The Constructed Moment

This blog discusses the way in which we design, make, select, evaluate and publish fashion and advertisement photographies as a sub-genre. This is a place of reflection. We have no unveiled truths, yet we are seeking answers.


Mostrando entradas con la etiqueta Fotografía de moda. Mostrar todas las entradas
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sábado, 9 de abril de 2016

Moda, fotografía y marcas.




Publicado en la revista Infashion en marzo del 2016




Cuando hablamos de fotografía de moda, abordamos su historia editorial. No conozco una obra que hable de la fotografía de moda desde la evolución de sus imágenes con fines comerciales. Desde los 80 tenemos suficientes ejemplos de cómo los fotógrafos han influido en la estética de las marcas: Richard Avedon para Versace, Terry Richardson para Sisley, Oliviero Toscani para Benetton y más reciente Jürgen Teller para Marc Jacobs o Céline.

Es claro que las empresas buscan fotógrafos que sepan encarnar en sus imágenes la personalidad de marca que quieren comunicar, pero no están pendientes de revisar que estos fotógrafos no terminen realizando imágenes similares para su competencia o produciéndolas de igual manera que un producto de moda fabricado en una gran bodega sin diferenciación de alguna clase. Un asunto que muchos excusarían en que el estilo del fotógrafo está por encima del lenguaje de marca, pero un argumento que no creo válido en imágenes creadas con un objetivo comercial.

Lo común sería decir qué la imagen de moda se encuentra en un momento saludable debido a la gran cantidad de fotógrafos y estilos que trabajan para una amplia cantidad de marcas que orientadas a diversos públicos, pero la realidad es otra. Hay una fuerte tendencia a las estéticas sectoriales, para citar un ejemplo: pregúntele a google por las imágenes de “Vestidos de baño, Medellín”.

Estas estéticas sectoriales, definidas como la similitud de las imágenes de varias compañías orientadas a un sector de la moda, son un asunto que necesita atención no solo para determinar las causas de este fenómeno, sino también son una reflexión que deben hacerse los departamentos de mercadeo que quieren hacer que sus imágenes se diferencien de la competencia. Aún está pendiente una gran discusión sobre la manera como las marcas diseñan y realizan sus imágenes. En la medida que desconozcamos cómo funcionan, las validamos por parecerse a las fotos que hemos visto antes. Si imitan a las marcas exitosas del sector, más confianza nos producen.

Con frecuencia todas estas imágenes son aprobadas por el personal de mercadeo, luego de su realización por el equipo de diseño. ¿Dónde se ha capacitado el personal de mercadeo para decidir si una imagen es buena o mala? Ojalá pudiéramos hacer un balance de las campañas que aprueban los gerentes de mercadeo vs las campañas que aprueban aquellos que tienen carreras de diseño. Sería un ejercicio interesante al interior de las empresas poder medir qué equipos hacen campañas más exitosas.

No estoy demeritando lo importante del trabajo de mercadeo, pero es claro que en muchos casos por su posición jerárquica terminan tomando decisiones acerca de la realización de la imagen para las cuales no han sido capacitados. Dicho de otro modo, ¿cuáles materias en los pénsum de la administración o mercadeo permiten desarrollar una sensibilidad estética para definir cuáles imágenes comerciales son las más convenientes?

La imagen es un asunto serio, ¡y en la moda lo es más! La moda sin imagen es un imposible, la fotografía y su divulgación en las revistas y el cine, son responsables de la manera como hoy la vemos y entendemos. Comercializamos la moda a través de imágenes que tienen una tradición innovadora para vendernos un futuro en el que los productos ofrecidos cumplirán nuestros sueños. Pero hoy, en aras de los resultados financieros de las compañías, tenemos empresas de moda orientadas a la venta de productos y no de sueños.


En la búsqueda de utilidades, que parece estar matando la moda, debemos evitar que los hombres de números sigan aprobando las imágenes. 





jueves, 24 de septiembre de 2015

Mientras Ruven Afanador trabaja.



“... todas esas fotos. Yo las veía y decía: “Quiero hacer eso”. Es algo que parece fácil, pero el acto de conseguir esas imágenes, de llevar a un personaje a esa desenvoltura, es casi milagroso.”
Ruven Afanador





Vino Ruven Afanador, o mejor dicho fue traído, para realizar 50 retratos en la inauguración de un evento de moda en la capital.

