"Algunos hombres ven las cosas como son y se preguntan porque.
Otros sueñan cosas
que nunca fueron y se preguntan porque no."
— George Bernard Shaw —
"La atmósfera mágica es el ambiente de magia, sorpresa y misterio
que el mago consigue cuando ejecuta sus efectos"
— Arturo De Ascanio —
Hablábamos en esos
días de magos, no de David Copperfield, ni de Criss Angel, sino de Juan
Tamariz el español, Juan con pocas cosas un naipe y un sombrero hacia sus
trucos, y remataba con un ajaaaa o cualquier grito para que prestáramos atención
a que el truco había ocurrido, en definitiva una muy entretenida mezcla de su
profesionalismo con su apariencia de mago que nada tenía que hacer.
Nosotros los
fotógrafos hablamos de trucos casi de la misma manera que los magos, alguna vez
tuve un libro de 100 trucos para mejorar mi fotografía, casi toda elaboración
técnica nos es presentada más fácilmente de esta manera, como soluciones
rápidas que damos a la imagen para que todo funcione. Aunque personalmente me
parece que el truco como solución única mata la creatividad, Así por ejemplo es
más fácil ensenar la ley de tercios que hablar del equilibrio de la imagen y
cómo manejarlo.
Pero el tema de
hoy no son los trucos, es los truqueros, o mejor dicho nosotros los fotógrafos
y la manera en que a veces parece nos ven en nuestro trabajo. Siendo laxos con
el término: nosotros los fotógrafos comerciales somos ilusionistas. Creamos una
ilusión con lo que se nos presenta al frente de la cámara. Presentamos al
modelo de acuerdo a las circunstancias y lo dirigimos para que transmita una
idea en la foto, dimensionamos los espacios para que se vean de acuerdo a las
necesidades de la imagen. Además contamos con colaboradores, no bellas
asistentes como en los mejores show de magia, que facilitan la imagen
produciendo organizando y vistiendo a los modelos. Sin el trabajo de estos
últimos y la preparación previa a cada imagen, ese acto de ilusión es
imposible.
Como en los
mejores espectáculos, la ilusión no es posible sin preparación: para
desaparecer un avión primero hay que conseguirlo.
Para poder
trasmitir una idea en una imagen, debemos reforzar esa idea con elementos de
producción que nos hablen de ella, no todo en la imagen son trucos de cámara,
ángulos de toma y filtros en el objetivo. Es necesario construir la imagen, materializar
ya sea en la vida real o con programas de edición aquello que queremos ver. El
espectáculo debe ser producido para poder ser presentado.
Las personas para
las que trabajamos deben entender que somos como los magos, el conejo está en
el sombrero y no sale de la nada, podemos hacer que se vea bien, pero debe
estar ahí.
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