Un blog sobre fotografía comercial
En mis años de ejercicio profesional, me he encontrado con frecuencia sobre la dificultad de analizar las imágenes que realizamos, he visto también muchas imágenes en las cuales aún en mi ignorancia de no saber sobre que brief fueron construidas, podría asegurar que no son un ejercicio de comunicación adecuado. Siempre he creído que un fotógrafo comercial, es un comunicador con cámara, alguien que elabora una imagen para llevar un mensaje, del resultado de esa imagen depende el éxito del mensaje comercial que él ilustra.
Entiendo como mensajes comerciales aquellos que pretenden comunicar alguna idea o vender algún producto o servicio. Y son emisores de estos mensajes: las revistas que comunican su visión y que generalmente, enmarcan esta visión en un estilo editorial definido como la forma de seducción con la que llegan a sus lectores; las empresas que hacen comunicaciones internas y externas a sus diferentes públicos, las agencias que llevan mensajes publicitarios donde se venden productos, servicios o ideas, estas últimas por ejemplo, en campañas de educación pública que buscan un cambio en el comportamiento de los ciudadanos.
El gran público tiene una concepción de lo fotográfico planteado por tres grandes géneros que son , la fotografía de prensa, la fotografía social que incluye el álbum familiar y la fotografía comercial (moda, publicitaria y editorial principalmente) y el análisis de estos géneros considero va de mayor a menor en el orden descrito. El publicitario es el que menos literatura y análisis parece tener; sin embargo "cualquier reflexión sobre el papel de la fotografía en la sociedad postindustrial debería pasar por la publicidad". [i]
La manera en que diseñamos, realizamos, seleccionamos y evaluamos fotografías, publicitarias y de moda como subgénero, es el objeto de discusión de este blog. Luego de varios años de investigación y reflexión sobre el tema creo puedo empezar a realizar algunas disertaciones al respecto y nada mejor que un blog para hacerlo.
A usted, lector de estas líneas: este es un espacio de reflexión, no tenemos verdades reveladas pero estamos buscando respuestas, y aunque a veces suene dogmático creo que es el momento, en nuestro medio, de razonar sobre el tema.
A usted, lector de estas líneas: este es un espacio de reflexión, no tenemos verdades reveladas pero estamos buscando respuestas, y aunque a veces suene dogmático creo que es el momento, en nuestro medio, de razonar sobre el tema.
Para iniciar, nuestro medio fotográfico comercial sufre a mi modo de ver de unas dolencias iniciales:
- El mercado se ha quedado en una zona de confort amiga de la belleza, que se ha convertido en el único criterio valido para juzgar la efectividad de la imagen comercial, de tal forma, que en la mayoría de los casos, bello es igual a bueno.
- En estos tiempos de globalización; las readaptaciones, reinvenciones o simplemente símiles de los trabajos y/o conceptos que suceden en el exterior, nos inundan sin ninguna reflexión, llegan a nosotros como tratando de culturizarnos o engañarnos. Un usuario informado reconoce una copia de un editorial, una campaña o algún otro trabajo, pero funciona para el público en general. Ese imitar sin pensar nos agobia como medio, nos deja sin opciones y adicionalmente paraliza la función de pensar en lo que estamos haciendo.
- El panorama actual está lleno de tendencias visuales, que permiten definir una estética a la hora de comunicar, pero encuentro sin razón aparente que cada sector industrial se ha encasillado en una, al punto que podemos definir tendencias dominantes por sectores económicos, ej los avisos de publicidad son llenos de photoshop, los vestidos de baño de lenguaje Hippie Chic manejan casi siempre la misma solución visual que pasa por una locación de selva tropical costera y asi sucesivamente.
- Si en la mezcla de mercadeo nos hablan de buscar diferenciadores ¿por qué somos homogeneizadores en lo fotográfico como si esto fuera un validador?
Asistimos ahora al nuevo pictorialismo fotográfico con el bombardeo de imágenes que consumimos a diario, de carácter publicitario, que caprichosamente recurren a la mencionada (de forma tan puntual en el texto) fórmula del photoshop sin ningún asidero conceptual y mucho menos teórico que justifique su uso. No lo satanizo, solo lo cuestiono. Porque nos esforzamos tanto en deshacer lo que a la misma fotografía le costó tanto esfuerzo y años de perfeccionamiento para desligarse de la inquisidora sombra de la pintura?
ResponderEliminarEs la misma imagen quien pide este tipo de finales, no la calca caprichosa sin entendimiento a priori de la razón. La idea es crear mundo con las imágenes, no copiarlo caleidoscópicamente.
Me pregunto qué pasaría si quienes hacen fotografía procuraran crear lenguajes visuales que diesen vida a la marca: ¿Habría publicistas y gerentes de mercadeo excitados y agradecidos? o por el contrario ¿Sería sujetos contrariados y ofendidos?
ResponderEliminarMe atrevería a pensar que más allá de las limitaciones de quienes hacen fotografía - y seguramente tales limitaciones son tal cual las expone Jose-, están las limitaciones del conjunto del sector de la comunicación...
Don Anónimo, Esa pregunta es importantísima hoy en día, de eso hablaremos más adelante, puedo adelantar que a mi modo de ver se está cambiando a que la estética del fotógrafo debe funcionar según la estética de la marca y no en sentido contrario que es como a funcionando y lo hemos visto desde la historia de la fotografía de moda.
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