Mientras escribo esta entrada, Afanador realiza los 50 retratos, y luego de unos tuits, prometo escribir sobre lo que allí sucede.

No hablare de Afanador o su estilo, hablare de los contrastes de lo que es nuestro trabajo y de la manera en que lo ven. Su reputación de gran fotógrafo lo ubica en el nivel de artista, nivel que han tenido muchos fotógrafos que antes que él han logrado tal reconocimiento en base a su trabajo para la industria editorial de moda, tradición que se remonta hasta el primer fotógrafo artista que fue contratado para Vogue por Conde Nast: El Barón Adolf de Meyer.

Esa categoría de artista no es solo un título, es una definición de un estilo de trabajo. A los artistas hay que darles las condiciones para crear. Y por lo que entiendo Afanador es un tipo, no solo tímido, sino pausado, reflexivo, que llega más que a una sesión de 50 retratos a una foto-maratón.

Creo necesario decirlo: ahí estamos pintados. Creemos que se pueden hacer tantas fotos como elementos puedan pasar frente a una cámara en un lapso de tiempo determinado. La idea de los 50 personajes en una banda trasportadora pasando frente al lente del gran fotógrafo viene a mi mente. Se nos olvida no solo el estatus de creador sino también que las condiciones laborales aquí y allá son muy distintas así las fotos muchas veces sean muy parecidas.

Matemáticamente estamos hablando de 5 horas de trabajo ininterrumpido para evacuar 10 retratados por hora, eso lo hacemos los fotógrafos del montón, pero no creo sean los tiempos de un creador como Afanador.

No sé cómo terminara esta historia, seguramente realizara una gran cantidad de retratos, donde la mayoría serán divulgados y elogiados como el gran acontecimiento que se dijo que era. La cámara del emperador vestirá y engalanara esa larga lista de lo que alguien llamo: nuestros iconos de moda.

Los iconos de moda de una industria que aún no entiende que es lo que diferencia a un creador de imágenes de un fotomatón* y que verán todas las fotos como un acontecimientos espectacular.

Yo esperare a ver que llega a la página web del artista y desde allí descubriré que fue lo que el realmente decidió rescatar como el producto artístico de esta noche.

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* Fotomaton es el nombre de la cabina fotográfica en la que uno se encierra y ella automáticamente te realiza unas cuantas imágenes.







viernes, 29 de mayo de 2015

De editores y editoriales de moda.





Nuestro problema básico radica no en la imitación de las apariencias,
sino en la falta  de conocimiento de los procesos que las logran




Las palabras editar, editor y editorial inicialmente se refieren a la acciones relacionadas con los medios impresos.

La palabra editorial se refiere al artículo de fondo de un medio impreso, una de las versiones mas populares de los editoriales son aquellas en las que los medios defienden una postura y aunque la RAE diga que no es firmado, con el paso del tiempo la definición de orientaciones de los medios pasa de ser un asunto de sus tendencias políticas y en aras de la independencia de estos queda a cargo del director general y empieza a aparecer firmada generalmente bajo el titulo de carta del director o algún nombre similar.

Cuando pensamos en los editores, aunque con funciones diferentes de acuerdo al editor que nos ocupe: cinematográficos, de televisión, literarios y los de moda, encontramos que todos ellos tienen en común su tarea de seleccionar y agrupar,  para su presentación final un material disponible: léase material fílmico, escritos y productos de moda respectivamente. El editor de moda por ejemplo selecciona entre los diferentes eventos de moda o desfiles cuales deben ser reseñados en su publicación y para tal fin, por razones de espacio de impresión debe seleccionar los vestidos, accesorios, complementos entre otros que considere aparecerán impresos.

Esta selección de productos se publica de diferentes maneras: en algunos casos van solos reseñados muy parecido a lo que llamamos la foto de catálogo, en otros con ayuda de estilistas y/o directores de arte se realizan en la forma de Still life, como  ejemplo están las cada vez mas frecuentes ediciones de accesorios y complementos de revistas como Vogue y similares. Por último algunos productos terminan siendo reseñados en una de los apartes principales de la publicación llamado historia de moda, o editorial de moda;  sección que retoma las formas de los foto reportajes que introdujeron revistas como Vu, y Life tratando de establecer una narración visual para presentar una serie de productos seleccionados por un editor de moda para tal fin. El criterio de selección mas popular en la actualidad son las tendencias de moda, pero son válidos otros criterios que el editor considere pertinentes, por ejemplo, el hacer un homenaje a determinado diseñador o hacer una recopilación de algún tipo de prendas con alguna característica específica.

