"La
fotografía de moda no es una fotografía del vestido; es una fotografía de la
mujer."
– Alexander
Liberman –
Un blog sobre fotografía comercial, en
el que está incluida la moda, debe tocar este tema, es infaltable, inaplazable,
aunque adelantado en orden, y seguro de opiniones encontradas, pero como no
estamos para hacer amigos o amigas en este caso, es mi deber en este espacio de
reflexión académica disertar sobre el asunto.
¿Qué es una modelo? –hablo en femenino
pero no es excluyente, es debido al género con el que he trabajado con más
frecuencia– en mis años de
trabajo puedo decir que una buena modelo lo es todo en el resultado de la
imagen de moda, puede salvar casi todo, habría que ponerla en el papel de
heroína de la imagen, una imagen surge y se impone con una buena modelo, ella
convence, hace seductora la fotografía, comunica el mensaje que esta tiene y
nos vende ese personaje sobre el que fue construida la imagen.
Una buena modelo entiende que ella es el
lienzo sobre el que trabaja un grupo de artistas, diseñadores, maquilladores,
estilistas y fotógrafos. Una buena modelo acepta que se juegue con su
apariencia, que el maquillaje y el vestuario son para comunicar una idea, y no
precisamente su idea de belleza, que se la ha escogido por sus características
físicas que ayudan a esa transformación. Una buena modelo sabe ser muchas
mujeres. Sabe que debe ser
tratada como una profesional y que se le debe comunicar con antelación en que
consiste el trabajo, y por ultimo debe llegar preparada y a tiempo.
Por el contrario, una mala modelo no
entiende lo anterior: cree que su imagen es única y no puede ser manipulada,
siempre le tiene que gustar el maquillaje porque es su imagen y para defenderla
se ve en la obligación imponer su criterio sobre el grupo de artistas con el
que está trabajando. Ella se considera a si misma “la imagen” y es la imagen de
ella la que debe ser registrada, no le interesa el rol que debe representar,
diríamos que tiene complejo de diva o celebridad.
Y hablando de celebridad, usamos la
palabra solo para empatar ideas, no hay nada más maravilloso que una actriz o
bailarina comprometida con un proyecto: en muchos momentos son las actrices las
modelos ideales, pueden asumir cualquier papel que se desee desarrollar, le
agregan carácter a la imagen, drama en algunos casos y la parte narrativa de la
fotografía de moda lo agradece sobremanera. Recuerdo
una sesión con Carolina Gaitán que se debió terminar por tiempo y abundancia de
material y que de otra manera hubiera seguido por siempre. Mientras las
bailarinas, manejan, controlan y mueven con espectacularidad y precisión su
cuerpo, no hay poses imposibles no hay tensión en ellas. La soltura de su
cuerpo agrega contundencia al lenguaje corporal que necesita la imagen.
Una buena modelo debe tener algo de
actriz y de bailarina también.
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Carolina Gaitan Para mi calendario 2008 |
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