La técnica y la imagen
“Si veía algo a través
de mi visor que me resultaba familiar, hacía algo para cambiarlo.”
– GARRY WINOGRAND –
“Uno se convierte en
fotógrafo cuando ha superado las preocupaciones del aprendizaje y en sus manos
la cámara se convierte una extensión de uno mismo. Entonces comienza la
creatividad.”
– CARL MYDANS –
Veía hace una semana unas fotos que llame horrendas vía
twitter, y los que me conocen saben que aunque crítico, pocas veces uso ese
tipo de calificativos para describir las imágenes de otros. Así no parezca
trato de respetar el trabajo de mis colegas y así mismo el de mis alumnos en el
cual se corrige o critica lo que a mi consideración se puede mejorar, pero en
lo posible tratando de destacar lo positivo.
Pero un fondo arrugado, unos trípodes amarillos en las
esquinas y unas cabezas cortadas por el cuello son demasiados errores juntos.
Pero la intención no es hablar de las fotos arriba
mencionadas, ellas son solo el pretexto para ordenar varias ideas que tengo
hace días en la cabeza, y que arrancan con una reflexión sobre lo técnico. En
días pasados ayude a juzgar el concurso de un grupo de amantes de la
fotografía. Uso el término porque hacen la fotografía con pasión, es su hobby y
lo realizan con una excelente calidad técnica.
Efectivamente, eso vi en la mayoría de las imágenes: fotos
muy bien realizadas pero con contenidos muy tradicionales, no había muchas cosas
novedosas y entendí a alguien que hablaba de las “fotos de organizaciones
fotográficas” aunque siempre con excepciones, se repiten las mismas imágenes
los mismos temas y se eternizan un tipo de fotografías con una muy buena realización
pero con una evolución estética menor. El grupo, y creo aquí podemos hablar de cualquier
grupo fotográfico incluido los grupos que trabajamos diferentes temas
comerciales, definen que es lo que es correcto y lo terminan defendiendo a
cabalidad, los nuevos que llegan a estos grupos lo hacen con la intención de
mejorar su fotografía, enfocandose principalmente en lo técnico ya que siempre
será más fácil explicar lo erróneo de un ángulo torcido, un desenfoque, una
foto movida o algún otro problema de este tipo, que un asunto de discrepancia
estética el cual puede ser más difícil de analizar y socializar con el grupo ya
que las apreciaciones sobre la imagen son más heterogéneas. Lo anterior también
se cumple en las organizaciones educativas aunque con una mejor fundamentación
en lo estético pero casi siempre con una preponderancia de lo primero sobre lo segundo.
No solamente enseñamos como se debe hacer la imagen, sino también como se deben
ver.
Pero en ocasiones encontramos cosas que consideramos
técnicamente mal hechas, usadas como exitosos recursos comunicativos para la
imagen, y es esa comunicación la validación de dichos recursos. Llegando algunos
de ellos a popularizarse de tal manera que empezamos a verlos repetidos convirtiéndose
en clichés de la imagen: algunos en forma de filtro fotográfico (muchos de los
de instragram son prueba de ello ya que recopilan errores ópticos, de
exposición y/o revelado) , pero también puede ser una solución al interior de la
imagen como un ángulo torcido, una tela arrugada o unos trípodes al interior de
la imagen.
Y es por lo anterior por lo que a veces nos es tan
difícil explicar a nuestros estudiantes cuando nos preguntan: ¿Por qué a
nosotros nos dicen que esto no se puede hacer y mire a tal fotógrafo como lo
hace?
Y al final mi conclusión es contundencia, en estos
fotógrafos primero vemos lo que hay en la imagen que los errores que pueda
tener, estos ayudan a reforzar lo que la imagen quiere contar, o el contenido
de la imagen es tan destacable que el error pasa a un segundo plano.
Eso es lo que hay que entender al fotografiar muchos
objetos o vestidos ya sea con una intención artística y/o comercial. El sujeto
de la imagen es importante para el que la realiza, pero no siempre lo es para aquel
que la aprecia. Para venderle el sujeto, a este observador, hay que venderle la
imagen; hay que seducirlo.
Es necesario pasar sobre lo técnico para comunicar el
contenido de la imagen, y recuerdo una lección ya compartida en este blog, que aprendí
hace muchos años de esta organización a la que en días pasados les juzgué sus fotografías:
“La técnica debe pasar desapercibida.”