Desde los comienzos de Vogue, Conde Nast con la ayuda de el Dr Agha en los inicios y Alexander Lieberman de 1944 a 1961[i] como sus directores artísticos y del lado de Harper's Bazaar Alexey Brodovitch con igual tarea, estuvieron en la búsqueda y ayudaron a la formación del talento de fotógrafos que hoy son fundamentales para la historia de la fotografía de moda; nombres como Beaton, Munkacsi, Steichen, Avedon y Penn por citar algunos. La función de esta nueva generación de fotógrafos de moda para las revistas era desde su inicio producir imágenes llamativas que ilustraran los productos que en ellas aparecían, razón por la cual hasta nuestros días y en búsqueda de esa novedad son las revistas las que más libertad creativa otorgan a sus fotógrafos para ilustrar las imágenes de moda. 

Es por eso que el editorial de moda como tal no solo se reduce a una tradición fotográfica asociada a una cantidad de imágenes heredadas de los ensayos fotográficos del foto-reportaje. Se refiere principalmente a una selección de objetos  que hablan del estado actual de los productos de la industria, y es en ese discurso de aquello que nos presenta y no en la cantidad de fotos que esta la razón de llamarlo “de moda”.

Asi que no se confundan llamando editorial de moda a una serie de fotos de una misma prenda donde no hay un discurso de moda y tampoco un discurso fotográfico ya que en un ejercicio serio solo una de esas fotos sobreviviría para ilustrar la prenda y las otras por mas buenas que pudieran ser, no serian publicadas. También es necesario entender que la moda como industria se debe a la comercialización repetitiva de productos y que el fin de los editoriales de moda es la presentación de la ultima versión de estos,  y si la única prenda de su editorial es sacada de algún armario por favor piénselo dos veces antes de llamar a esa serie de fotos de una prenda de armario, un editorial de moda. 




editar.
(Del fr. éditer).
1. tr. Publicar por medio de la imprenta o por otros procedimientos una obra, periódico, folleto, mapa, etc.
2. tr. Pagar y administrar una publicación.
3. tr. Adaptar un texto a las normas de estilo de una publicación.
4. tr. Organizar las grabaciones originales para la emisión de un programa de radio o televisión.
5. tr. Inform. Hacer visible en pantalla un archivo.


editor, ra.
(Del lat. edĭtor, -ōris).
1. adj. Que edita.
2. adj. Inform. Dicho de un programa: Que permite redactar, corregir, archivar, etc., textos registrados en ficheros de símbolos. U. t. c. s. m.
3. m. y f. Persona que publica por medio de la imprenta u otro procedimiento una obra, ajena por lo regular, un periódico, un disco, etc., multiplicando los ejemplares.
4. m. y f. Persona que edita o adapta un texto.
~ responsable.
1. m. y f. Persona que, con arreglo a las leyes, firmaba todos los números de los periódicos políticos y respondía de su contenido, aunque estuvieran redactados por otros.
2. m. y f. coloq. Persona que se da o pasa por autor de lo que otro u otros hacen.



editorial.
1. adj. Perteneciente o relativo a editores o ediciones.
2. m. Artículo de fondo no firmado.
3. f. Casa editora.


Real Academia Española © Todos



[i] Luego del 1961 pasa a ser director editorial de publicaciones Condé Nast en Estados Unidos y Europa




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jueves, 27 de noviembre de 2014

A mí que me expliquen





“¡Plop!”

“¡Exijo una explicación!”
— Condorito —






Esta entrada no podrá llamarse “fue Gol de James II” ya que en realidad califica más en la categoría de Autogol y no precisamente de James sino de sus empleadores, en este caso: el Grupo Éxito.

