“El
papel de un director artístico en una revista consiste en concebir la mezcla
adecuada de los diferentes temas y estilos de los fotógrafos”
—
DONALD SCHNEIDER —
Director artístico de Vogue Francia de 1994- 2002
"El mayor
problema es inventar el presente. El presente se inventa siendo sencillo y
claro y no intentando imitar a otro fotógrafo sino tal vez inspirándose en una
idea. Los fotógrafos que se ciñen a lo que han hecho sus predecesores hacen imitaciones
maravillosas pero no hacen avanzar las cosas. Mientras que los fotógrafos que
se embarcan en una nueva idea, en una nueva y obsesiva manera de mirar las
cosas son los que realmente desarrollan su talento por completo."
—
JOAN JULIET BUCK —
Editor jefe Vogue Francia de 1994 al 2001.
Cayó en mis manos, la revista SoHo 145, la misma de la semana pasada. El tiempo
pasó y avance en sus páginas sin sorpresa, casi que mirándola sin mirarla,
porque más allá de unos cuerpos desnudos no hubo nada que capturara mi
atención. A excepción de la portada y la repetición del espacio del que escribí
la semana pasada. ¡Tan aburridora se vuelve que termina uno notando esas cosas!
¡Qué crisis de portadas la que tenemos actualmente! No sé si ustedes
notaran la diferencia en los quioscos cuando miramos nuestras revistas y las
extranjeras, en muchos casos siento la distancia. Obviamente hay meses más
afortunados que otros, y en esos términos este es desastroso, no solo por la de
SoHo, en la cual no provoca ir más allá, esa primera imagen no es seductora, sino
también la de su competidor Don Juan, (edición 64) con un gesto y un busto al aire
recargados los dos, pero más que en idea en ejecución. En pocas palabras las
siento burdas, mal realizadas, sino fuera por lo reconocidos de sus personajes (aclaro
que no para mí) parecerían las portadas de cualquier revista erótica de menor categoría.
Dos charlas me llevan a escribir sobre esto: la primera con un fotógrafo
que trabajó para varias revistas en Miami. Nos encontramos casualmente en la
librería nacional y terminamos hablando de lo nuestro: la fotografía. Y en
algún momento en el marco de la librería llegamos a las revistas y a SoHo. Me compartió
su opinión de lo repetitivo de la iluminación en la publicación, la falta de
erotismo en las imágenes y a su muy personal manera de ver las cosas la falta
de trabajos con luz natural y lo comparamos con una revista que encontramos a
mano, la GQ mexicana y el espléndido trabajo de que le hicieron a Sofía
Vergara. De esa charla salió una comentario recordando de un editorial que el
realizo para la revista Loft, no sé si la recuerdan, sobre la importancia del
norte que dieron los directores de esta para la realización de las imágenes.
La otra charla ocurrió el fin de semana, cuando hablando de la portada,
terminamos revisando nuevamente el contenido de la revista. En conclusión esa edición
convive entre dos acabados no muy lejanos el uno del otro: uno muy natural y el
otro de pieles sobreexpuestas y un contraste subido. Y esa convivencia se da
hasta en un mismo editorial de Angelica Blandon donde hay unas fotos que
podemos definir como estalladas y otras normales como la del doble página de
ella en una toma casi cenital en una cama con la luz que entra por una ventana,
en mi opinión, de lejos la mejor foto de ese editorial, le coge vuelta y todo a
otras.
¿Porque una estética dominante en una revista que no lo necesita? , a mi
modo de ver no es necesario que todas las fotos deban tener ese acabado
cotidiano, amigo de la fotografía de aficionados, que le da ese toque de
amateur tan actual, pero a la vez tan desgastado a los desnudos que presenta.
El género de la fotografía de desnudos, o erótica si queremos ser más
específicos tiene demasiados matices diferentes a este que habitualmente llena sus
páginas: desde los desnudos directos que presentan mujeres de aire imponente de
Newton, (Me refiero a Helmut, para que ningún Alberto se confunda) a los
románticos de Hamilton. Pasando por los de toque Pictorialista de Roversi
llegando a las imágenes modernistas de Herb Ritts. Solo para citar cuatro ejemplos lejos del estilo que podemos llamar
doméstico o de amateur que se está haciendo tan frecuente en la revista.
Lo anterior pone de manifiesto un asunto que hemos dejado de lado, una
revista no solo se hace con buenos fotógrafos, lo cual es imprescindible más no
único. Es necesario hacer una combinación adecuada de las diferentes estéticas
que estos nos ofrecen, no solo debe ser la función de los editores y directores
buscar los mejores colaboradores para sus publicaciones. Sino hacer la adecuada
combinación de estos de la misma manera que combinan temas, modelos y
soluciones gráficas.
Porque si suponemos que las revistas elevan el estado del arte, es porque
sus editores y directores se comprometen a conseguir el mejor material dándole
la mejor presentación y la adecuada combinación en su publicación.
Pero aquí, lo anterior parece una suposición nada más.
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