"La creatividad es permitirse
cometer errores, el diseño consiste en saber cuáles
conservar."
— Scott Adams —
Escribía en twitter
hace varios días acerca de los editoriales de 6 páginas. El reducirlo a un número
menor de 8 páginas, siendo 10 el mínimo frecuente a nivel internacional, es
acortarlo demasiado.
El editorial como género
se origina en el foto reportaje y el ensayo fotográfico, ambos géneros con
posibilidades de ser extensos. Para citar uno está el trabajo de Peter
Lindbergh en la edición de diciembre 2012 en Vogue España: 138 páginas con 89
imágenes, más que un editorial es un ensayo fotográfico sobre España. (Link)
Entiendo que el músculo
financiero en nuestras publicaciones locales difícilmente permite un editorial
de más de 10 páginas. No solo es papel, es la realización de 10 fotos de
calidad en un solo día; además, en la
medida que la idea es más ambiciosa se puede tornar más difícil su realización,
lo que pide en algunos casos realizaciones de dos días que no se acostumbran en
nuestro medio.
También he visto últimamente
algunos editoriales con varias imágenes por página; pareciendo más un catálogo
de almacén o páginas de ilustración de la misma publicación que una propuesta
grafica para hacer más interesante la presentación del material. No estoy
hablando de aquellos que utilizan varias imágenes en una página como un recurso
de narrativa o de solución de la estructura editorial, de lo cual se ve muy
poco, me refiero a aquellos que colocan varias imágenes en una página como un
recurso grafico para ganar espacio. Lo que nos retrocede antes de los tiempos
del Dr Agha, Director Creativo de Vogue, que decide colocar las fotografías en
secuencia en varias páginas para que puedan contar una historia. Así mismo con
la utilización de una misma imagen en una doble página. La presentación de la historia en varias páginas
en secuencia será un aporte posterior más al momento de escribir estas líneas no
tengo claro si se le debe atribuir a Alexander Liberman o Alexey Brodovitch
Para terminar la
lista de maltratos al editorial, tenemos algunas publicaciones donde el ánimo
comercial es superior a su espíritu editorial, terminando editoriales en página
par para poner publicidad en la página impar. Lo que rompe la continuidad de la
doble página o su enfrentada en este caso.
Un editorial
necesita espacio para desarrollarse, para contar la idea; no solo son unas páginas
para llenar con imágenes e ilustrar una tendencia o noticia, es un espacio
donde los mejores fotógrafos construyen narrativas y experimentan visualmente, dicho
en otros términos hacen un ejercicio fotográfico o breve ensayo. Aunque no
estamos diciendo aquí que no se pueda experimentar con el formato buscando
nuevas soluciones, creo estas no pueden pasar sobre los elementos claves de la
estructura del editorial: la narrativa en páginas y el espacio aparte que se
genera al interior de la publicación. Porque un buen editorial te trasporta a
otro lado sin salir de la revista. Y aunque seguramente algunos defenderán los
editoriales de seis páginas, creo la mayoría estaremos de acuerdo que terminarlos
en la página par para que en la derecha ubiquen publicidad, o el poner varias
fotos en una página recordándonos las paginas donde la revista está obligada a
tomar esta solución; son rupturas de ese espacio aparte que el editorial crea.
Tal es la importancia
del editorial para las publicaciones y principalmente para la moda, los que han
visto September Issue recordaran que gran
parte del documental se refiere a la realización de los editoriales, de la
edición americana de Vogue septiembre del 2007, como el alma de una revista de
moda.
Si esa alma se
reduce, al final tenemos es una revista de variedades.
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