En la entrada anterior sobre la primera campaña de James para Bronzini (link) decía que las fotos eran buenas, pero no estaban a la altura —en términos de imagen— de otras campañas que se han realizado con futbolistas para grandes marcas, y en la comparación presentaba diferencias en campañas teniendo en cuenta culturas y segmentos de público. Además es necesario aclarar que cuando hablaba de lo que considero los errores de esa primera campaña, hacía notar que la responsabilidad cae en quienes manejan la imagen de la marca más que en el fotógrafo. La aclaración es necesaria pues en muchos casos como fotógrafos cargamos con la responsabilidad de hacer malas fotos y el público no alcanza a percibir las dificultades que encontramos, no solo por lo material (modelos, espacios, equipo físico y de trabajo ajustados a un presupuesto) sino por la capacidad de entendimiento de la imagen y sus códigos de comunicación de parte del cliente.

A veces notamos imágenes más exitosas de pequeñas marcas que trabajan con las uñas, pero que son capaces de realizar fotografías mas evocadoras. Perdonen lo simplista, pero la siguiente frase es ideal para entender el punto: “imágenes que parecen más internacionales” que las imágenes con participación internacional que construye el Grupo Éxito. No solo las campañas con James sino también algunas de Alessandra Ambrosio, de las cuales escribí en este blog hasta que me cansé.

Ahora llega la segunda campaña de James para la marca Bronzini del grupo éxito y mantengo mi opinión. Algo falla al interior del Éxito en el manejo de la imagen de sus marcas más grandes, no sé si sea mucha gente opinando o la convicción de que, por ser un producto de orientación popular, las imágenes deben ser de orientación popular. Esta última afirmación no la comparto para todos los casos y menos para Arkitect y Bronzini.

Iniciemos con las fotos que hasta el momento se conocen de esta segunda campaña. 


Ahora mencionemos que el fotógrafo de estas imágenes es Greg Lotus, (Link) y cuando miro su trabajo es evidente que estamos hablando de un fotógrafo de primer nivel y, para no alargarme en explicaciones, lo diré así: ningún pelagatos llegaría a las páginas de Vogue Italia. (Suficiente información sobre su nivel como fotógrafo.)

Pero el nivel de un fotógrafo no es todo, porque hay fotógrafos del mismo nivel con estéticas diferentes, en otras palabras: no se debe seleccionar a un fotógrafo porque es famoso, sino porque su trabajo es acorde a las necesidades de la imagen a realizar. En ese orden de ideas, veamos el material de Mr. Lotus y cómo realiza sus trabajos en la categoría que nos ocupa hoy.


Y para complementar la idea, demos una mirada general a su trabajo.


Y una mirada, también general, a la lo que hace en moda masculina.


Además, para evitar que crean que la selección puede estar sesgada comparto un tablero de su trabajo en Pinterest (Link)

Después de esta evidencia, saco tres conclusiones que deben ser evidentes más allá de la obvia excelencia del trabajo del fotógrafo:

1 Generalmente, el trabajo del fotógrafo con hombres en categorías similares y con orientación editorial (más en vestidos de baño que en ropa interior) es en exteriores, trata de usar la luz natural y recurre con frecuencia al agua como complemento para sus imágenes, además de que se nota una ligera predilección por el blanco y negro.

2. Cuando ampliamos la revisión, percibimos que es un fotógrafo que nos presenta imágenes donde describe elegancia, glamour y sofisticación[i] con una realización impecable y con iluminaciones tradicionales que puede llegar a ser dramáticas. Podemos también percibir que hay un componente importante de trabajo en color, estudio e interiores, a diferencia de lo observado en lo masculino.

3 Revisando su trabajo con hombres en otros universos de vestuario, lo elegante se mantiene aunque aparecen características más casuales y otras con manejo de estudio, en ambos casos perfectamente realizadas.
Luego de estas conclusiones y viendo el resultado, llegan las preguntas inevitables:

¿Qué fue lo que llamó la atención del trabajo de Greg Lotus para que se le asignara este proyecto? y ¿por qué terminan haciendo las fotos de campaña en lo que parece un apartamento vacío, si en su trabajo no hay nada que indique que este es su fuerte?

En caso de que su respuesta al leer estos cuestionamientos sea “es que se buscaba una espacio más popular, acorde al público de la marca”, traigo otra pregunta: ¿Por qué seleccionar a un fotógrafo que muestra una predisposición a la fotografía glamurosa y elegante, si la intención estética es lo popular?

