Nuestro problema básico radica no en la imitación de
las apariencias,
sino en la falta de
conocimiento de los procesos que las logran
Las
palabras editar, editor y editorial inicialmente se refieren a la acciones
relacionadas con los medios impresos.
La
palabra editorial se refiere al artículo de fondo de un medio impreso, una de
las versiones mas populares de los editoriales son aquellas en las que los
medios defienden una postura y aunque la RAE diga que no es firmado, con el
paso del tiempo la definición de orientaciones de los medios pasa de ser un
asunto de sus tendencias políticas y en aras de la independencia de estos queda
a cargo del director general y empieza a aparecer firmada generalmente bajo el
titulo de carta del director o algún nombre similar.
Cuando
pensamos en los editores, aunque con funciones diferentes de acuerdo al editor
que nos ocupe: cinematográficos, de televisión, literarios y los de moda, encontramos
que todos ellos tienen en común su tarea de seleccionar y agrupar, para su presentación final un material
disponible: léase material fílmico, escritos y productos de moda
respectivamente. El editor de moda por ejemplo selecciona entre los diferentes
eventos de moda o desfiles cuales deben ser reseñados en su publicación y para
tal fin, por razones de espacio de impresión debe seleccionar los vestidos,
accesorios, complementos entre otros que considere aparecerán impresos.
Esta
selección de productos se publica de diferentes maneras: en algunos casos van solos
reseñados muy parecido a lo que llamamos la foto de catálogo, en otros con
ayuda de estilistas y/o directores de arte se realizan en la forma de Still life,
como ejemplo están las cada vez mas
frecuentes ediciones de accesorios y complementos de revistas como Vogue y
similares. Por último algunos productos terminan siendo reseñados en una de los
apartes principales de la publicación llamado historia de moda, o editorial de
moda; sección que retoma las formas de
los foto reportajes que introdujeron revistas como Vu, y Life tratando de
establecer una narración visual para presentar una serie de productos
seleccionados por un editor de moda para tal fin. El criterio de selección mas
popular en la actualidad son las tendencias de moda, pero son válidos otros
criterios que el editor considere pertinentes, por ejemplo, el hacer un
homenaje a determinado diseñador o hacer una recopilación de algún tipo de
prendas con alguna característica específica.
Desde
los comienzos de Vogue, Conde Nast con la ayuda de el Dr Agha en los inicios y
Alexander Lieberman de 1944 a 1961[i] como sus
directores artísticos y del lado de Harper's Bazaar Alexey Brodovitch con igual
tarea, estuvieron en la búsqueda y ayudaron a la formación del talento de
fotógrafos que hoy son fundamentales para la historia de la fotografía de moda;
nombres como Beaton, Munkacsi, Steichen, Avedon y Penn por citar algunos. La
función de esta nueva generación de fotógrafos de moda para las revistas era desde
su inicio producir imágenes llamativas que ilustraran los productos que en
ellas aparecían, razón por la cual hasta nuestros días y en búsqueda de esa
novedad son las revistas las que más libertad creativa otorgan a sus fotógrafos
para ilustrar las imágenes de moda.
Es
por eso que el editorial de moda como tal no solo se reduce a una tradición
fotográfica asociada a una cantidad de imágenes heredadas de los ensayos
fotográficos del foto-reportaje. Se refiere principalmente a una selección de objetos
que hablan del estado actual de los productos
de la industria, y es en ese discurso de aquello que nos presenta y no en la
cantidad de fotos que esta la razón de llamarlo “de moda”.
Asi
que no se confundan llamando editorial de moda a una serie de fotos de una misma
prenda donde no hay un discurso de moda y tampoco un discurso fotográfico ya
que en un ejercicio serio solo una de esas fotos sobreviviría para ilustrar la
prenda y las otras por mas buenas que pudieran ser, no serian publicadas. También
es necesario entender que la moda como industria se debe a la comercialización
repetitiva de productos y que el fin de los editoriales de moda es la
presentación de la ultima versión de estos,
y si la única prenda de su editorial es sacada de algún armario por favor
piénselo dos veces antes de llamar a esa serie de fotos de una prenda de
armario, un editorial de moda.
editar.
(Del fr. éditer).
1. tr. Publicar por medio de la imprenta o por otros procedimientos una
obra, periódico, folleto, mapa, etc.
2. tr. Pagar y administrar una publicación.
3. tr. Adaptar un texto a las normas de estilo de una publicación.
4. tr. Organizar las grabaciones originales para la emisión de un
programa de radio o televisión.
5. tr. Inform. Hacer
visible en pantalla un archivo.
editor, ra.
(Del lat. edĭtor, -ōris).
1. adj. Que edita.
2. adj. Inform. Dicho
de un programa: Que permite redactar, corregir, archivar, etc., textos
registrados en ficheros de símbolos. U. t. c. s. m.
3. m. y f. Persona que publica por medio de la imprenta u otro procedimiento
una obra, ajena por lo regular, un periódico, un disco, etc., multiplicando los
ejemplares.
4. m. y f. Persona que edita o adapta un texto.
1. m. y f. Persona que, con arreglo a las leyes, firmaba todos los números de
los periódicos políticos y respondía de su contenido, aunque estuvieran
redactados por otros.
2. m. y f. coloq. Persona
que se da o pasa por autor de lo que otro u otros hacen.
editorial.
1. adj. Perteneciente o relativo a editores o ediciones.
2. m. Artículo de fondo no firmado.
Real Academia Española © Todos
[i] Luego
del 1961 pasa a ser director editorial de publicaciones Condé Nast en Estados
Unidos y Europa
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