"Me
marcho del mundo de la publicidad con el convencimiento de que mis campañas les
gustaron a todos, incluso a quienes gustaron de criticarlas".
—
OLIVERIO TOSCANI —
El tema de la
semana, al menos en lo fotográfico, es la nueva campaña de Benetton, por lo que
entiendo salen de su zona de confort a retomar las campañas que tanto éxito
tuvieron a finales del siglo pasado de la mano de Oliverio Toscani, para
algunos el creador de la publicidad controversial.
En realidad a mi
esta campaña más allá del impacto mediático, no me parece gran cosa, extraño el
trabajo de Oliverio al frente de la marca, de la cual salió por la presión de
retirar la campaña de los condenados a muerte por parte de las cadenas
comerciales Norte americanas. "Lo que
pasa es a los estadounidenses no les gusta que vengan de fuera a golpearles las
conciencias con un tema que consideran muy suyo" decía Toscani al respecto
en una entrevista. En mi punto de vista Toscani pasó de defender o denunciar posiciones
sobre las que todos estábamos de acuerdo: discriminación, sida, hambre, contaminación, etc a temas más controversiales donde los grupos de presión terminan
ejerciéndola sobre el bolsillo de la marca y pocas están dispuestas a perder
dinero, es el bolsillo su verdadero punto de presión.
Luego de esa pequeña
indicación de porque salió Oliverio de Benetton, aunque creo que es mejor
expresarlo al revés Benetton salió de Oliverio, a mi modo de ver esta campaña contra el odio es un reencauche de las
mejores campanas de Toscani, arrancan en lo que para algunos podría ser el
mejor momento, la de colores unidos de Benetton. Sin duda
esta campaña está inspirada en la imagen del beso, en realidad son varias pero
hubo una que se convirtió emblemática. Así mismo arrancan en un tema no
polémico, el odio; ¡que levante la mano el que esté a favor del odio! que
descalifique el tema de la campaña, para que vean como es linchado. A eso me refiero con no polémico, la gran
mayoría del público presenta una posición unificada.
Pero creo hay
momentos más memorables en las pasadas compañas de Benetton que el
anteriormente citado y es la campaña grandes
problemas del mundo según Benetton, en ese momento se materializa un cambio fundamental en la fotografía
publicitaria, se pasa del imagen construida con toques de perfección para
vender el mensaje a una imagen, aun no sé
si construida, con toda la impresión del foto-reportaje. Se hizo coincidir dos
lenguajes fotográficos por definición opuestos, la imagen del reportero que esta
atento al instante decisivo que llamaba Cartier-Bresson contra el momento construido del que tanto
hablamos. Al punto que es esta una de las razones por las que hoy decimos que
cualquier imagen puede ser usada con fines publicitarios, creando un espacio
más allá de las imágenes evocadoras,
llenas de belleza y descriptivas de un mundo perfecto como herramienta
indispensable para la publicidad. Para
mi sin lugar a dudas es este el mejor momento por lo que significó para la fotografía publicitaria y podemos
agregar para la fotografía de moda si ubicamos en esta tendencia los editoriales de Steven Meisel como estado de emergencia o agua y aceite que trata de el del derrame de petróleo en el golfo de México, solo por citar dos de los principales en esta línea de trabajo.
Para Benetton es
re-arrancar con temas comunes y
posiciones afines a la mayoría de la población, con una imagen más de carácter
foto-periodístico, pero con la presencia del Photoshop, muy bien realizado,
pero que le quita esa sensación de verdad sobre la denuncia que se veía en las
últimas campañas hoy hace más de 10 años.
Creo que por el
impacto mediático recibido por esta campaña veremos más de esto por parte de la
marca Benetton y claro por otras marcas, vienen nuevos tiempos de campanas de
provocación, pero creo que escasas de los desarrollos conceptuales interesantes
que podría agregar Toscani.
Al fin de cuentas,
Benetton solo quiere vender ropa, Oliverio Toscani vendía ideas.
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