Y si el lector agrega que Lotus ha trabajado para marcas populares como Papi, añadiría una pregunta más: ¿Notan que esas imágenes tienen un componente sexual (homo y hétero) asociado que no es factible realizar con James Rodríguez por ser posicionado como un hombre de familia? Agregaría más como comentario extra: ¿Notaron que el espacio usado en la campaña de Papi es mejor que el usado para Bronzini ?



Aceptando finalmente que Greg Lotus fue el fotógrafo a cargo de esta campaña, continuaré mis cuestionamientos.

¿Cuál era la idea inicial para la realización de las imágenes?
¿Tuvieron en cuenta la opinión del fotógrafo para decidir el mejor rumbo de la campaña?
¿La producción suministró el tiempo, espacio y condiciones adecuadas para que el fotógrafo pudiera realizar su trabajo?
¿Cómo llegaron a ese espacio y qué esperaban que este aportara a la imagen?
¿Consideraron hacer unas fotos en estudio como una continuación de la campaña anterior y así permitir que el fotógrafo imprimiera su sello a la campaña?  

Llego a este cuestionamiento porque la campaña es pobre y las fotos parecen tomadas por un fotógrafo emergente en un apartamento en Madrid. No alcanzan el nivel del fotógrafo, del modelo o del impacto económico y mediático que tiene una marca del Éxito. El grupo que respalda esta campaña es fuerte en plaza, precio y producto, pero en promoción aún muestra falencias, al menos con respecto a recursos fotográficos. Mi conclusión en este caso es similar a la emitida anteriormente sobre las primeras imágenes de la campaña.

Seria ideal que esto se subsanara para que cuando hablemos de la ultima campaña de almacenes Éxito, la mencionemos con el asombro de que producen los grandes grupos económicos cuando se aplican en crear imágenes impactantes y no con la incredulidad que produce un contenido que, a pesar de tener nombres de primer nivel, deja mucho qué desear.







[i] Las tres palabras aunque similares, presentan diferencias, la elegancia se entiende más sencilla y natural sin las afectaciones o elaboraciones que puede tener la sofisticación o la sensualidad del glamour






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martes, 28 de octubre de 2014

Cuarentena






¿Qué quiere el yo contemporáneo? La cámara ha creado una cultura de la celebridad; el computador está creando una cultura de la conectividad. Al tiempo que convergen… Tanto la celebridad como la conectividad son formas del reconocimiento. Eso es lo que el yo contemporáneo quiere. Quiere ser reconocido, quiere estar conectado: quiere visibilidad. Si no ante millones de personas, como en un reality o en El show de Oprah, entonces ante cientos de ellas en Twitter o Facebook. Ésta es la característica que nos define, así es como nos volvemos reales ante nosotros mismos: al ser vistos por otros. El gran pavor contemporáneo es el anonimato.
— William Deresiewicz —






Por todos es sabido que internet y las redes sociales han cambiando de manera sustancial la forma en que nos comunicamos, imponiendo cambios en los medios de comunicación tradicional.

Este contraste entre la rapidez con la que compartimos información y el tiempo que se demoran en salir los trabajos publicados crea dilemas que a veces nos pasan desapercibidos en nuestro nuevo afán de estar anunciando por las redes las ultimas noticias de nuestras vidas: es así como a cada instante podemos saber quién con quién esta haciendo qué en dónde.  

Esta realidad crea nuevas situaciones que es necesario analizar, y que inicialmente traigo a colación debido a una realidad que sucede con mis estudiantes durante las sesiones fotográficas, los cuales a veces parecen más preocupados por la imagen a realizar en sus celulares que la foto final para la cual estamos todos trabajando. Esta realidad no es exclusiva del ambiente académico, sino que se extiende a nuestra actividad comercial y editorial.

Ese afán de menciones y likes en las redes sociales termina desgastando el contenido de las publicaciones cuando se termina mostrando más de lo que se debe. Chiviando el material dirían los viejos periodistas. Y es entendible que este contenido se use para generar expectativa, más esta no puede canibalizar, por usar un término de mercadeo, el contenido de la publicación.

De hecho, creo que aun con la publicación en quiosco es necesario dejar un margen de maniobra al material en función de la publicación que hizo posible su realización. No tiene sentido que uno pueda encontrar todo el material en las redes sociales de los involucrados en vez de ser un abrebocas que invite a mirar la revista o los sitios oficiales de aquellos que pagaron por su realización. Asunto distinto a las marcas comerciales que se benefician de publicar todo el material de la forma más amplia posible. Su producto figura en las fotografías, mientras en una revista, las fotos hacen parte del producto.

