Necesitamos
de reflexionar sobre la profesionalización del sector, como una manera de todos
podamos disponer de mejores condiciones para la realización de nuestras
respectivas actividades. Porque fuera de
una manera de ganar dinero con nuestro trabajo, este sector es, para muchos, también un medio de crecimiento personal.
Pero
esa reflexión no es solo para nosotros y nuestros equipos de trabajo, es también
para los clientes. Porque si nosotros nos preguntamos ¿qué es lo que estamos
haciendo?, saben ellos ¿qué es lo que están comprando?
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