“No toda modelo es un símbolo sexual. No todo símbolo
sexual es una modelo”
JLR
Hace días durante una sesión fotográfica empezamos a charlar sobre las
frases ridículas que decimos los fotógrafos para dar indicaciones a las modelos:
“Haz de cuenta que no estoy aquí”, “muéstrate bien sexy” “dámelo todo mami” y
muchas similares. Le pregunté a la modelo con la que trabajábamos ese día y aportó
la que para ella había sido más ofensiva: “levante el culo”.
¡Como si hubiera un movimiento muscular para hacerlo!
Fuera del “haz de cuenta que no estoy aquí” que puede ser más para el
retrato, las otras nos hablan del estereotipo de la modelo sexy. En algún
momento, muchos en realidad, hemos dado indicaciones a una modelo donde la instrucción
habla de lo provocativa que debe aparecer en la imagen y en muchos otros casos
indicaciones más explicitas referentes al contenido sexual de la imagen que se
está construyendo.
Veía la semana pasada, una nota (link) acerca de la propuesta en Francia sobre la
prohibición a las niñas menores de 16 años de promocionar marcas de moda y
participar en reinados. Lo anterior como un medio para frenar La
hipersexualización de los niños, que definen como
"la sexualización de las expresiones, posturas o códigos de la vestimenta
considerados como demasiado precoces". Ese
mismo día en la W trataron en tema, en lo que oí más sobre el asunto de los
reinados, que de la moda y la hipersexualización de nuestra cultura, que para mí
es el verdadero tema a tratar.
Como siempre gran parte de la responsabilidad de
estos fenómenos recae sobre la industria de la moda y los medios de comunicación,
ya que estos no sólo
publicitan los mensajes sino que construyen los suyos propios en sus diferentes
propuestas propias: programas, películas y editoriales, para mencionar la
televisión, el cine y las revistas respectivamente. Y es cierto: hemos convertido la imagen de
la modelo sexy en casi la única opción posible para presentar una modelo, a tal
punto que muchas fotos de modelos en actitud sexy poco novedosa nos atrevemos a
llamarlas: de moda.
En el olvido parecen haber quedado los momentos en los que presentábamos
mujeres glamorosas, o elegantes, los nuevos tiempos — tan nuevos como la
revolución sexual — han dado paso a una dinámica de seducción diferente en la
imagen; ya no seducimos con los objetos que portamos y que usábamos como símbolos
de estatus, poder o similares, seducimos con nuestro cuerpo y vendemos la idea
que los objetos que nos acompañan nos hacen más atrayentes.
La dinámica editorial ha cambiado la percepción que tenemos de la modelo. A
lo largo de los años esta no solo ha tenido la función de portar el vestuario
que promociona sino que en algunos casos se ha convertido también en un símbolo
sexual. De alguna manera el fenómeno de las supermodelos acentuó esta tendencia
al convertirlas además en celebridades y debido a una relación más natural de
algunas de ellas con el desnudo que se dio en la evolución de los conceptos y
estéticas de moda hacia las publicaciones masculinas tipo Max, Maxim, GQ etc. Lo
anterior, fue solo un pequeño paso en cuanto a lo temático pero muy grande en
cuanto a funcionalidad de la imagen, sin llegar a los usos de publicaciones
tipo playboy o otras de contenido más fuerte y una intensión sexual más explícita.
Entender y reflexionar sobre estas funcionalidades de imagen a través de
las modelos se me hace hoy muy importante, creo que es necesario diferenciar
las dos funciones del modelo para poder entender más claramente su función
dentro de la imagen de moda.
Así para cuando un fotógrafo le diga a un modelo, “pare el culo” esta le
pueda responder “piense lo que hace”. A ver si produce algo nuevo.
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