Algunos sitios llamados “de contribución” en los cuales uno presenta su trabajo, y no hay contraprestación económica, tienen unas condiciones de exclusividad mas estrictas que muchas de las publicaciones que sí pagan por le material que se realiza para ellas.


Les comparto esta reflexión que considero importante, no solo para los que laboramos como creadores de contenido final para los medios, sino también a los editores de estos, los cuales deben establecer políticas claras sobre el manejo del material que se realiza durante las producciones y que se usa no solo para documentar y promocionar nuestro trabajo, sino que debe servir también para la promoción y éxito de los medios para los cuales trabajamos. 




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viernes, 19 de septiembre de 2014

Fue gol de James



"Su look masculino y atractivo lo hace perfecto para ocupar el trono dejado vacío por Beckham. Y como Beckham, Rodríguez también tiene el carisma y la familia con la que vive en Mónaco"
— VOGUE —




“Tanto al filmar como al proyectar una película, la luz hace visible la imagen.
Sin luz no hay imagen
Eso en cuanto al aspecto físico.
La luz tienen otra función: la de dar sentido a la imagen mediante el modo que ilumina el tema y por la atmosfera emotiva que genera, haciendo que los seres y objetos aparezcan no solo bajo su aspecto estético mas favorable, sino con plena coherencia para cada película.
— Jacques Loiseleux —






Sin duda una de las campañas mas comentadas en los últimos días es la del futbolista James Rodríguez para la nueva línea Black de Bronzini, la marca propia de Almacenes Éxito. Luego de varios días de reflexión y de un par de preguntas que me han hecho al respecto, he llegado a una opinión clara que quiero compartir con ustedes.

Desde el primer momento, la selección de James Rodríguez para esta campaña me ha parecido la más acertada que ha realizado el equipo de mercadeo de Almacenes Éxito. Sin duda Rodríguez no es solo un personaje con una gran aceptación a nivel nacional, sino también uno con los más bajos niveles de rechazo por parte del público. Asunto importante en este sector ya que en el mercadeo de productos como la ropa interior masculina se puede dejar de vender si el público masculino rechaza al personaje a cargo de representarla en sus imágenes.

Desde lo fotográfico tengo sentimientos encontrados: las fotos me parecen buenas, pero quedé con el sinsabor de no estar presenciando la gran campaña que un futbolista como James Rodríguez y el musculo económico y experiencia en mercadeo de almacenes Éxito podrían producir. Razón por la que busqué campañas similares (futbolistas modelando ropa interior) y he aquí mis apreciaciones al respecto. Las dejo en orden ascendente.

Neymar para Lupo (2011-1013)

2011
A mi parecer, las campañas más flojas en el grupo que aquí presento. Estas imágenes me sugieren un público más popular que las campañas siguientes y por ende es posible que sean un éxito de mercadeo para quienes las realizaron. De hecho, tuve problemas buscando el material: en algunos casos no supe si eran tomas tras cámara o eran las fotos oficiales de lo que presentaban.

2012
 
2013



2013 - Quedo con la duda de si las de arriba es campaña, la de abajo parece que si.
  





Lionel Messi para Dolce & Gabbana (2013)
Iniciaría recordando que Dolce & Gabanna tiene imágenes como esta para promocionar su ropa interior masculina.




2009

2010


2011


Con ese contexto, entenderán mi sensación de que algo falta en las fotografías de Messi. La actitud frente a la cámara de la imagen izquierda no convence y no parece hacer parte del mundo visual de D&G. Además, la imagen en fondo blanco es de gran pobreza visual en comparación con la continua propuesta fotográfica de la marca.
 

 








James Rodríguez para Bronzini. (2014)



A mi entender, no supera las tres campañas que siguen. Notarán que casi todas funcionan bajo el mismo derrotero visual (blanco y negro - fondo plano), entonces mi calificación depende de las imágenes más fuertes visualmente (iluminación y manejo del modelo).

