Dice más de Pedro
que de Juan, lo que dice Pedro de Juan
Axioma
Dice más de Sergio
que de Jose, lo que dice Jose de Jose
Contraxioma
La reciente
prohibición de la Gobernación de Antioquia de realizar desfiles y reinados en
los colegios, tiene tanto de largo como de ancho. Para nosotros los que estamos
en la construcción de lo que ahora llamamos el sistema moda, esa prohibición no
deja de preocuparnos.
Creo sin haberlos visto,
que algunos de esos desfiles y reinados deberían haberse prohibido por ser
afrentas al buen gusto, mas como esa no es la razón de la gobernación, he de
pasarme al otro bando.
Me pregunto ¿por
qué aquellos que se dicen los “más educados” manejan la política de la
prohibición como bandera? ¿Creen que como consecuencia de esa decisión, se
dejará de saber quién es el mejor vestido o más lindo del salón, curso o
colegio? Ignoran acaso que uno de los valores de la moda es el de la
individualidad que se manifiesta en la forma de presentarnos ante los demás Y
que si hablamos de respetar la diferencia de los demás, la moda es un vehículo
para ello.
Pero lo que más
debe alertarnos es la discriminación a la moda y los reinados, parece que la
belleza y el bien vestir empiezan a ser perseguidos, ¿entonces qué nos queda?
Puros valores intelectuales, nos tocara medir a los demás por su interior, por
su manera de pensar. ¡Eso me preocupa! ¿Cómo discriminar intelectualmente al
personaje que tenemos al frente? ¿Cómo clasificarlo?, socialmente es más
aceptado decir bello o feo, que inteligente o idiota, ¡qué última palabra tan
fuerte! Hemos de adquirir posturas de superioridad intelectual para juzgar el
comportamiento y modo de pensar de los otros. Imponerles nuestras costumbres y
valores, negar su individualidad y la manera de desarrollarla.
¿Cómo enseñarles a
las futuras generaciones a distinguir un buen desfile, un reinado o un circo?
Más aun cuando algunos ya mayores aún no notan la diferencia. ¿Cómo educar en
la tolerancia al otro, en la aceptación de nuestras virtudes y defectos? Si
está mal visto compararnos. ¿Cómo tratarnos como iguales, reconociendo que
todos somos distintos?
Sino aprendemos a
notar y tolerar las diferencias ente nosotros, todos seremos iguales y por
consiguiente, cualquiera podría ser Gobernador.
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