Interpreto en las fotos de  Bronzini un interés por mostrar el producto más que por vender la imagen de marca apoyados en el excelente modelo contratado. Creo es necesario recordar aquí que la publicidad vende sueños para comercializar los productos, si arranca en los productos no hay sueños. Esto último aplica para los productos básicos, no diferenciados,  donde la función de lo publicitario es cargarlos de significados afines al espectador.


Adicionalmente, las imágenes debían comunicar la nueva línea Black, por lo que consideraría que el fondo usado fue demasiado claro. Era importante reforzar los aspectos denotativos de la imagen para lograr una asociación no solo del futbolista y la marca, sino también de la línea de producto que representa. Más adelante veremos imágenes que habrían sido referentes efectivos para esta campaña. El posado de las imágenes me parece correcto, mas adelante entenderán a que me refiero.


David Beckham Para H&M (2012)





Campañas de imágenes simples muy bien realizadas y en mi concepto de una iluminación impecable. El manejo del tono del fondo es perfecto no solo en las versión clara, sino en las fotos que tienen el fondo oscuro. 


2012
Estas últimas imágenes de fondo negro serían el referente ideal para El Éxito: se reforzaría visualmente el black de la campaña. La pose sencilla es ideal para H&M. En próximos párrafos hablaré de un posado con características distintas, orientado a un público distinto. Por ultimo he de anotar la consistencia del plano americano en todo el material revisado para este par de años.


Recomiendo darle una mirada a las imagenes 2013, y 2014.


Cristiano Ronaldo para Armani (2010)


Estas tres imágenes son muy buenas: no solo la iluminación sino también el manejo de las poses, a la altura de una marca como Armani y su tradición italiana. La postura termina siendo una interpretación moderna de los referentes clásicos tan presentes en el ADN italiano. Se expresa diferente a lo que serviría para marcas populares y masivas como H&M y Bronzini. 



David Beckham para Armani

2009 S/S
Sin duda una de las mejores, no solo por la variedad de imágenes que presenta, incluida la anterior, sino también las que están a continuación. Aunque las de estudio son repetitivas dentro del esquema de producto que estamos revisando, apreciamos el gimnasio playero como una solución novedosa. Es claro que Armani sabe dar variedad a la imagen de sus campañas, noten la diferencia entre estas imágenes y las de Ronaldo que reseñamos anteriormente.


2008 S/S

2008 F/W

2009 F/W


Fredrik Ljungberg para Calvin Klein


2003

Para mí las anteriores imágenes están fuera de concurso ya que su solución visual es diferente a lo revisado anteriormente, tenemos color y una luz frontal que hace parte de las estéticas contemporáneas.

Tengamos en cuenta que Calvin Klein ayudó a popularizar la solución fotográfica en la que se mueven las campañas anteriores, en varias lineas de productos, van algunos ejemplos de ropa interior: 

1992 ?
2008



En la medida que las imágenes de otras marcas empezaban a repetir las imágenes en blanco y negro y los fondos planos, Calvin Klein fue capaz de generar estéticas novedosas para seguirse diferenciando. Por ejemplo:


2012 S/S


No podemos olvidar que esta revolución de la forma en que hoy se presenta la ropa interior comenzó con esta imagen de Tom Hintnaus fotografiado por Bruce Weber en 1983.



Conclusiones.

Tenemos aquí unas fotos que funcionan, realizadas dentro de una solución que se repite con frecuencia para esta línea de producto, lo cual en realidad no es malo. Por el contrario, este formato de imágenes puede garantizar el éxito en términos de comunicación con el público, pero no son las imágenes de campaña contundentes que se podrían esperar. Esto además si tenemos en cuenta que James es un futbolista con carisma y buen registró ante la cámara.

Como lo exprese anteriormente, las fotografías a color parecen dirigidas a reseñar producto y no a comunicar una campaña. Las blanco y negro no están muy distantes de estas imágenes, más orientadas a catálogo que a publicidad. Tendremos que ver si más adelante aparecen otras imágenes de campaña que contradigan esta apreciación porque finalmente es publicidad lo que se buscaba y lo que logró la contratación: que muchos quieran ver a James con la ropa de Bronzini, no la ropa de Bronzini en James. Un asunto de protagonistas. 
  

En eso la fotografía comercial es como el fútbol. El asunto no es tirar a todos los jugadores a la cancha a ver como se defienden, así como en la fotografía no todo es reunir al modelo y la ropa en un espacio para ver que sucede en la imagen.




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